Despenalización del aborto en México, una gran conquista del movimiento de mujeres

En un fallo histórico que declara inconstitucional una ley del estado de Coahuila que imponía de 1 a 3 años de cárcel a la mujer que practique el aborto o a quien se lo realice, la Suprema Corte de Justicia Nacional de México despenaliza la interrupción voluntaria del embarazo en todo el territorio. A partir de este fallo, se declara que no podrán ser penalizadas mujeres y personas gestantes que tomen la decisión de abortar durante la primera etapa del embarazo.

Cabe destacar que en los último años, en algunas pocas ciudades se había avanzado con la legislación (durante el mes de julio fue Veracruz ) que permitía la interrupción hasta la semana 12 de gestación. Son importantes pasos, aún cuando se trataba de medidas muy locales y solo en 4 estados desde el 2007 en adelante. Pero, también constituyen un gran antecedente del Supremo tribunal, posiblemente a la misma altura del fallo FAL en nuestro país.

Desde ya, no legaliza de manera automática la práctica, ni obliga a los estados a cambiar su legislación salvo en el caso de Coahuila pero es un precedente judicial para su aplicación en todo el territorio.

En este marco, las voces de sectores conservadores y de la Iglesia católica no se hicieron esperar: “Quienes estamos convencidos del valor de la vida no tenemos necesidad de una ley homicida como la que están aprobando” escribieron en un Twitt cuya cuenta pertenece a la Conferencia del Episcopado Mexicano.

El presidente López Obrador evitó posicionarse al respecto dada su condición de cristiano creyente y claramente para no confrontar con su base electoral en país donde la iglesia católica tiene un fuerte peso. Aunque también son conocidas sus expresiones polémicas en contra del movimiento de mujeres y diversidades a quienes exigió dejar de vandalizar el espacio público toda vez que las movilizaciones ponen a la vista de todxs, la extrema violencia a la que están sometidas las mujeres en dicho país. Mientras su propio gobierno decía que se habían desbordado las consultas en los centros de llamadas de emergencia, López Obrador afirmaba con total desparpajo que el 90% se trataba de bromas y no se emergencias reales. Negó que con la pandemia se incrementara la violencia en el interior de los hogares y adjudicó este éxito a que la familia es “el núcleo humano más fraterno”. Un negacionista en toda la línea que es desmentido de manera objetiva con las estadísticas.

El movimiento de mujeres y diversidades ha respondido, tanto al incremento de la violencia como al desconocimiento por parte del Estado, con enormes movilizaciones callejeras. Este factor de presión que crece en todo el país es el que hace posible el fallo contra la penalización del aborto.

Este es el método que conquistó el aborto legal en Argentina y que sirve de faro no solo para los países donde el aborto aún no se legaliza o los índices de violencia crecen de manera exponencial, sino también para aquellos lugares/regiones donde se intenta avanzar sobre los derechos conquistados como es el caso reciente de Texas.

Un movimiento organizado e independiente de los gobiernos y que profundice en la separación de las iglesias y el estado, es la única vía posible. Las pruebas están a la vista.