Educación
30/11/2024
La reforma del diseño curricular del nivel primario de Jorge Macri, Mercedes Miguel y el clero
Seguir
Jorge Macri y Mercedes Miguel
En la Ciudad de Buenos Aires, en el marco del denominado “Plan Estratégico Buenos Aires Aprende”, Macri y la ministra de Educación están implementando una reforma (anti)educativa en todo el sistema educativo porteño.
Se trata de una reforma laboral para la docencia y de la agudización de la precariedad de las condiciones de aprendizaje para lxs estudiantes: es una reforma con presupuesto cero que no contempla mejoras educativas, creación de cargos docentes y nombramientos de profesionales, obras de infraestructura escolar, creación de escuelas, gabinetes psicopedagógicos, entrega de materiales didácticos, entrega de libros, becas estudiantiles, ni aumento salarial para la docencia. Por el contrario, sobre la base de la precarización de la enseñanza y el aprendizaje, es decir, de estudiantes y docentes, el gobierno de CABA en tentativa de instalar un nuevo paradigma educativo signado por una concepción individualista, meritocrática y de automatización de estímulos-respuestas, devenido de la neurociencia, cierra cursos, elimina materias, ataca la implementación de la ESI, recorta el alcance de las titulaciones, entre otras medidas que vulneran al conjunto de la Educación en CABA y anuda sus compromisos con la Iglesia.
En esta dirección, para el Nivel Primario, el gobierno se ha reservado la definición de colocar cinco ejes vertebradores que deben ser analizados integralmente, debatidos y rechazados por el magisterio que defiende la Educación Pública y las condiciones de enseñar y aprender.
Educación Emocional, Educación Financiera, Nuevas Tecnologías, Inclusión y Espacios Flexibles
Los resultados de las evaluaciones externas revelan los fracasos sistemáticos en materia educativa de décadas, tanto del macrismo como de quienes los precedieron: los índices son lamentables y despiertan preocupaciones genuinas en quienes estamos en las aulas y venimos alertando la situación que atraviesan nuestrxs chicxs en el terreno social y cómo esto impacta fuertemente en las trayectorias escolares. A su vez, los reclamos en torno a esto son continuos en un país donde 7 de cada 10 chicxs son pobres con las múltiples consecuencias negativas que esto conlleva en general y en el aprendizaje en particular.
Frente a esta realidad, el gobierno intenta ocultar tras el enfoque educativo vigente desde el año 2004, su responsabilidad directa en estos resultados que son más que números: son nuestrxs pibxs. El gobierno se vale de los bajos índices de las evaluaciones para responsabilizar al enfoque de lo que verdaderamente son las consecuencias de los sistemáticos ajustes y recortes en el presupuesto educativo de, al menos, la última década, y de los niveles de pobreza infantil que en CABA, como en el país, no paran de crecer.
Sin embargo, la reforma plantea orientar la educación con un enfoque de enseñanza que borra la realidad inmediata de las infancias y sus familias, y la social, y pretende modelarlxs en el adoctrinamiento, el disciplinamiento y la aceptación de las opresiones que el mismo gobierno pretende perpetrar.
Si bien los debates en torno a los enfoques de enseñanza no son nuevos, en los últimos años se ha querido endilgar los bajos resultados educativos al enfoque de enseñanza vigente (psicogénesis del proceso de la lectura y la escritura, también denominado Prácticas del Lenguaje) escindiéndolos del contexto sociohistórico en el que se inscribe la enseñanza, el aprendizaje, la construcción de las infancias y, de conjunto, la vida de nuestrxs chicxs.
Ante esta realidad, la respuesta inmediata del gobierno es una reforma en asociación con la Iglesia Católica y en contraposición a la ESI, con el eje principal colocado en la implementación de la Educación Emocional (EE). Se desprende que el nuevo diseño apunta a un “remodelado neuronal” a partir de la “autorregulación emocional y social”. El gobierno de CABA pretende desresponsabilizarse de la pobreza que ellos generan (hoy los niveles de pobreza e indigencia son los más altos de los últimos años) en las infancias que la padecen.
Como una ironía perversa, también se plantea la implementación de la Educación Financiera, pensada para solucionar los problemas del “uso del dinero” (?). Esta supuesta nueva asignatura ya fue aplicada y probada en la Educación Media junto a las pasantías de cientos de jóvenes que no significa más que trabajo gratuito, pero, además, esto no ha representado solución alguna a los graves problemas como la ludopatía juvenil, uno de los argumentos que esgrime el gobierno sin solución de continuidad.
Otro eje que publicitan desde el macrismo porteño es el desarrollo de las nuevas tecnologías. Paradójicamente, este gobierno no sólo ha definido suspender la entrega de dispositivos electrónicos por estudiante, sino también los recortes en el Plan Sarmiento han sido sistemáticos. En muchas escuelas no se cuenta con los dispositivos necesarios, ni con docentes facilitadores, ni acompañamiento técnico y la red de conectividad es de dudosa efectividad.
Pero en materia de precarización, el gobierno no se priva de nada: el eje Inclusión y creación de espacios flexibles representa otra de las columnas de la reforma. Mientras en la Educación Especial año a año se aplican recortes y ajustes brutales y se les niega el acceso a cientos de personas que tienen la necesidad de acceder a la modalidad, las escuelas primarias desbordan de problemas graves en este sentido. La discapacidad, las necesidades especiales y la pobreza se han convertido en uno de esos serios problemas ya que no se cuenta ni con educadores que se hayan especializado en la materia ni con espacios físicos reales que se puedan adaptar para favorecer proceso educativo alguno. Macri y su ministra clerical pretenden que en las escuelas, en medio de una crisis profunda en términos de infraestructura escolar, las conducciones escolares arbitren los medios, sin un peso, para abrir “espacios” multiedad, o de acuerdo a los recorridos de aprendizaje que lxs estudiantxs del nivel (infancias de entre 6 y 12 años) definan cuáles son los saberes que se quieren adquirir. Esta es la agudización de la mentira del vapuleado concepto “Inclusión Educativa”: se pretende amontonar chicxs sin sistema de apoyo que respondan a los requerimientos particulares de cada infancia.
El manejo discursivo de maquillaje de términos y conceptos no confunde ni distrae a nadie: la reforma del diseño curricular en el Nivel Primario contiene en su seno una orientación social de profundización y cristalización de la infinidad de problemas educativos que se vive dentro de las aulas del nivel, apuntando a que lxs docentxs se arreglen como puedan. La voluntad de lxs educadores es indiscutible ya que hoy las escuelas de sostienen sobre esa base. Pero la educación no es un apostolado ni se puede mantener en su línea de flotación por los desmedidos esfuerzos de la docencia.
Organizarse para rechazar la reforma
El Ministerio estableció para diciembre la realización de encuentros de formación situada por distritos tres días para que lxs maestrxs nos reunamos para interiorizarnos de la reforma y del nuevo diseño curricular. Es imperioso transformar estas instancias en organización docente, preparar pliegos con los reclamos que se desprenden de la realidad que vivimos estudiantes y docentes, para presentar ante el Ministerio y visibilizar las necesidades reales. El ciclo lectivo 2025 trae la tarea de tomar en nuestras manos la defensa de las condiciones de enseñanza-aprendizaje, del salario docente y de la educación pública.