Grave persecución eclesiástica y gubernamental contra un docente chileno

Rechazamos la denuncia contra Aníbal Navarrete.

Aníbal Navarrete es un docente de historia del Liceo República del Ecuador de Tomé y activista. El día 18 de junio del año corriente en el marco de una clase de comparación de diferentes visiones sobre el quiebre de la democracia en Chile, el régimen militar y el proceso de recuperación de la democracia del siglo XX, considerando los distintos actores, experiencias y puntos de vista; Aníbal expone la situación de un docente detenido por romper los torniquetes de un subte durante el alzamiento social de octubre de 2019 y manifiesta que no se trata de una acción delictiva ya que la misma responde a un contexto determinado por una rebelión. En ese momento, se produce un intercambio con un estudiante que acusa a los manifestantes de agresores públicos y el docente replica teniendo en cuenta un análisis contextual. El problema se produce cuando este debate es grabado, subido a las redes sociales, se viraliza y es difundido por una vocera de la agrupación cristiana “Con Mis Hijos No Te Metas” hasta llegar hasta la Superintendencia de Educación chilena que vía comunicado confirmó el ingreso de una denuncia de oficio contra el docente.

El Estado delincuente

El gobierno de Sebastián Piñera lleva a cabo en Chile políticas de ajuste que han desembocado en trabajadores de la salud sobreexplotados y un sistema de salud colapsado, que se manifiesta en picos de hasta 9 mil contagios diarios. Se agrava la situación con una cacería de brujas: presos políticos y asesinatos durante la rebelión en 2019. Es una violación sistemática de los derechos humanos. Se pretende sacar de escena toda expresión de lucha, como ocurrió recientemente con el caso de la detención al convencional electo por la Lista del Pueblo y ahora con la persecución política al docente aquí mencionado.

El grupo “Con Mis Hijos No te Metas”, que recibe financiamiento directo de sectores derechistas de Estados Unidos, se ha sumado a la cruzada del gobierno, vulnerando a un docente en su territorio de trabajo. De todos los conflictos que conlleva la virtualidad para docentes y estudiantes, la exposición del docente es uno de los menos advertidos y, junto con la intervención de la iglesia en las clases, es algo que debe ser repudiado en todo el continente.

El caso de Aníbal Navarrete no sólo lo entendemos como un perjuicio hacia la labor docente, sino como una política de intromisión de la Iglesia que se viene desarrollando hace años con complicidad de los estados en Chile, en Argentina y en muchas otras partes del mundo, como es en el caso de los programas de estudio y la educación sexual. Por eso repudiamos el entrometimiento de estas organizaciones en la educación y repudiamos el accionar de la Superintendencia de Educación que acoge la denuncia y legitima la persecución política.

¡Que se vaya Piñera! Por una Constituyente libre y soberana.