Internacionales
20/7/2023
El Partido Obrero participó de la conferencia internacional de Milán
Reclamamos una campaña de movilización contra la guerra imperialista
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Movilización en Londres
Se realizó el 15 y 16 de julio en Milán una reunión que se denominó de “fuerzas internacionalistas”. El principal promotor del encuentro fue la organización italiana Lotta Comunista, a instancias de la cual fue formado un Comité Organizador de siete grupos italianos, que impulsó la invitación sobre la base de un texto muy breve que caracteriza de manera general la existencia de una crisis capitalista del orden de la posguerra, y critica al imperialismo y la guerra sin asumir una posición frente a esta de tipo concreto ni un llamado a la acción. El encuentro se tituló “La crisis en el orden mundial imperialista y la respuesta del proletariado”.
La convocatoria tuvo una importante respuesta, de unas veinticinco organizaciones, sean nacionales o fracciones con secciones en varios países. Estas organizaciones incluyen grupos anarquistas, de tradición bordiguista[1] y grupos que provienen del trotskismo. Pero la mayor heterogeneidad fue en cuanto a las posiciones frente a la guerra que se desenvuelve en Ucrania. Allí se encuentran desde grupos como la UIT-CI que se destacan por plantear la necesidad de organizar el apoyo material para quienes combaten en el bando ucraniano que se encuentra objetivamente dirigido, financiado e integrado por las fuerzas imperialistas de la Otan, hasta el grupo de militantes del Internationalist Group[2] en Italia que llaman al apoyo militar a Rusia bajo el gobierno de Putin en la invasión de Ucrania. En cambio, por lo menos 10 de las organizaciones, con diversos análisis, coincidimos en caracterizar a ambos bandos en la guerra como reaccionarios y levantar el planteo de derrotismo revolucionario, en muchos casos planteando la necesidad de movilizarse por el derrocamiento de los gobiernos que impulsan la guerra, contra las sanciones económicas a Rusia que sufre el pueblo y el aumento de los presupuestos militares y la carrera armamentística.
De la conferencia no salió ninguna posición contra la guerra ni una acción práctica de ningún tipo. Tampoco tuvo un carácter de evento público para interesar a sectores de los trabajadores y la juventud en sus deliberaciones, sino que funcionó de manera clandestina. Entre los planteos de continuidad se editará un boletín con las contribuciones escritas de todas las organizaciones y se realizará una nueva conferencia en principio en enero o febrero de 2024. El PO participó de la conferencia y está abierto a participar de nuevos intercambios que surjan a futuro, pero rechazamos firmar un documento genérico junto a organizaciones que apoyan, en diversos grados, la acción de la Otan en el este europeo, o que apoyen a la invasión de Putin. Insistimos en la necesidad de una acción de reagrupamiento contra la guerra imperialista de las organizaciones que compartan esa definición.
La única resolución concreta tomada en la conferencia fue un llamado inmediato a la liberación de los presos en Jujuy y la anulación de la condena a Arakaki y Ruiz, hecha por Guillermo Kane, el delegado del PO. Valoramos la disposición a esta solidaridad obrera internacional, cuestión de principios y condición elemental necesaria para reconstituir un movimiento internacionalista.
El debate de la guerra
Las divergencias sobre el problema de la guerra en curso y el rol a jugar de la izquierda que se reivindica revolucionaria dominaron la asamblea. El planteo del PO hacia la conferencia fue claro. El alineamiento de gran parte de la izquierda con el bando de la Otan, y en menor medida con la también reaccionaria invasión de Putin, fue un salto en un proceso prolongado de adaptación al Estado capitalista y al régimen político de gran parte de sus fuerzas.
Este proceso es preexistente, con una participación izquierdista en los gobiernos que con cáscara progresista han llevado adelante la tarea de descargar el ajuste contra las condiciones de vida de la población explotada, desde Biden a Lula y Syriza. La falta de un movimiento de masas contra la guerra imperialista en curso, como los que han existido en el pasado, es en parte resultado de este rol negativo de gran parte de las direcciones de la izquierda y el movimiento obrero, alineadas con la ofensiva imperialista y haciendo esfuerzos políticos de presentarla como un hecho de defensa nacional de Ucrania contra el agresor ruso, haciendo abstracción de la colonización de Ucrania por Occidente y su uso como un peón militar de la Otan.
En este campo de apoyo objetivo, aunque presentado como crítico a la ofensiva militar del imperialismo, se ubicaron la UIT-CI de Izquierda Socialista, LIS del MST, el PCL italiano, la Liga por una Quinta Internacional y Sinistra Anticapitalista, la sección italiana del Secretariado Unificado. Todos ellos reivindican la ayuda militar de la Otan a Ucrania bajo el argumento de la defensa nacional. La caracterización de China y Rusia como potencias imperialistas ascendentes sirve de cobertura para un seguidismo objetivo a la política de la burguesía europea y norteamericana.
Una posición contradictoria fue expresada por el NPA francés de izquierda que quedó constituido luego de la ruptura del grupo del Secretariado Unificado. Si bien plantean la hipótesis de una resistencia independiente ucraniana, y tienen en su interior un debate con posturas divergentes sobre la guerra, se han opuesto a la campaña de “Armas para Ucrania” de los rupturistas del NPA e incluso propusieron en la conferencia una campaña contra la ayuda militar de la Otan y las sanciones a Rusia, que dañan al pueblo. Sin embargo, por lo menos algunos de sus oradores reivindican lo que denominan una resistencia nacional de Ucrania. Hacen una crítica del seguidismo imperialista de los escisionistas del NPA sin poder asumir la posición revolucionaria del derrotismo, tratando de separar la acción militar de Ucrania de su confluencia efectiva con la Otan.
En nuestra polémica pusimos de manifiesto cómo estas posiciones supuestamente autónomas llevan a un terreno común con la reacción, desde la colaboración de la sección ucraniana de la LIS con la ultraderecha anticomunista, como denunció el SEP de Turquía cuando rompió con esa organización, a la reciente presentación en el congreso de DSA en Estados Unidos de una enmienda de parte de los simpatizantes norteamericanos del PCL defendiendo los envíos militares a Ucrania votados por los diputados de la organización contra cuestionamientos por izquierda. La guerra y la profundización de la crisis internacional abren una brecha mayor entre internacionalismo o colaboración de clases.
Síntomas de una reacción internacionalista en Italia
Que la organización Lotta Comunista[3], numerosa para el panorama de la izquierda italiana, salga de una actividad mayormente autoreferencial y tenga la iniciativa de realizar esta conferencia, es una señal del impacto de la crisis internacional y en particular la guerra sobre el conjunto de la izquierda.
No es la única reacción. El SI Cobas, un gremio de base combativo de 25 mil afiliados tomó el 11 de julio la iniciativa de convocar una asamblea abierta en Milán contra la guerra, de carácter público, con participación de organizaciones políticas y sociales, con más de 300 personas y votando un plan de acción que incluye coordinar un plan de asistencia a refugiados, acciones contra la guerra y preparar una marcha a la base militar Ghedi, compartida por la Otan y la Fuerza Aérea Italiana.
Reiteramos nuestro llamado
Como planteamos desde el manifiesto internacional votado en el congreso del PO en el 2022, como reiteramos hace poco en la declaración común con el SEP de Turquía, que fue nuestra ponencia en la conferencia de Milán por acuerdo con esta organización, urge poner en marcha una acción internacional contra la guerra. Esta es hoy la condición inmediata para una acción de frente único de los revolucionarios. Estrechar lazos para reorganizar un movimiento revolucionario internacionalista tiene como precondición una acción principista común contra la guerra en curso. En este marco, se deben establecer los principios programáticos revolucionarios elementales que puedan organizar una acción común en la construcción de una dirección y una organización común.
Hemos participado en la conferencia de Milán porque ha sido un foro de debates concurrido por importantes luchadores y organizaciones.
El intercambio de ideas y debates es positivo. Pero necesitamos un frente único de acción contra la guerra. Y quienes nos reivindicamos revolucionarios e internacionalistas tenemos la responsabilidad y obligación de ponerlo en marcha para enfrentar la masacre que se acrecienta.
¡Manos a la obra!
[1] Por el co-fuundador del PC italiano Amadeo Bordiga, una escisión del PCI que rechaza la participación electoral de los comunistas y consideró desde los años 30 a la URSS como un capitalismo de Estado.
[2] Una escisión del espartaquismo norteamericano, un grupo sectario escindido a su vez del SWP norteamericano.
[3] Lotta Comunista, la principal organización convocante, es una formación muy particular en el panorama de la izquierda mundial. Reivindican un antecedente político en sectores que participaron en la resistencia a los fascistas y los nazis en los 40 y que resultan de la confluencia de anarquistas y bordiguistas. Sus posiciones destacan a un capitalismo que estaría en un ascenso constante de sus capacidades productivas, niegan la existencia de países atrasados y reivindicaciones nacionales pendientes. Con los años han constituido una línea política muy aislada del resto de la izquierda, concentrada en vender sus materiales, abrir locales, hacer charlas y cursos de formación, y reclutar a su organización. Sus militantes de traje y corbata obligatorio se caracterizan por ir puerta por puerta ofreciendo sus suscripciones y materiales. No participan de las elecciones. Tienen una importante actividad editorial, habiendo reemplazado al PC Italiano como el principal editor de las obras de Marx, Engels y Lenin en el país. Tienen una representación importante en el movimiento obrero, aunque integrada pasivamente a la mayoría burocrática de la CGIL, según denunciaron otras corrientes italianas en la conferencia. Realizan también, desde la pandemia, una importante tarea de asistencia social en los barrios con alimentos que compran con recursos de la organización, despreciando encarar reclamos de movilización contra el Estado.
https://prensaobrera.com/internacionales/guerra-de-ucrania-entre-el-motin-mercenario-y-la-nueva-escalada-de-la-otan