El siguiente artículo fue publicado en el blog Il Pungolorosso. El proyecto al que se refiere el artículo introduce el delito de “revuelta en prisión”, endurece las penas en el marco de las “manifestaciones callejeras”, transforma el “bloqueo de carreteras” (por lo tanto, principalmente los piquetes de trabajadores en una huelga) en un delito penal, endurece las penas para los delitos de “ultraje y resistencia a un funcionario público” y, por último, pero no menos importante, hace posible que los agentes de policía y de seguridad pública lleven armas ilegalmente.

A toda prisa, el proyecto de ley liberticida 1660 impulsado por el trío Piantedosi-Nordio-Crosetto fue desestimado por las Comisiones y el 10 de septiembre comenzará a discutirse en las Cámaras.

Por una vez podemos reproducir en este blog, sin provocarnos un ataque de urticaria, dos párrafos de un artículo de Eleonora Martini sobre el “manifiesto”:

“Las comisiones de Asuntos Constitucionales y Justicia de la Cámara aprueban el texto gubernamental. Dos reclusos más se suicidan. Un hombre en huelga de hambre se ahorcó en su celda de Biella, otro en los baños del Tribunal de Salerno. El nuevo delito de ‘revuelta’ se persigue tanto en centros penitenciarios como en centros para refugiados con protección internacional y menores extranjeros no acompañados.

“La última oportunidad de corregir al menos un poco el furioso proyecto de ley gubernamental sobre ‘Seguridad’ en las comisiones mixtas de Asuntos Constitucionales y de Justicia de la Cámara, antes de su llegada a la Cámara prevista para el 10 de septiembre, se hundió justo cuando se registraban los suicidios de dos otros presos: 65 desde principios de año, a los que hay que añadir 7 funcionarios de prisiones: un hombre de origen albanés de 55 años, en huelga de hambre para obtener el traslado a una prisión más cercana a su familia, se ahorcó en su celda en Biella y otro se suicidó en el baño del Tribunal de Salerno. En las mismas horas, en Potenza, un joven migrante de 19 años murió en el CPR, asesinado por alguien -según el mismo fiscal que abrió la causa- que no lo atendió, porque hace apenas unos días el niño habían intentado quitarse la vida tragándose trozos de vidrio. Pero, paradójicamente, la maquinaria represiva contra la protesta que se desató inmediatamente después – “revuelta”, según el “nuevo delito” introducido en el Código Penal con el artículo 18 del proyecto de ley Piantedosi-Nordio-Crosetto- estaba perfectamente engrasada”.

Nada significativo que decir sobre la llamada oposición. Intentó aquí y allá, en tal o cual artículo, “reducir el daño” sin hacer ruido y mucho menos obstruccionismo. Nada de fotos solemnes en la plaza, todos juntos, apretujados como una falange romana: son escenas, o parodias, reservadas a la “gran batalla” de los nombramientos en Rai…

Por lo tanto, como argumentamos en las asambleas del 21 de julio y 4 de agosto, la oposición al DDL nos corresponde a nosotros, a la Red Libres para Luchar y a todas las organizaciones e individuos que quieran sumarse a esta Red.

El gobierno Meloni tiene prisa. También necesitamos acelerar.

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