Honduras: humo negro contamina el aire

Alerta roja en 7 departamentos.

Mientras las patronales degradan las condiciones de hábitat, el Estado lo avala sin controles.

Habitantes de Tegucigalpa amanecieron el lunes 20 de mayo con una inmensa nube de humo oscuro y altamente contaminado. A raíz de esto, se declaró la emergencia en 7 departamentos.

Según informó Ingrid Flores, directora de la Unidad Municipal de Gestión de Riesgos, para CNN Español (20/05): “El Índice de Calidad de Aire (ICA) amaneció este lunes en Tegucigalpa en nivel peligroso, al alcanzar el número 456. La calidad del aire según la funcionaria edilicia se divide en seis niveles y de cero a 50 es el nivel óptimo para la respiración de humanos”.

La humareda, que ha provocado la suspensión de vuelos, clases, el retorno del trabajo remoto y la utilización de barbijos para salir a la vía pública, es resultado de los 220 incendios forestales y de las talas indiscriminadas, que ya han afectado más de 200 mil hectáreas en Centroamérica. Detrás de estos episodios se encuentran las manos de la burguesía especuladora inmobiliaria, metida en el negocio maderero ilegal.

Sucede que los bosques de Centroamérica poseen una importante variedad de fauna. Las maderas de los árboles se convierten en mercancías que dan altos dividendos. Su destrucción se produce gracias a gobiernos que miran al costado y promueven los negocios destructores del medio ambiente. Pese a existir leyes y ordenanzas que la protegen, el Estado hondureño, hoy conducido por Xiomara Castro, ajusta en dichas áreas y juega al “todo pasa”.

Al igual que México DF, la capital hondureña se encuentra emplazada en un valle rodeado de altas montañas, paredes naturales que hace más dificultosa la creación de corrientes de aire. De este modo, ambas capitales comparten los primeros puestos en el ranking de sitios con mayor nivel de contaminación en el aire.

El humo ha afectado con dificultades respiratorias, erupciones cutáneas e inconvenientes oftalmológicas (conjuntivitis) a una porción importante de la población.

Al tizne se le agrega el alza de temperaturas promedio. Pasando de los 20 y 30 grados, a los 36, e inclusive los 44 al sur del país.

La destrucción de bosques es el aniquilamiento de pulmones verdes, fundamentales para la vida humana y animal en Centroamérica y el mundo. Los arboles brindan sombra y ayudan al control de la temperatura de la tierra y oxigeno.

Mientras las patronales degradan las condiciones de hábitat, el Estado lo avala sin controles. La lucha en defensa del medioambiente, es también contra la burguesía deforestadora y precarizadora. Socialismo o barbarie capitalista.

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