El gobierno fascistoide-parlamentario de Giorgia Meloni quiere hacer aprobar el próximo 10 de septiembre un “protocolo” de seguridad, que modifica sustancialmente, en forma negativa, el derecho a hacer huelgas, manifestaciones y luchas tanto contra las políticas guerreristas/imperialistas que lleva adelante, como contra la explotación y discriminación de los trabajadores. Publicamos a continuación un Manifiesto, que fue discutido y votado en dos grandes plenarios los días 21 de julio y 4 de agosto (en los cuales el PO participó solidariamente a distancia) donde se constituyó la Red Libres para Luchar-Detengamos Juntos el DDL 1660 y un plan de movilización para oponerse a su aprobación. Esperamos que el resto de la izquierda italiana y el movimiento obrero combativo se sumen a esta iniciativa de lucha de frente único.
Todo nuestro apoyo a los compañeros, trabajadores y demócratas italianos que se oponen y movilizan contra la legislación fascistoide represiva de Meloni y Cía.

Desde hace muchos años, con los pretextos más variados, gobiernos de distintos colores han introducido leyes para limitar la capacidad de huelga, de lucha, de manifestación.

El gobierno de Meloni está decidido a continuar esta operación dando un salto cualitativo y cuantitativo con respecto a los gobiernos anteriores mediante el proyecto de ley 1660, que se presenta al Parlamento para su debate y aprobación el 10 de septiembre.

Con esta «ley bastón», el gobierno quiere «ajustar cuentas» con todas las realidades y experiencias de lucha en curso y crear los instrumentos jurídicos necesarios para cortar de raíz los futuros e inevitables conflictos sociales. La tendencia cada vez más pronunciada a la guerra en el frente exterior requiere un contexto social pacificado en el frente interior, y todos los aparatos del Estado están «trabajando» para ello.

La DDL 1660, al introducir nuevos delitos y nuevas penas agravantes, golpea al mismo tiempo las manifestaciones contra las guerras, empezando por las que se oponen al genocidio en Gaza, y las que se oponen a la construcción de nuevos asentamientos militares; los piquetes obreros; las protestas contra las «grandes obras», la catástrofe ecológica, la especulación energética; las formas de lucha que estos movimientos utilizan para aumentar su eficacia, como los bloqueos de carreteras y ferrocarriles; las ocupaciones de casas vacías. Y contiene normas muy duras contra cualquier forma de protesta y resistencia, incluso pasiva, en las cárceles y centros de detención de inmigrantes sin permiso de residencia, incluso contra las protestas de familiares y simpatizantes en su apoyo.

La DDL 1660 llega también a castigar el «terrorismo de la palabra», es decir, la detención de escritos que alaben la lucha, ya que, rascando eso, detrás del recurso a la categoría «terrorismo», utilizada a propósito para crear miedo, no hay más que lucha de clases y luchas sociales y ecológicas.

La DDL 1660, al tiempo que criminaliza todas las formas de disidencia, prevé la impunidad total para las fuerzas del orden, que serán protegidas aún más en los casos cada vez más frecuentes de «abuso de uniformes» y podrán portar armas incluso cuando estén fuera de servicio: restricción máxima de la libertad de lucha para todos por un lado, ampliación máxima del poder de reprimir, golpear y castigar para las «fuerzas del orden», al abrigo de cualquier responsabilidad por su comportamiento.

Este proyecto de ley forma parte del programa reaccionario más general del gobierno Meloni (Dios, patria, familia) y es funcional a la economía de guerra, a la carrera hacia el rearme y a una nueva guerra global; está redactado al dictado de los mandos militares italianos, europeos y de la OTAN, y en línea con la restricción de las libertades políticas que se está configurando en todos los países del viejo continente: lo firman juntos, no por casualidad, los tres ministros del Interior, de «Defensa» y de «Justicia» (Piantedosi, Crosetto, Nordio).

Una ley liberticida, esclavista, de estado policial, ¡que hay que parar absolutamente!

Queremos unir nuestras fuerzas para rechazar este diseño político, y afirmar que nos sentimos libres para continuar la lucha.

Hay que parar este DDL: pero seguramente no lo pararán las oposiciones parlamentarias, las que en los últimos años han aprobado los decretos Minniti y los decretos Salvini; las que apoyan fanáticamente la guerra entre la OTAN y Rusia en Ucrania; las que no han movido un dedo contra el genocidio en Palestina porque siempre han estado del lado de la opresión colonial y racista del sionismo contra las masas palestinas.

Sólo el relanzamiento de las luchas proletarias, sociales, ecológicas y antibelicistas, sólo un gran movimiento unitario contra este DDL en los centros de trabajo, en los estudios y en las plazas, podrá impedir que se apruebe la ley y, si se aprueba, oponerse a su aplicación y servir de freno a la represión patronal y estatal: Es con este objetivo que nuestras asambleas han iniciado un diálogo entre movimientos y experiencias que en los últimos años casi siempre se han ignorado mutuamente mientras todos caían, de una forma u otra, bajo los golpes de la justicia, la policía y los carabinieri.

Por esta razón, después de las dos asambleas del 21 de julio y 4 de agosto, y la asamblea convocada por el SI Cobas el 28 de julio, pusimos en la agenda la constitución de una coordinación permanente entre movimientos, colectivos, organismos, sindicatos, organizaciones políticas y activistas individuales que comparten el objetivo de una movilización unitaria contra el DDL 1660 y el diseño militarista y belicista que expresa, con la invitación a establecer nodos locales de esta Red para promover iniciativas generalizadas de lucha y sensibilización.

Esta coordinación toma el nombre de Red Liberi/e di lottare – Fermiamo insieme il DDL 1660 (Libres para luchar – Paremos juntos el DDL 1660) precisamente porque lo que está en juego es la posibilidad misma de movilizarse contra las guerras en curso, contra la explotación del trabajo, el expolio de la naturaleza, la especulación constructora y energética, el racismo de Estado que discrimina a las poblaciones inmigrantes, los ataques a los derechos adquiridos de las mujeres, la posibilidad de resistir y luchar por los encarcelados en los CPR y en las cárceles, donde cada día mueren personas de violencia, tortura y desesperación.

La Red está abierta a acoger a quienes compartan sus objetivos, con sólo tres (pero ineludibles) factores discriminatorios: estar por el rechazo total del DDL, que no puede ser reformado ni enmendado; estar inequívocamente contra las guerras en curso y la economía de guerra, de las que nació el DDL; comprometer sus fuerzas en el desarrollo de una movilización unitaria, en otoño y más allá del otoño, con la utilización de todos los medios de lucha necesarios, incluidos los que el DDL quiere prohibir a toda costa.

El verdadero reto que tenemos por delante es llegar con nuestra propaganda y agitación a un sector de la sociedad mucho más amplio que el que suele participar en las protestas y luchas, formado por trabajadores, parados, estudiantes y gente corriente que tal vez intuye los peligros que denunciamos, pero que aún no se ha movido.

El camino de lucha que la situación nacional e internacional nos plantea como necesario no será corto, pero por ahora comenzamos a plantear los primeros pasos:

1) El domingo 8 de septiembre en Roma un seminario en modalidad mixta, presencial y online, en el que el ex-magistrado Livio Pepino, los abogados Marina Prosperi y Eugenio Losco, y el Observatorio de la Represión, tras un encuadre de toda la serie de «decretos de seguridad» y la lógica que los conecta, diseccionarán el DDL 1660 para permitir al mayor número posible de activistas/activistas captar todos los aspectos esenciales del mismo.

2) Construcción en el mayor número posible de ciudades de coordinaciones ciudadanas para organizar iniciativas territoriales, «sectoriales», temáticas, procurando evitar al máximo el solapamiento entre plazos y movilizaciones contra el DDL 1660, entre las que señalamos hasta la fecha

-la manifestación contra la guerra, la OTAN, los envíos de armas y los gastos militares, convocada para el 21 de septiembre en Florencia por el Comité NO al mando de la OTAN ni en Florencia ni en ningún otro lugar;

-la asamblea convocada por la SI Cobas en Bolonia el 29 de septiembre para organizar, con el sindicalismo de base, una huelga nacional contra los DDL -a la que ya se han declarado disponibles la SGB y sectores de la CUB;

3) Una manifestación nacional en Roma contra el gobierno Meloni antes de la aprobación definitiva del DDL, en la que se reunirán todas las iniciativas territoriales, «sectoriales», temáticas.

4) Llamamiento a todo el sindicalismo de base y combativo para que convoque una huelga general unitaria contra el DDL lo antes posible (antes de la manifestación nacional y en conexión con ella), con una confrontación, en septiembre, entre todas las realidades implicadas.

Primeras adhesiones:

Asamblea en solidaridad con la resistencia palestina, Trento – Asociación Libertade, Cerdeña – Bloque de precarizados metropolitanos, Roma – Brescia anticapitalista – Foro social de Cagliari – Casa del Pueblo, Teramo – 22 comités sardos contra la especulación energética – Comité 23 de septiembre – Comité No TAV, Trento – Comité permanente contra las guerras y el racismo, Marghera – Coordinación de los Comités de Lucha de Roma y Viterbo – CPA Florencia – CUB Pisa – CUB Ferrocarril – «Hay que vivir» / Desempleados y trabajadores precarios, Turín – GPI / Jóvenes Palestinos de Italia – Alianza Internacional para las Migraciones / sec. Italia – Laboratorio Político Iskra – Liberare tutt*, coordinación contra la represión y el encarcelamiento – Madres contra la represión – Movimiento de Lucha Obrera 7 de noviembre, Nápoles – Movimiento NO TAV – Observatorio de la Represión – Panadería ocupada, Milán – SI Cobas – SBM / sindicato de base multicategórico, Trento – Verona por Palestina – Tendencia Revolucionaria Internacionalista – UDAP / Unión Democrática Árabe-Palestina – Última Generación – USB Social Cerdeña

Italia: avanza una ley liberticida

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