Este 19 de octubre se va a implementar nuevamente en todas las escuelas secundarias del país el operativo aprender, y en el mes de noviembre, lo mismo sucederá en las primarias.

Estas evaluaciones estandarizadas son un viejo pedido de los organismos internacionales de crédito, como la OCDE y el Banco Mundial, que buscan medir la “calidad” de la educación, como si esta fuera una mercancía.

¿En qué contexto se realiza el Aprender? Este operativo se da luego de dos años de pandemia y de emergencia educativa, donde las familias, lxs docentes y lxs estudiantes se vieron obligados a continuar las trayectorias educativas sin recursos tecnológicos e inversiones necesarias. A esto se suma el recorte reciente de 30 mil millones en el plan “Conectar Igualdad”, implementado por el “superministro” Massa. Mientras, la pobreza infantil asciende al 50%, y, bajo la pandemia, según datos oficiales, un millón y medio de estudiantes se desvincularon de la escuela.

El gobierno del Frente de Todos aprovechó la pandemia para profundizar el ajuste en educación, a la vez que avanzó en las reformas antieducativas y la reforma laboral en la docencia.

Kicillof se anticipa al fracaso de las pruebas Aprender

Kicillof declaró recientemente, refiriéndose a la educación bonaerense, que “no sirve de nada decir que está todo bien, porque nadie nos va creer”. Fue un sincericidio sobre el ajuste educativo, que el gobernador aplica en la provincia de Buenos Aires, y que sufrimos lxs docentes, estudiantes y familias.

Pero mientras Kicillof reconoce la crisis educativa, lejos de dar una respuesta a la situación, avanza en medidas que agudizan el ataque hacia la docencia y la educación.

Mientras siguen los programas precarizadores con contrato a término que atacan el Estatuto Docente y se aplica la extensión de la jornada de primaria a 5 horas sin argumento pedagógico y decretando una jornada de trabajo de 10 horas para las maestras, se intenta reformar el régimen académico en las secundarias, con el objetivo de devaluar más los contenidos, y el régimen de asistencias en las escuelas, en sintonía con el reclamo de las patronales de reducir el presupuesto educativo.

El gobernador lanza un programa de “Promoción y Fortalecimiento de los Centros Educativos y Comunitarios en los Barrios Populares”, con docentes bajo régimen precario y que deja la educación a cargo de punteros del PJ, Iglesias y ONG.

Con este programa, Kicillof ratifica que no construirá escuelas o aulas, ni nombrará los cargos bajo régimen estatutario que se necesitan para sacar a la educación bonaerense de la emergencia.

No a la entrega de la educación pública en manos de los capitalistas

No es necesario realizar estas pruebas estandarizadas para saber que el gran problema que recorre a la educación es la falta de recursos.

El operativo es una imposición de los organismos internacionales, que genera una dependencia pedagógica y refuerza la precarización del conocimiento y del trabajo. Al igual que en el gobierno de Macri, se le siguen comprando a una empresa extranjera (a la británica Pearson) los test, y se continúa pagando y haciendo lo que una multinacional, la OCDE y el Banco Mundial quieren.

Para enfrentar el ajuste educativo tenemos que luchar por la construcción de todas las escuelas faltantes. Por un salario docente por un cargo igual a la canasta familiar. Basta de programas precarizadores. Creación de todos los cargos docentes necesarios y bajo el régimen del Estatuto ya.

Por más presupuesto para la educación y no para el pago de la deuda externa y los requerimientos de los organismos internacionales.

Para todo esto debemos poner en pie un plan de lucha de la docencia y los trabajadores contra el gobierno de los Fernández, Massa y su acuerdo con el FMI.

Transformemos la educación para que esté al servicio de la liberación social de la clase obrera.

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