ESTADO ESPAÑOL

Algunas conclusiones de la votación en Andalucía

Mayoría absoluta del PP, derrumbe del Frente Popular y estancamiento de Vox

Moreno, candidato andaluz, y Núñez Feijóo, líder del PP

El Partido Popular (PP) alcanzó en las elecciones andaluzas del 19J la mayoría absoluta, con 58 escaños y 825.000 votos más que hace cuatro años. Se trata del mejor resultado en la región para los Populares, superior a los 50 parlamentarios que consiguió Javier Arenas en 2012, donde hasta ahora se situaba el techo del partido. Ganó en todas las provincias a costa de la defunción de Ciudadanos, que pasa de 21 escaños a cero, mientras que Vox consigue una ligera pero irrelevante mejoría con tan sólo dos diputados más respecto a 2018. Aquel año, la suma de “las izquierdas” había quedado por debajo del bloque que lideraba Juan Manuel Moreno (líder del PP andaluz), quien arrebató así al Psoe el gobierno por primera vez en 37 años.

En esta oportunidad, el Psoe -que gobierna a nivel nacional junto a Unidas Podemos- se queda en 30 diputados, tres menos que el peor resultado de su historia, el que anotó Susana Díaz en 2018. Por Andalucía, que es la suma de Unidad Popular (UP), Izquierda Unida (IU) y Más País, la experiencia piloto de Yolanda Díaz (líder del Partido Comunista de España y Ministra de Trabajo), obtuvo un magro resultado con tal solo 5 escaños, mientras que Adelante Andalucía, de Teresa Rodríguez (representante del anticapitalismo de Secretariado Unificado), logró 2. Ambas listas de “la izquierda del Psoe” quedaron muy lejos de los 17 parlamentarios que obtuvieron hace cuatro años, antes de que se rompiera la coalición entre ambas.

Ganadores y perdedores

A Moreno, y por extensión, a Alberto Núñez Feijóo (presidente del PP a nivel de todo el Estado), que defiende el mismo modelo de derecha que el andaluz, le ha servido no arriesgar demasiado, y jugar a la “moderación”.

Triunfó Moreno y también Feijóo en el que era su primer test electoral desde que fue elegido presidente nacional. El PP sale así de su propia crisis y división, aunque sea solo en apariencia, con un programa de centralidad y moderación, y continúa su trayectoria ascendente iniciada hace un año con las elecciones madrileñas. Este resultado, si no arrincona, contiene cuanto menos la trayectoria ascendente de la ultraderecha. Este es el programa de Bruselas y Berlín de sostenimiento de la Unión Europea y de los planes guerreristas de la Otan por medio de los “partidos de Estado”, aunque estos también estén atravesados por las divisiones que les impone la crisis económica y la guerra.

El “efecto Olona” (la candidata de Vox) con el que la ultraderecha pretendía arrasar en el sur y apabullar a los Populares, lejos de catapultar a los partidarios de Santiago Abascal como fuerza política decisiva, ha acabado por asustar a la burguesía y así a los andaluces, y por lo tanto los convirtieron en innecesarios aún para ser una alternativa de gobierno.

Se derrumban los partidos del Frente Popular

El 19J marcó en todo caso un antes y un después, no tanto por el cambio de ciclo que desde hace meses agita la derecha sino porque los partidos del Frente Popular han salido groguis del trance.

La huelga del metal en Cádiz, entregada por las burocracias sindicales de Comisiones Obreras y la UGT, que son parte del gobierno, su salvaje represión por la policía del presidente Pedro Sánchez y Yolanda Díaz, marcaron la ruptura de la clase con el gobierno del Estado. Lo mismo sucede hoy en Cantabria donde la huelga metalúrgica lleva más de 2 semanas de paro indefinido.

El gobierno y las burocracias sindicales están atados a las políticas guerreristas de la Otan y los planes de ajuste de la UE (que son previos a la guerra), la inflación es récord en 40 años. Estas son algunas de las bases del derrumbe de los partidos del Frente Popular.

El camino para terminar con el Borbón y el régimen del ’78 es luchar hoy por las reivindicaciones inmediatas de la clase obrera y los pueblos. Inmediato aumento general de salarios frente a la inflación, prohibición de los despidos y reparto de las horas de trabajo; depuración y desmantelamiento de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, que espían y criminalizan a los militantes y dirigentes independentistas.

Guerra a la guerra, fuera las bases de la Otan; retiro inmediato del Estado Español de la alianza atlántica; por este camino masificar las marchas contra la cumbre de la Otan en Madrid el 26 de junio.

Para imponer este programa tenemos que recuperar los sindicatos, expulsando a las burocracias sindicales del régimen, y construir un partido de la clase obrera que luche por un gobierno de trabajadores en toda la península.

https://prensaobrera.com/internacionales/huelga-historica-de-los-ferroviarios-de-reino-unido