Educación
19/8/2020
Las ciberescuelas: el primer paso de Larreta para una apertura a contramano de la salud y la educación
Rechazamos la reapertura en estas condiciones y convocamos a deliberar y organizarnos.

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Secretaria gremial de Ademys
El anuncio del Jefe de gobierno Horacio Rodríguez Larreta y la ministra de educación Soledad Acuña de reabrir las escuelas para disponer gabinetes tecnológicos para los estudiantes que no tienen dispositivos digitales ni conectividad, alertaron a toda la comunidad educativa sobre los riesgos sanitarios de exponer la salud de todos, en especial de los niños/as más pobres de los barrios arrasados por el covid 19.
Tanto en los anuncios del jefe de gobierno, quién se encargó de confirmar que es sobre la base de una acuerdo político con el gobierno nacional a partir del protocolo que firmaron el 22 de julio en el Consejo Federal de educación, junto a los sindicatos de representación nacional, como en los de la ministra es claro que estamos ante el primer paso de una apertura generalizada de actividades por presión de las patronales y empresarios que vehiculiza el gobierno.
El plan que supuestamente le han presentado al ministro nacional Nicolás Trotta constaría de gabinetes en todas las escuelas para que puedan asistir con turno los chicos que lo necesiten, o sea no solo para los famosos 5100 estudiantes que anunciaron en la conferencia.
A su vez, en declaraciones radiales, la ministra presentó una visión “positiva” del impacto de la virtualidad en materia educativa, basándose en la supuesta autonomía de las familias y estudiantes. Contradictoriamente a este balance, la ministra dijo que van avanzar con clases los días sábados, cursos de verano y jornada extendida para los que no hayan podido alcanzar contenidos establecidos. Algo que suena a marketing toda vez que han recortado el salario docente, extendido la precarización laboral y no han destinado un solo peso a la educación en medio de una crisis inédita.
La virtualización, las presiones patronales y el impacto en la educación
Los reclamos de entrega de dispositivos digitales por parte de la comunidad educativa comenzaron el 16 de marzo, día en que se suspendieron las clases de forma preventiva, medida que reclamábamos varios sectores dado el cuadro de falta de recursos de higiene y seguridad de las escuelas y la posibilidad de contagio masivo. Al día de hoy el relevamiento indica que no hay recursos de higiene y seguridad en las escuelas.
Las y los trabajadores del programa de educación tecnológica de la ciudad – Intec- fueron los que explicaron el lento vaciamiento del programa Sarmiento de reemplazo de entrega de computadoras individuales con conectividad – sistema wimax- por algunas computadoras o tablet por escuela. Estos dispositivos de uso común, en muchas ocasiones están dañados e incluso con menor cantidad de lugares para repararlos y no disponen de conectividad propia, por eso deben estar en la escuela para conectarse a la red escolar.
Por otra parte, suena inverosímil que solo 5000 o 6000 niños/as y jóvenes estén “desconectados”. Tan solo tomando los cuatro niveles educativos del sector público hay 335.000 estudiantes, sin contar educación especial y de adultos que también carecen de recursos. No coincide con los estudios nacionales y regionales que fueron documentando el problema a lo largo de estos meses, ni con las denuncias de los propios protagonistas desde las escuelas.
La virtualización en estas condiciones es sobre la base de una fuerte desigualdad educativa. Toman como “conectado” a un estudiante o familia que alguna vez contestó un correo electrónico o whatsApp. Así, el jefe de gobierno y su coro de pedagogos afines, despliegan el argumento de continuidad pedagógica que ya hemos demostrado desde la experiencia en las escuelas que no es tal.
Apenas un acompañamiento pedagógico, debido a que la mayoría de los estudiantes no cuentan con recursos propios, sin un marco adecuado para familiarizarse con los contenidos mínimos establecidos, con presiones laborales extremas contra las y los docentes y con clases sincrónicas muy cuestionadas – clase zoom- que según estudios publicados solo abarca a un 5% de la población escolar de los niveles educativos obligatorios.
Para poner en contexto estos datos, el Observatorio Argentinos por la Educación, difundió una encuesta reciente que afirma que 8 de cada 10 docentes tiene problemas de conectividad, que el celular se ha convertido en el dispositivo exclusivo para establecer contactos con la escuela. A su vez, la encuesta señala que en el 92,2% de las escuelas primarias estatales urbanas se utiliza WhatsApp para proponer tareas: un 80% de las instituciones usa esta aplicación siempre, y un 12,2%, a veces, según respondieron las familias (cba24n.com.a 10/8).
Bajo estas circunstancias es claro que no se puede desenvolver una continuidad académica, a pesar de los esfuerzo de la docencia y estudiantes. Los contactos y estrategias que se ensayan desde las escuelas y equipos apenas alcanzan a tomar contactos, establecer algunas lecturas, ciertas estrategias para unir el interés de estudiantes, familias y docentes de defendernos del gobierno, que son los responsables de atacar permanentemente a las escuelas públicas, las más afectadas en esta pandemia.
Los recientes fallos de la justicia al servicio del gobierno de Larreta, de no distribución de computadoras y conectividad solo agregan más presión frente a los anuncios de reapertura.
Organizar el rechazo
El rechazo a esta reapertura ya se empieza a notar. La pandemia ha puesto de relieve una crisis pre-existente aguda. Sin recursos, infraestructura adecuada, presupuesto, alimentación escolar, sin personal auxiliar suficiente, sin distribución de computadoras y, lo más importante, con circulación comunitaria del virus no hay condiciones para reabrir las escuelas. El resultado puede ser de consecuencias impredecibles: niños, maestras y familias, todos contagiados.
Lo demuestran los casos internacionales – Francia, Israel, Alemania que tuvieron que volver sobre sus pasos tras contagios más o menos altos- o los casos más cercanos como Jujuy que el 15 de junio abrió unos días y hoy está colapsado su sistema sanitario.
Los ciberescuelas en estas condiciones no son una solución, más bien son una estrategia para meter mayor presión en las escuelas, en función de la reapertura general de la cuarentena, dividir a la comunidad educativa, con un claro desprecio a la vida de los más pobres.
Esto se extenderá a las escuelas privadas, pues la presión sobre la apertura de cualquier tipo de actividad económica - en lugar que el estado garantice el salario o el ingreso de los afectados para que no tengan que ir a trabajos nada esenciales - ejerce presión contras las escuelas como cuidadores de niños/as y en las empresas privadas educativas reinará el despotismo de los dueños, contra las y los trabajadores de la educación.
Los sindicatos docentes deben organizar el rechazo sobre una base clara de poner en pie los reclamos educativos, comenzando por la entrega inmediata de recursos, sin perder de vista que en todos los sectores de trabajadores se está librando la misma batalla. Las fábricas, los supermercados, los hospitales, son un factor de organización contra el Estado que ha dado señal de largada para levantar las medidas de prevención, a cualquier costo.
Las centrales sindicales, comenzando por la CGT y CTA están integradas al Estado, le firman todo al gobierno. No mueven un dedo en función de organizar la lucha. Por eso el Plenario del sindicalismo combativo, que reagrupa a sindicatos independientes, se ha reunido para impulsar la lucha contra la avanzada patronal y del gobierno, que incluye la lucha por la salud y los protocolos bajo control de los obreros.
Las asambleas abiertas, las reuniones con familias, centros de estudiantes, deben poner en pie el rechazo activo, los comités de bioseguridad e higiene con posibilidad de veto ante el gobierno y protocolos elaborados por la comunidad.
La reciente conferencia de prensa de la Ctera-UTE propone juntar dispositivos móviles a partir de donaciones, sin organizar la lucha contra el gobierno de Larreta que ellos dicen combatir. La estrategia legal es un desvío que pretende reemplazar esta falta de perspectiva para la docencia, una presentación legal puede acompañar una lucha, no reemplazarla. El reciente fallo citado de la justicia en favor del Larreta en el tema de las computadoras, demuestra que sin lucha no vamos a torcerle el brazo al gobierno con solo una presentación Judicial.
Reclamamos un plan de acción que organice a todas las escuelas, plenario abierto de UTE-Ctera, asamblea unificada de toda la docencia de caba, un planteo que desde Ademys se viene proponiendo para impulsar y organizar de forma independiente de los gobiernos esta lucha vital.
Desde Tribuna Docente como agrupación nacional en la Multicolor, hemos intervenido en todos estos meses de forma activa, incluso con acciones de lucha. En una audiencia educativa organizada por el PO-FIT el sábado 15 se pusieron en pie iniciativas de acción y denuncia, como apoyo a esta organización entre docentes, estudiantes y familias. Rechazamos la reapertura en estas condiciones y convocamos a organizar la preparación de todas las acciones y deliberaciones que son el paso necesario para discutir, si el gobierno no retrocede, las medidas de fuerza que tengamos que poner en pie para defendernos de estos gobiernos ajustadores.
https://prensaobrera.com/educacion/rodriguez-larreta-detona-la-bomba-epidemiologica-del-ministro-nicolas-trotta/