Historia
4/4/2024
Milei y “el ejemplo” de Julio Argentino Roca
... de entrega del país al imperialismo.
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Un homenaje antinacional en el aniversario de la Guerra de Malvinas.
Milei dedicó su acto por el aniversario de la Guerra de Malvinas a promover la reconciliación con las Fuerzas Armadas, presentándolo como la base de cualquier reclamo de soberanía sobre el territorio nacional. Una manipulación evidente, de parte de alguien que se calla la boca ante el desembarco del canciller británico en las islas, que acababa de ceder el control de la Hidrovía a militares yanquis, remata las riquezas del país a las multinacionales, y se compromete a atender los dictados que trajo la generala norteamericana Laura Richardson en el marco de las disputas de Estados Unidos con China. Buscó darle a esta estafa un fundamento histórico, manifestando que “la principal inspiración para nuestro reclamo de soberanía es el gran general Julio Argentino Roca, el padre de la Argentina moderna”.
Según el presidente, Roca “comprendió como nadie el mandato de una economía próspera y de unas fuerzas armadas respetadas como base de una nación grande. Este 2 de abril tenemos que retomar su ejemplo”. Veamos cuál es ese ejemplo, cuando varios comentaristas salieron a bancar el discurso presidencial como una suerte de revancha contra la tendencia a reemplazar monumentos y nombres de calles que homenajean a este “padre” nacional.
En su primera presidencia, Roca y sus “fuerzas armadas respetadas” protagonizaron el genocidio que pasó a la historia oficial como la Campaña del Desierto, hito clave en la consolidación del Estado nacional en amplias franjas del territorio. Este sería el contenido de la afirmación de Milei. Pero la realidad es que esa campaña militar masacró y expulsó a pueblos originarios de sus tierras para entregar millones de hectáreas a un puñado de terratenientes… especialmente ingleses. La antítesis de la soberanía nacional.
Es que varios capitales británicos colaboraron en la provisión de armas y en el financiamiento de la campaña de conquista, y a cambio se quedaron con varias porciones del país. Un ejemplo: los latifundios que hoy tiene el magnate Benetton en la Patagonia se originaron en propiedades que donó Roca a diez ingleses (que conformaron la empresa Argentinean Southern Land Company Limited, con sede en Londres), incluyendo las mejores tierras para ganadería y la producción lanera junto a la traza del ferrocarril patagónico que llevaba al puerto la mercadería para exportar. Esa compañía estaba asociada a un conglomerado de empresarios británicos que llegó a tener en lo que hoy es la provincia de Chubut unas 2.300.000 hectáreas de campos, equivalente a más de cien veces la superficie de la ciudad de Buenos Aires.
Una chicana. Notemos que el tipo que despide a decenas de miles de empleados públicos y le roba a los jubilados en nombre de achicar el peso del Estado reivindica esta expropiación a punta de fusil de miles de pobladores y comunidades para concentrar las tierras en latifundios, una estructura que además de injusta obstaculizó el desarrollo económico de la Argentina y preservó el poder de la casta oligárquica.
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Hay más. Milei dijo que toda la cuestión Malvinas se resume en que “nadie toma en serio el reclamo de defaulteadores seriales”. Mal que le pese, es una tradición que inauguró la misma Generación del 80 que tanto reivindicó en ese mismo discurso. Las presidencias de Roca y Juárez Celman fueron un festival de endeudamiento externo que cuadruplicó la hipoteca y terminó en la cesación de pagos de 1889 y el crac de 1890. Fueron años de hiperdevaluación de la moneda nacional, recién creada, que hundieron en la pobreza y el desempleo a los trabajadores del país. Desde siempre, la frustración de la economía argentina es el resultado del saqueo imperialista, que tiene a la burguesía criolla como socia menor.
Tanto es así que Roca inició su segundo mandato presidencial con otra fuerte devaluación, para restablecer la convertibilidad del peso con el oro pero sin perjudicar los negocios de los laneros ingleses y de cerealeras como Dreyfus y Bunge y Born (sí, los mismos pulpos que todavía concentran las exportaciones agrarias). Era una condición impuesta por la banca inglesa Baring Brothers, que desde la presidencia de Rivadavia era el principal prestamista del país y fijaba sus términos, como hoy lo hace el FMI. A modo de ilustración digamos que antes de concluir esta segunda presidencia Julio “Argentino” terminó de saldar con la Baring el primer crédito externo, tras lo cual la banca londindense completó un reembolso de más de 10 veces el monto original que había prestado 80 años antes.
El correlato de este fraude contra el país perpetrado por “los empobrecedores” de la Generación del 80 fue un pujante ascenso de las luchas obreras, con la organización sindicatos y federaciones, e incluso el primer partido obrero con la fundación del Partido Socialista. Eran luchas reivindicativas: por la jornada laboral de 8 horas, aumento salarial, descanso dominical pago y mejores condiciones laborales; pero también momentos de fuerte agitación política e identificación de los trabajadores con corrientes revolucionarias del socialismo y el anarquismo. ¿Cuál fue la política de Roca? La Ley de Residencia, que deportaba a los migrantes que participaran de protestas o acciones políticas. También impulsó la “educación patriótica”, un adoctrinamiento escolar en un nacionalismo derechista que sin duda influyó en quienes años después ejecutarían los pogroms durante la Semana Trágica.
El “ejemplo” de Roca es el de la entrega nacional al imperialismo y el fortalecimiento del Estado opresivo contra las clases populares. Nosotros sigamos el ejemplo histórico de las grandes huelgas de la Semana Roja y el Centenario. Derrotemos a Milei con la huelga general, y cambiemos la historia. Los empobrecedores de la Argentina fueron y son los capitalistas.
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