Internacionales
31/5/2025
La crisis de deuda de Japón, el mayor acreedor de Estados Unidos
La deuda del “primer mundo” no encuentra compradores.
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Caída de los bonos y del mercado accionario.
En Japón se encendieron todas las alertas cuando en la licitación de bonos a 40 años, este miércoles 28 de mayo, mostró menor demanda que el promedio de los últimos meses, lo que provocó una caída de todos los bonos y del mercado accionario. Todos recordaron el derrumbe de agosto 2024, cuando el Banco Central subió las tasas de interés y produjo una caída de todos los mercados. Un lunes negro originado en la bolsa de Tokio se expandió por todo el planeta.
Lo ocurrido en Japón tuvo su antecedente en Estados Unidos, cuando hace dos semanas la licitación de bonos de 20 años no tuvo compradores y el faltante de demanda elevó las tasas de interés. El rendimiento de los bonos se disparó y alcanzó 5,104%, un aumento significativo en comparación con el rendimiento promedio del 4,613% de subastas anteriores.
“La situación fiscal de nuestro país es sin duda extremadamente mala (...) peor que la de Grecia”, dijo el primer ministro de Japón, para advertir a los parlamentarios que el país no puede permitirse financiar recortes de impuestos mediante emisión de deuda. Es una respuesta ante la creciente demanda de estímulos fiscales de los candidatos a las elecciones de julio a la cámara alta.
La semana pasada se informó que el PIB se redujo en el último trimestre de 2024, y los analistas argumentan que una recesión es un riesgo real, en un cuadro de aumento de la inflación.
Luego de la escasa demanda en la venta de bonos, las tasas de los bonos a 40 años alcanzaron máximos no vistos en dos décadas.
Japón es el principal poseedor de deuda de Estados Unidos
Aunque es uno de los países del “primer mundo” que tiene el ratio deuda/PIB más alto, en torno al 250%, Japón a sido el mayor comprador extranjero de bonos del Tesoro de Estados Unidos y actualmente el que más bonos acumula.
Aunque ya ese nivel de deuda ubica a Japón como el más endeudado del G7, el total de la deuda es superior. Según Ray Dalio, el administrador de uno de los fondos más importantes del mundo (Bridgewater Associates), la carga real de la deuda de Japón si se incluye la deuda privada rondaba el 449% en relación con su PIB .
Este nivel de deuda da crecientes señales de que es insostenible. Hace años que Japón no tiene suficientes inversores que demanden su deuda. Por eso fue suplantada por el banco central (Bank of Japan), que acumula más de la mitad de las emisiones del Estado y grandes cantidades de acciones compradas para sostener el mercado.
Japón posee 1,13 billones de dólares en bonos del Tesoro estadounidense y es el principal inversor del mundo, luego de desplazar al banco central de China -que hace años está reduciendo sus tenencias de deuda de Estados Unidos y pasó de 1,3 billones a 0,73 billones de dólares.
De allí que el Financial Times informa que, siendo el mayor tenedor de bonos del Tesoro, sus transacciones son vigiladas de cerca y se consideran un indicador de compra o venta de deuda del gobierno estadounidense. La reciente liquidación que realizaron los fondos de Japón en abril marca una de las mayores salidas de bonos de deuda desde 2005.
El fin de la bicicleta financiera también hunde a la industria exportadora
El banco central de Japón mantuvo las tasas de interés en bajos niveles (en terreno negativo) y produjo una demanda artificial de bonos y acciones financiadas por endeudamiento del Estado. Esto facilitó una bicicleta financiera internacional (“carry trade”) que generó demanda de bonos y acciones en Estados Unidos.
Las operaciones de carry trade son una bicicleta internacional que realizan bancos y grandes inversores que tienen la capacidad de endeudarse en mercados de bajas tasas de interés como Japón -hasta ahora- para apostar en mercados con mayor rentabilidad, como Estados Unidos, con tasas de interés superiores y con un rendimiento de las acciones de Wall Street en suba.
Además, Japón llevó a una devaluación del yen que facilitó las exportaciones de la industria automotriz y electrónica, lo que fortaleció a las grandes empresas japonesas que durante años exportaron al mercado internacional.
Este circulo virtuoso de bajas tasas de interés, devaluación del yen y promoción de las exportaciones esta llegando a su etapa final.
El Banco de Japón redujo los tipos de interés a cero y comenzó a comprar bonos en masa luego del derrumbe de la bolsa de Tokio y la crisis inmobiliaria iniciada en 1989; una estrategia que luego imitó Estados Unidos durante la crisis de 2008. Japón inició el subsidio del capital financiero desde el Estado, luego fue imitada en Estados Unidos en planes de la Reserva Federal conocidas como QE (facilidades cualitativas), que consistieron en bajar la tasa de interés y comprar deuda del Estado y bonos hipotecarios, beneficiando a Wall Street y los operadores inmobiliarios.
Las subas de tasas de interés está produciendo el fin de esta bicicleta. Como revelan bancos japoneses que comienzan a vender sus tenencias de bonos del Tesoro ante la acumulación de pérdidas crecientes. Uno de los mayores inversores institucionales de Japón, Norinchukin Bank, vendió 63.000 millones de dólares, principalmente bonos gubernamentales estadounidenses y europeos, para mitigar los riesgos asociado a altas tasas de interés en Estados Unidos y Europa.
La íntima relación entre Tokio y Wall Street quedó en evidencia en agosto de 2024 cuando la caída de la bolsa de Tokio (más de 8% en una jornada) se expandió a todo el mundo, luego que el banco central japonés subiera las tasas de interés encareciendo el financiamiento de grandes operadores de “carry trade” que se vieron obligados a vender bonos y acciones en Wall Street y cubrir sus deudas.
Los aranceles de Trump complicaron aún más un escenario tormentoso
La relación de Japón con Estados Unidos ahora entra en un terreno pedregoso debido a los aranceles que aplicó Trump a todo el mundo, y también a Japón.
Cuando fueron anunciados los aranceles a comienzos de abril, grandes inversores japoneses en bonos internacionales (empresas de seguros, fondos de pensión, etc) se deshicieron de más de 21.000 millones de dólares en bonos internacionales, que incluyen bonos de Estados Unidos. Fue cuando los aranceles del presidente estadounidense Donald Trump sacudieron los mercados internacionales en una señal de cómo la turbulencia de Wall Street se extendió por todo el mundo.
Los aranceles han contribuido a la contracción de la economía tanto Japón como Estados Unidos. La primera se redujo un 0,2% y la segunda un 0,3%. O sea que ambos países tendrán menor recaudación impositiva y dificultades para financiarlos con emisiones de deuda en un escenario de subas de tasas de interés.
El agotamiento de los subsidios al capital financiero tiene signos de agotamiento y un desenlace cercano. Los centros del capitalismo “desarrollado” son el origen de una nueva crisis financiera.

