El gobierno nicaragüense ordena la detención del escritor Sergio Ramírez

La Fiscalía de Nicaragua ordenó la detención de Sergio Ramírez, exvicepresidente y escritor, acusándolo de “actos que fomentan e incitan al odio y la violencia”, una acusación bajo la cual se ha detenido también a varios dirigentes políticos de oposición en el país.

Ramírez fue vice del actual presidente Daniel Ortega durante su primer mandato, entre 1985 y 1990. Luego fue presidente de la bancada del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) hasta 1995, cuando rompió para formar el Movimiento Renovador Sandinista (MRS), una fuerza que cambió su nombre a principios de este año por Unamos.

Como escritor, Ramírez fue galardonado en 2017 con el Premio Cervantes.

Ramírez se encuentra fuera de Nicaragua como parte de una gira para la presentación de su último libro. En junio, declaró como testigo ante la Fiscalía por presuntos nexos con la Fundación Violeta Barrios de Chamorro, una organización cuya dirigente -que también aspiraba a presentarse como candidata presidencial- fue arrestada este año.

En noviembre están convocados los comicios en el país centroamericano, pero Ortega ha detenido o impedido la presentación de las principales fuerzas de oposición.

En 2018, ante una reforma fondomonetarista que rebajaba las jubilaciones, el pueblo nicaragüense se sublevó contra el régimen de Ortega, que aplicó una represión criminal que dejó una gran cantidad de muertos (más de 300, según algunas estimaciones).

Mónica Baltodano, quien fue una de las dirigentes de la revolución sandinista de 1979 que derrocó al dictador Anastasio Somoza, y es en la actualidad referente de la lucha por los derechos democráticos, se ha visto obligada a abandonar el país -junto a su familia- ante la persecución del régimen.

Ortega tuvo buenos vínculos con el imperialismo norteamericano, pero estos se han agriado. Un sector derechista de la oposición nicaragüense, en ese marco, busca el aval de Estados Unidos.

Es necesario enfrentar al gobierno desde un campo de independencia política. Por el derecho al retorno de los miles de exiliados que debieron partir del país a raíz de la rebelión de 2018; por la libertad de los presos políticos; por el pleno derecho de organización de obreros, estudiantes y campesinos.