Internacionales
17/7/2025
"De la economía de la ocupación a la economía del genocidio"
Sobre el informe de Francesca Albanese acerca de las responsabilidades e intereses empresariales en los crímenes de lesa humanidad de Israel.

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Integrante de Judíes x Palestina
Fuente: El Diario.es
Francesca Albanese, Relatora de la ONU sobre la situación de los derechos humanos en Palestina y otros territorios árabes ocupados, presentó recientemente un informe que merece la atención de todos quienes estamos por el fin del genocidio y por la liberación palestina. Aunque ella aclara que es solo una aproximación a las empresas y corporaciones más grandes, se trata de un desglose de los intereses capitalistas detrás de la masacre en curso y los planes de limpieza étnica, colonización y reconstrucción de Gaza. El Secretario de Estado yanqui, Marco Rubio, anunció sanciones directas sobre Albanese, de la misma forma que han atacado recientemente del mismo modo a integrantes de la Corte Penal Internacional.
Los miles de millones de dólares en transferencias y aportes de armamento desde Estados Unidos y la Unión Europea hacia Israel no se explican solamente por un interés geopolítico general. Hay todo un circuito económico que garantiza que retornen a grandes empresas capitalistas todos esos recursos derivados de la explotación del pueblo palestino y los crímenes israelíes.
"Lo principal de este nuevo informe (...) es que este genocidio no ha sido evitado ni se ha parado porque es lucrativo. Hay gente que está haciendo dinero a costa del genocidio. Mucho dinero. Y quienes ganan mucho dinero están conectados a la estructura capitalista, desenfrenada, ilimitada, que prospera en la anarquía o en la opacidad de la ley." (Albanese en ElDiario.es, 25/6/25)
El mérito del enfoque del informe es que vincula directamente a empresas, entidades con y sin fines de lucro, privadas, públicas o estatales, con lo que sucede en el territorio palestino. Echa por tierra toda la fraseología del relato del conflicto religioso milenario, del "loco fascista suelto" Netanyahu, y le pone apellidos concretos al régimen sionista y los intereses imperialistas, más allá de los gobiernos de turno.
"Cuando las entidades corporativas continúan sus actividades y relaciones con Israel (con su economía, ejército, sectores público y privado vinculados al territorio palestino ocupado), se puede determinar que han contribuido conscientemente a: violación del derecho palestino a la autodeterminación; anexión de territorio palestino, mantenimiento de una ocupación ilegal y, por tanto, el crimen de agresión y las violaciones de derechos humanos conexas; crímenes de apartheid y genocidio, y otros delitos y violaciones conexos." (Punto 20. Informe "De la economía de la ocupación a la economía del genocidio").
A su vez, historiza la colonización y muestra el proceso histórico desde sus inicios. Esto no empezó el 7 de octubre de 2023, ni con el surgimiento de Hamas, ni con los acuerdos de Oslo de 1993, ni siquiera con las ocupaciones territoriales masivas de 1967 y 1948. "El colonialismo de asentamiento implica la extracción, el lucro y la colonización de tierras mediante la expulsión de sus propietarios. En Palestina, históricamente, las empresas han impulsado y facilitado el proceso de desplazamiento-reemplazo de la población árabe, fundamental para la lógica de la eliminación del colonialismo de asentamiento. El Fondo Nacional Judío, una entidad corporativa de adquisición de tierras fundada en 1901, ayudó a planificar y ejecutar el desalojo gradual de los palestinos árabes, que se intensificó con la Nakba y ha continuado desde entonces" (Punto 22).
También aborda instituciones que no están conectadas en forma directa con el armamentismo y la violencia directa. En este sentido, se comprende la importancia de las campañas de Boicot, Desinversión y Sanciones que impulsan los palestinos en todo el mundo, y se revaloriza nuestro reclamo cotidiano de ruptura de relaciones diplomáticas, comerciales y hasta académicas con Israel y su entorno. "Las instituciones financieras y académicas también han propiciado las condiciones para el desplazamiento y reemplazo de palestinos. Bancos, gestoras de activos, fondos de pensiones y aseguradoras han canalizado fondos hacia la ocupación ilegal. Las universidades —centros de crecimiento intelectual y poder— han mantenido la ideología política que sustenta la colonización de tierras palestinas, han desarrollado armamento y han ignorado o incluso respaldado la violencia sistémica, mientras que las colaboraciones internacionales en investigación han ocultado la supresión palestina tras un velo de neutralidad académica." (Punto 25)
Como denunciamos, las agresiones que sufre el pueblo palestino son valorizadas luego en el mercado, como es el caso de las armas y el software de espionaje. Los gobiernos del mundo, entre los que obviamente se encuentran los argentinos y en particular el de Milei y Bullrich, son compradores de estas mercancías testeadas en acción real. "La prolongada ocupación y las reiteradas campañas militares han proporcionado un campo de pruebas para capacidades militares de vanguardia: plataformas de defensa aérea, drones, herramientas de selección de objetivos basadas en IA e incluso el programa F-35, liderado por Estados Unidos. Estas tecnologías se comercializan posteriormente como «de eficacia probada en combate»." (Punto 30)
En el apartado "Sector militar: el negocio de la eliminación" se denuncia a Elbit Systems, Israel Aerospace Industries (IAI), Lockheed Martin, Leonardo SpA, FANUC, AP Moller – Maersk A/S, Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT).
En cuanto a la "Vigilancia y carcelalidad" el informe muestra el lado oscuro de la “nación de las startups”: NSO Group, IBM, Hewlett Packard Enterprises (HPE), HP Inc., Microsoft, Alphabet Inc. (Google), Amazon.com Inc., Palantir Technology Inc. Se comercializan herramientas de vigilancia biométrica, redes de cámaras, inteligencia artificial, drones, análisis de datos y computación en la nube, todas integradas en sistemas que permiten monitorear, controlar y oprimir a la población palestina.
También constructoras y contratistas aparecen denunciadas en "Disfraz de civil: Maquinaria pesada al servicio de la destrucción colonial": Caterpillar Inc., Israel Aerospace Industries (IAI), Elbit Systems, RADA Electronic Industries, Leonardo, HD Hyundai, Doosan, Volvo, Merkavim Transport Pty Ltd. Equipos de construcción han sido adaptados para demoler viviendas, infraestructuras y tierras palestinas, con un rol central en las operaciones militares desde hace décadas.
También por la "positiva" hay toda una industria del reemplazo, de la construcción luego de la dstrucción: "construyendo colonias y su infraestructura, extrayendo y comercializando materiales, energía y productos agrícolas, atrayendo visitantes a las colonias como si fueran un destino vacacional habitual. Después de octubre de 2023, estas actividades han mantenido un crecimiento sin precedentes en la industria de los asentamientos, y las entidades corporativas continúan impulsando y lucrando con la creación de condiciones de vida destinadas a destruir a la población palestina, incluyendo el corte casi total del suministro de agua, electricidad y combustible."
Lo mismo se refleja en el apartado "Casa en tierra robada": Caterpillar, HD Hyundai, Volvo, Heidelberg Materials AG, Hanson Israel, Construcciones Auxiliares de Ferrocarriles, Doosan, Keller Williams Realty LLC, KW Israel, Home in Israel: el sector inmobiliario promueve activamente la venta de propiedades en los asentamientos ilegales a compradores internacionales, normalizando la ocupación y contribuyendo al desplazamiento forzado del pueblo palestino.
Algo más familiar para Argentina, donde Mekorot desembarcó luego de las gestiones de Wado de Pedro y numerosos gobernadores, es "El control sobre los recursos naturales: la incubadora de condiciones de vida calculadas para destruir." Mekorot, Drummond Company Inc., Glencore plc, Chevron, NewMedEnergy, Grupo Delek, BP plc, Petrobras, Paz Retail and Energy Ltd. Israel ejerce un control absoluto sobre los recursos naturales palestinos: la población está expuesta al corte deliberado de agua, electricidad y combustible.
El equipo de Albanese mustra las prácticas de usurpación, de etiquetado de productos palestinos bajo denominaciones israelíes y el desarrollo del turismo en la ocupación mediante plataformas. "Comercio con los frutos de la ilegalidad" involucra a Tnuva, Bright Dairy & Food Co. Ltd., Netafim, Orbia Advance Corporation, AP Moller – Maersk A/S, Amazon.com, Booking Holdings Inc., Airbnb, Booking.com.
Bajo "Facilitadores", el informe agrupa empresas financieras, de investigación, jurídicas, de consultoría, de medios de comunicación y de publicidad. Hasta hay organizaciones benéficas que canalizan donaciones malversadas para terminar financiando a las colonias ilegales y al ejército. BNP Paribas, Barclays, Blackrock, Vanguard, PIMCO, Allianz, AXA, iShares, JP MORGAN, FTSE, MSCI, Drummond Company Inc., Glencore plc, Chevron, NewMedEnergy, BP plc, Petrobras, Paz Retail and Energy Ltd, Israel Bonds (DCI), Lockheed Martin, Caterpillar, Elbit Systems, HD Hyundai, Leonardo SpA, Norwegian Government Pension Fund Global (GPFG), Caisse de Dépôt et Placement du Québec, Christian Friends of Israeli Communities, Dutch Christians for Israel, Israel Gives, Fondo Nacional Judío (KKL-JNF), IBM, Alphabet, Amazon, Microsoft, MIT, Universidad Técnica de Múnich (TUM), Universidad de Edimburgo, Universidad Ben Gurion, Comisión Europea (CE), Municipalidad de Jerusalén, Israel Aerospace Industries (IAI)
La Relatoría Especial de la ONU concluye instando a los Estados a imponer sanciones y un embargo total de armas a Israel, suspender o impedir todos los acuerdos comerciales y de inversión y "hacer cumplir la rendición de cuentas" de las entidades corporativas. También hay toda una exhortación, un poco ingenua, a las empresas y corporaciones a cesar sus actividades en la ocupación y pagar reparaciones. También llama a la Corte Penal Internacional y a los poderes judiciales nacionales a que investiguen y procesen a los ejecutivos y/o entidades corporativas.
Convoca también "a los sindicatos, los abogados, la sociedad civil y los ciudadanos comunes a que presionen para que se hagan boicots, desinversiones, sanciones, justicia para Palestina y rendición de cuentas a nivel internacional y nacional". Nos quedamos con esto último: solo la movilización internacional en apoyo a la resistencia palestina, el combate contra los capitalistas y sus Estados imperialistas, mediante los métodos históricos de lucha de la clase obrera y los pueblos oprimidos, puede terminar con esta barbarie del sionismo.