Este lunes 11 se llevó a cabo una jornada de paro general y movilizaciones en Cisjordania y Jerusalén Este que repudió el genocidio israelí en la Franja de Gaza. A la fecha, hay ya más de 18 mil muertos, dos millones de desplazados, y la región está sumida en una catástrofe humanitaria como fruto del bloqueo sionista, que la desabastece de medicinas, alimentos, agua y combustibles.

La convocatoria partió de una coalición llamada Fuerzas Nacionales e Islámicas (National and Islamic Forces, en inglés), que incluye a Fatah (el partido que dirige la Autoridad Palestina), Hamas, la Jihad Islámica, el Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP) y el Frente Democrático para la Liberación Palestina (FDLP), entre otras organizaciones.

Hubo cierre de comercios, escuelas y oficinas de gobierno, y también se plegó el transporte público. En Hebron, Ramallah y otras localidades hubo manifestaciones, con familias enteras que se volcaron a las calles. Vale señalar que 260 palestinos han sido asesinados en esta región desde el 7 de octubre, ya sea en redadas del ejército israelí o en ataques de bandas de colonos armados.

La huelga tuvo un alto impacto en Jerusalén Este. Según un cable informativo de la agencia AFP que reproduce el Times of Israel (12/12), “en la Ciudad Vieja de Jerusalén Oriental, casi todas las tiendas cerraron con excepción de los negocios esenciales como comestibles y farmacias”.

La jornada trascendió las fronteras palestinas, ya que también hubo cierre de comercios en Jordania y algunas ciudades de Turquía. En el caso del Líbano, el gobierno dispuso un cierre de las oficinas públicas.

La huelga en los territorios palestinos se inscribe en una respuesta internacional contra el genocidio en Gaza, que ha incluido protestas en los campus universitarios estadounidenses, movilizaciones multitudinarias como las de Londres y el mundo árabe, y acciones obreras como los bloqueos en el Reino Unido sobre fábricas de armamento que abastecen a Israel.

El genocidio contra el pueblo palestino cuenta con el aval de la Unión Europea y Estados Unidos, que proporciona bombas y proyectiles al ejército sionista.

Extendamos la solidaridad con el pueblo palestino.

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