Este jueves a las 13:30 horas, el Frente de Izquierda – Unidad desarrollará una actividad frente a la Cámara de Comercio de Estados Unidos en la Argentina (Amcham), ubicada en Viamonte 1133, esquina Cerrito, en la ciudad de Buenos Aires. La misma tiene como consignas: “viva la lucha y la rebelión del pueblo de Estados Unidos. Justicia para George Floyd y Jacob Blake”, “fuera el imperialismo de América Latina”, “por el triunfo de la lucha obrera y popular contra el golpe en Bolivia”, “ningún acuerdo con el FMI. No al pago de las deudas externas. Que la crisis la paguen los capitalistas”.

Se trata de una iniciativa discutida en la Conferencia Latinoamericana y de los Estados Unidos, que se desarrolló en forma virtual entre el 30 de julio y el 1 de agosto. Para estos días se discuten actividades similares en otros países de la región. Por caso, en San José de Costa Rica habrá un acto frente a la embajada norteamericana el viernes 28.

La actividad del FIT-U plantará bandera en solidaridad con la rebelión norteamericana, desatada por el crimen de George Floyd a manos de las fuerzas policiales, a fines de mayo. La lucha de las masas norteamericanas, en uno de los centros de la pandemia y de la crisis capitalista, ha golpeado fuertemente al gobierno de Donald Trump.

 

Entre las consignas de la actividad figura el nombre de Jacob Blake, la más reciente víctima del gatillo fácil por parte de las fuerzas policiales norteamericanas. Este joven afroamericano de 29 años recibió siete balazos por la espalda este domingo en Kenosha, Wisconsin, encontrándose actualmente hospitalizado. Hubo grandes manifestaciones en repudio a la agresión, que fueron respondidas con la imposición del toque de queda por parte del gobierno estadual, en manos de los demócratas. El aparato represivo se encuentra apañado por los dos grandes partidos yanquis.

Al mismo tiempo, la reivindicación de la lucha de las masas bolivianas tiene en esta actividad un significado especial, dada la complicidad del imperialismo en el golpe criminal que coronó a Jeanine Añez como presidenta.

Finalmente, el planteo de ningún acuerdo con el FMI y no pago de la deuda externa pone la lupa en el sometimiento del gobierno argentino a los grandes acreedores y el imperialismo.