Internacionales
25/6/2025
La cumbre de la Otan, un nuevo salto en el belicismo imperialista
Acordó incrementar el presupuesto militar

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Una de las protestas contra la Otan
La cumbre de la Otan en La Haya culminó este miércoles 25 con el compromiso de los socios de la alianza atlántica de incrementar el gasto en el área de defensa hasta el 5% del PBI para el año 2035. Este porcentaje se divide entre un 3,5% para gasto militar y un 1,5% restante en infraestructura relacionada. A su vez, el documento aprobado por la cumbre establece una revisión de la marcha del plan en 2029.
Este enorme salto (algunos de los miembros de la alianza apenas destinan hoy el 2% del PBI a defensa), que se pretende justificar en nombre de la amenaza que representaría Rusia, es una manifestación del desarrollo de las tendencias a la guerra mundial. Viene precedido por el plan de rearme aprobado por la Unión Europea (UE) y la difusión de manuales ante emergencias por parte de los Estados del viejo continente que buscan ir preparando psicológicamente a la población.
El aumento del presupuesto para la guerra y la industria militar tiene como contracara un ajuste contra el pueblo trabajador, como lo muestra el proyecto de presupuesto 2026 de los Estados Unidos que impulsa Trump, que establece recortes en gasto social, educación y salud. En definitiva, se descarga sobre las masas el financiamiento de la carrera militar.
Trump y Europa
El presidente estadounidense se mostró exultante ante las resoluciones de la cumbre de la Otan, ya que hace tiempo venía exigiendo a sus socios europeos un mayor desembolso en materia militar.
Y, en efecto, la cumbre marcó una adaptación de la UE al trumpismo. “Por mucho tiempo, Estados Unidos ha cargado con un peso innecesario en la financiación de la organización. Eso cambia hoy”, planteó en la sesión plenaria el holandés Mark Rutte, secretario general de la Otan. Trump filtró, inclusive, un mensaje personal de Rutte en vísperas del encuentro en que éste señala: “Donald, nos has llevado a un momento muy, muy importante para Estados Unidos, Europa y el mundo. Lograrás algo que ningún presidente estadounidense ha conseguido en décadas. Europa pagará por ello a lo grande, y debe hacerlo, y será tu victoria”.
Trump, a modo de balance, sostuvo que la cumbre “es una victoria monumental para Estados Unidos porque pagábamos mucho más de lo que nos correspondía. Y era bastante injusto”.
El magnate también amenazó con imponer fuertes aranceles de represalia al Estado Español, que es miembro de la Otan, debido a que el presidente Pedro Sánchez aseguró que no elevará el gasto en defensa por encima del 2,1% del PBI, en nombre de hacerlo compatible con el gasto social.
Sin embargo, el Estado Español suscribió la declaración final de la cumbre que establece el salto del gasto en defensa al 5%. Sánchez aclaró que cuenta con una carta de Rutte que lo habilita a seguir su propio rumbo, pero en cualquier caso, terminó legitimando con su firma la orientación belicista del documento.
La adaptación de la UE a Trump se revela también en la cuestión de la guerra en Ucrania. El ministro de Defensa alemán, Boris Pistorius, declaró que están trabajando para tratar de que Estados Unidos no se retire del conflicto. “Mantener a los americanos a bordo en lo que respecta a Ucrania es importante porque hay mucho más en juego que solo un conflicto regional”, dijo.
La cumbre se desenvolvió en paralelo a las negociaciones entre Estados Unidos y la UE en materia arancelaria, otro escenario de tensión. El 9 de julio vence la tregua establecida tras el anuncio de Trump de un arancel del 50% para la unión. Las partes se siguen amenazando con toda clase de aranceles recíprocos, por lo que, más allá del desenlace de la cumbre de la Otan, persiste un escenario de choques y disputas interimperialistas.
Protestas
El encuentro en La Haya, realizado pocos días después de los ataques del sionismo y el imperialismo contra Irán, fue respondido por manifestaciones populares en varias ciudades europeas, incluyendo a la anfitriona. Estas protestas, con picos fuertes como Italia, donde el 21 de junio se movilizaron más de 100 mil personas, incluyeron también la solidaridad con el pueblo palestino.
Frente al belicismo imperialista, se plantea la necesidad de una movilización masiva y un reagrupamiento internacional. En esta línea se inscribe la conferencia que sesionó entre el 13 y 15 de junio en Nápoles, Italia, con la participación de organizaciones de varios países del mundo.
