Internacionales
23/10/2025
Bolivia: tras el triunfo electoral de Paz, se avecinan importantes choques
Perdió el Milei boliviano

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Rodrigo Paz, nuevo presidente boliviano
Igual que en la primera vuelta de las elecciones bolivianas realizadas el 17 de agosto último, en el balotaje de este domingo 19 de octubre, TODAS las encuestadoras y analistas se volvieron a equivocar en sus pronósticos. En agosto, la fórmula del Partido Demócrata Cristiano (PDC), que llevaba como candidatos a Rodrigo Paz y Edman “el capitán” Lara, había sido pronosticada con un escaso 7% de los votos y un quinto lugar. Pero salió primera con más del 32%. Para este domingo 19, también, las encuestas hablaban de que se impondría por más de 10 puntos la fórmula derechista/trump/mileísta de Jorge “Tuto” Quiroga y el racista Juan Pablo Velasco de la Alianza Libre, sobre el centroderechista Rodrigo Paz. Pero el escrutinio dictaminó exactamente al revés: Rodrigo Paz se impuso por 54,61% contra el 45,39% del “Tuto” Quiroga. Ganó ampliamente en 6 de 9 regiones electorales de Bolivia. Y no solo en zonas agrarias, sino también en grandes ciudades como La Paz (65%), Cochabamba (60%) y otras. El “Tuto” ganó en Santa Cruz de la Sierra, nido de la derecha más recalcitrante, de los agroexportadores de soja, que se opuso sistemáticamente a los gobiernos del MAS y que nutrió profusamente de funcionarios al gobierno golpista del 2019.
El Milei boliviano
La campaña de los medios bolivianos e internacionales fue abrumadora en apoyo al derechista “Tuto” Quiroga. Este se presentó como un calco de Milei. En un reportaje publicado en “La Nación” (19/10) Quiroga manifestaba: “me han insultado durante años por defender las ideas de la libertad, y con Milei hubo un cambio en toda la región”. Días antes, el diario "Clarín" titulaba una nota en la que daba por seguro el triunfo de Quiroga: “el candidato Jorge Quiroga planteará a Milei y Chile ser una potencia mundial del litio”. Pensaban que iba a explotar el “éxito” del presidente argentino y su campaña ultraderechista y reaccionaria. Pero se quedaron estacionados en la fotografía del resultado electoral de diciembre 2023, no fueron capaces de ver la vuelta de campana que se está produciendo en la Argentina con las grandes luchas obreras y populares (Hospital Garrahan, jubilados, discapacitados, etc.) y la evidencia de la crisis de la política económica (recesión, corrupción, sobornos, etc.) que está hambreando al pueblo y lo está empujando a intervenir activamente contra el gobierno del “ajuste” y la entrega.
Evo apoyó a Paz
Rodrigo Paz ganó la elección porque aunque fue también a rendir examen ante funcionarios y empresarios de los EEUU y declaró la necesidad de implementar un “ajuste”, planteó que lo haría “gradualmente”.
Pero lo fundamental es que Evo Morales y la corriente del MAS que él lidera, trabajaron por el voto a Rodrigo Paz y el “capitán” Lara. En la primera vuelta, ante su proscripción, Evo llamó a votar nulo y en blanco y obtuvo un rotundo 20% de la votación. En cambio ahora ordenó “libertad de voto”, una fórmula indirecta para votar al PDC. “Paz y Lara ganaron las elecciones con el voto 'evista', de los indignados por la proscripción, contra el racismo, el odio, los violentos y difamadores” dijo el Evo. La masa obrera y campesina boliviana votó por “el mal menor”: contra la motosierra, apoyó –sin otras alternativas- un “ajuste con moderación”.
Apoyo crítico al “ajuste con moderación” es contra el pueblo trabajador
Evo Morales le da un apoyo crítico al nuevo gobierno. Dice que no es un “cheque en blanco”, afirmando que “el pueblo otorga a los nuevos gobernantes el mandato para no destruir el Estado Plurinacional, con soberanía, dignidad, inclusión y justicia social; para que respete los derechos sociales, como los bonos, y la política de distribución de la riqueza del Estado; y para no traicionar la agenda de los excluidos”.
¿En qué consiste el “ajuste con moderación”? Rodrigo Paz anunció que va a realizar una devaluación “moderada” para ir aproximando la brecha (de casi el 100%) que existe entre el dólar oficial y el del mercado paralelo. También que va implementar un corte “moderado” y “paulatino” en los subsidios a los combustibles. Promete “preservar” a los sectores más humildes (¿que no compran carburantes para sus vehículos?). Pero un aumento de los combustibles incrementará, igual que una devaluación, la carestía del costo de vida para las masas trabajadoras. Tuto Quiroga había planteado que recurriría al FMI y a los banqueros internacionales para pedir préstamos (al estilo Milei y Caputo). Interrogado sobre el tema el nuevo presidente Paz, dijo que antes del FMI era necesario “ordenar” el país, para tener que pagar menos intereses. Anunció así una política de ataque a los trabajadores estatales (despidos, etc.), recorte (siempre “gradual”) en los “bonos” que reciben diversos sectores populares (jubilados, discapacitados, etc.) y privatizaciones de empresas estatales para disminuir el déficit público.
Consultado si permitirá que la DEA y su campaña “contra el narcotráfico” vuelvan a instalarse en Bolivia, dijo que “primero” normalizaría la vuelta de la embajada yanqui (echadas en 2008 acusadas de conspiraciones golpistas). Trump está tratando de montar un cerco para que Paz se alinee con la derecha. A pesar de que Paz declarara que pretende colocarse en una posición de “centro” respecto a la guerra comercial entre EEUU y China (actualmente el principal socio comercial de Bolivia), políticamente sus primeras señales son de acercamiento al trumpismo. Una de las primeras comunicaciones de Rodrigo Paz, fue con Corina Machado, la venezolana recientemente nominada “Nobel de la Paz” que alienta la invasión norteamericana a Venezuela, a quien proclamó como “adalid de la democracia”.
Ningún cheque, ni apoyo al nuevo gobierno
Paz ganó, fundamentalmente, por el apoyo del masismo y, también, gracias a una prédica verborrágica populista del candidato a vicepresidente, el “capitán” Lara. Este capitán de la policía fue echado de la fuerza por hacer denuncias contra la corrupción de los mandos. Ha venido realizando una campaña “populista” en las barriadas más humildes (El Alto, etc.) prometiendo que no se tocarían sus “bonos”, y que, por el contrario estos serían aumentados para recuperar lo perdido por la inflación.Pero… en el transcurso de la campaña electoral -y más después del triunfo del domingo- Lara fue bajando los decibeles de sus “promesas”, llamando a la “unidad nacional”. Las medidas anunciadas por el nuevo presidente Rodrigo Paz, a partir de su asunción el 8 de noviembre próximo, chocarán con las ilusiones que pueden haber depositado en él importante parte de las masas campesinas y obreras.
Días antes de la elección nacional se realizó el congreso de la Central Obrera Boliviana (COB). Se aprobó una Tesis Política presentada por la Confederación de Fabriles donde –aunque se reivindica las famosas Tesis de Pulacayo votadas por un Congreso Minero en 1946, se lo hace como un saludo protocolar- se aprobó una orientación para impulsar una “economía mixta”, desarrollando “proyectos públicos-privados” para “consolidar una nueva forma de modelo económico”. Se trató de un congreso burocrático, sin participación de las bases trabajadoras, donde hubo un recambio de la figura desgastada de Huarachi, que fue obediente puntal de los gobiernos del MAS (e incluso colaboró inicialmente con el golpe del 2019), entregando las reivindicaciones de las masas.
En esta instancia, no se sentaron las bases para un plan de acción en defensa de los derechos de las masas trabajadoras y contra la ofensiva ajustadora que se implementará con el próximo gobierno de Rodrigo Paz, azuzado con la propuesta de una alianza con Tuto Quiroga y el derechista, Doria Medina, quienes tienen importantes bancadas en el parlamento boliviano. Y rodeado por la derecha continental pro Trump (declaración conjunta de apoyo de los gobiernos de EEUU, Argentina, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Panamá, Trinidad y Tobago, Dominicana y Paraguay).
Es necesario un verdadero congreso de las centrales obreras y campesinas, edificado a través de asambleas y plenarios de las bases, que realice un balance de la situación y apruebe una línea de independencia política a través del voto de un programa político/reivindicativo contra los “ajustes”.
Ni el “capitalismo para todos” que plantea Rodrigo Paz, ni el “capitalismo andino” del MAS de Evo Morales. Capitalismo es explotación y miseria. Hace falta crear una alternativa obrera y socialista: expropiación de los monopolios mineros e hidrocarburíferos y de la extracción e industrialización del litio. No pago de la deuda, nacionalización de la banca y del sistema privado de jubilación, sin pago de indemnización alguna. Herramientas esenciales para un verdadero plan de desarrollo bajo control y dirección obrera. Defender los intereses de los trabajadores: no a las privatizaciones, ni a los despidos de empleados públicos. No al aumento de los combustibles y la devaluación monetaria.
Algunos afirman que este es el cierre de la experiencia nacionalista burguesa/campesina protagonizada por el MAS. Craso error: el nacionalismo burgués en los países atrasados se recreará una y cien veces, hasta que sea reemplazado, efectivamente, por una dirección socialista revolucionaria. Hace falta construir un partido que represente realmente los intereses de las masas trabajadoras. Se replantea la lucha por poner en pie un partido obrero revolucionario de combate, que intervenga en todos los procesos políticos y de lucha de clases con una perspectiva estratégica de luchar por un gobierno de trabajadores.

