Internacionales
22/1/2025
Importantes huelgas sacuden a Europa
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En Bélgica, los huelguistas rechazan la elevación de la edad jubilatoria
El mes de enero ha mostrado una explosión de conflictos obreros en el continente europeo. Trabajadores se declararon en huelga para protestar por los bajos salarios, las malas condiciones laborales y el ataque a los derechos jubilatorios.
En Bélgica, el paro conjunto de trabajadores aeronáuticos y de ferroviarios el pasado 13 de enero generó un verdadero caos en el trasporte público del país, huelga nacional que sumó además a maestros y profesores, todos en conflicto contra el recorte de tres mil millones de euros a las pensiones y prestaciones sociales. La huelga fue activa, e incluyó una multitudinaria marcha de 30.000 manifestantes que tomaron las calles de Bruselas para oponerse a una propuesta de reforma de las pensiones. En un problema que se repite en Argentina, las huelgas belgas son por el avance contra los regímenes especiales, que permiten jubilarse antes a los trabajadores ferroviarios, policías y militares.
Las y los trabajadores también denuncian que los principales partidos, que están inmersos en fuertes disputas políticas para tratar de formar gobierno tras las elecciones legislativas de hace siete meses, coinciden, sin embargo, en el avance contra las jubilaciones, incluyendo el ataque a la sostenibilidad de la pensión mínima y de sus valores, por lo que las mujeres trabajadoras, en particular, van a perder mucho si se aprueban las medidas. El combo es completo, porque además se viene aumentando gradualmente la edad de retiro, que para 2030 se quiere llevar a los 67 años. La jubilación no sólo está cada vez más lejos, sino que se hace imposible alcanzar una pensión completa si no se suman 45 años de trabajo continuos, algo prácticamente descartado por los despidos y la precarización laboral creciente.
En el Reino Unido, los maquinistas de tren convocaron a un calendario de huelgas de un día y una prohibición de horas extras entre el 30 de enero y el 5 de febrero. Los conductores de trenes se encuentran inmersos en una larga disputa sobre los salarios, que no han aumentado en cinco años.
En Italia, el 24 de enero se anunció una huelga del transporte público de 24 horas, mientras también pararán los controladores aéreos, precedidos por una medida de fuerza de los taxistas romanos.
En Alemania, los conductores de trenes se declararán en huelga del 24 al 29 de enero, medidas de fuerza que son parte de una serie de paros en una larga disputa con el operador de trenes Deutsche Bahn sobre horas, salarios y condiciones de trabajo. Las huelgas abiertas podrían afectar a la red ferroviaria alemana en los próximos meses, si no se llega a un acuerdo en las próximas negociaciones colectivas.
En Finlandia, el sindicato de trabajadores de aeropuertos, que representa a unos 12.000 empleados, va a una huelga de 48 horas los días 1 y 2 de febrero. La compañía nacional Finnair reconoció públicamente que espera que la huelga tenga un impacto muy significativo en los vuelos.
Por su parte, en el cuadro de una situación educativa muy grave en toda Europa, todos los sindicatos docentes de la región vasca en el Estado Español convocaron un plan de lucha que consta de 12 días de huelga, acompañados de movilizaciones en varias de esas jornadas, con el reclamo de terminar con el aumento de las cargas laborales (como ocurre en Argentina), adelantar la jubilación, recuperar el poder adquisitivo, estabilizar y garantizar el empleo, así como asegurar la salud laboral y la igualdad. El gobierno vasco envió una carta a las familias con el objeto de colocarlas en contra de la medida, que no retrajo a las y los trabajadores de la educación, lo que obligó al gobierno a aclarar que siempre mantendrán el diálogo para arrimarse a un acuerdo.
Ataque y respuestas
La reacción obrera en el viejo continente es el resultado de un amplio proceso de ataques a las condiciones de vida de los y las trabajadores. En el Estado Español, el 26.5% de la población está por debajo de la línea de pobreza, y el 9% sufre «carencia material severa», lo que en nuestro país definimos como indigencia. «El 33.5% de los niños, 31.2% de los jóvenes y el 27.5% de las mujeres viven en situación de pobreza o exclusión social, lo que coloca a España en el tercer lugar en el ranking de pobreza (El País, 15/1). Se trata de una realidad que involucra a toda Europa que, en promedio, tiene un índice de pobreza y exclusión social del 21.4 % de la población.
La creciente conflictividad social preocupa a la clase capitalista europea hoy más que nunca, cuando la política anunciada por Trump de guerra comercial contra los imperialismos rivales exige una explotación mayor de los trabajadores por parte de los patrones de la Unión Europea, en una acción conjunta de parte de todos los países miembros, para tratar de contrarrestar la ofensiva yanqui.
En medio de una situación mundial dominada por la decadencia capitalista, las guerras, el aumento de la pobreza y de la opresión, en la Europa de Emmanuel Macron, Pedro Sánchez o Giorgia Meloni, en los Estados Unidos de Trump o en la Argentina gobernada por Milei, el giro cada vez más derechista de los capitalistas y sus gobiernos no es la única novedad. Las luchas obreras que surcan el planeta, plantean el esfuerzo de la clase trabajadora de abrirse paso con una lucha que quiebre la ofensiva patronal y abra una salida obrera.