Internacionales
3/3/2025
La familia Bibas y los niños palestinos

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En enero se inició un intercambio de rehenes israelíes y prisioneros palestinos
Tras la entrega de los cuerpos de algunos de los rehenes israelíes por parte de las organizaciones armadas palestinas, el gobierno de Tel Aviv montó una profusa campaña de propaganda para denunciar que Shiri Bibas y sus pequeños hijos Ariel y Kfir fueron asesinados por los “terroristas” con sus propias manos. La familia es oriunda de Argentina, por lo que el tema causó un gran impacto en nuestro país. Yarden, el padre, fue liberado a comienzos de febrero, como parte del intercambio de rehenes por prisioneros políticos palestinos, pautado en el acuerdo de cese al fuego alcanzado a mediados de enero. La familia Bibas había sido capturada el 7 de octubre de 2023 en el kibutz fronterizo de Nir Oz, durante la incursión de las organizaciones armadas palestinas en territorio israelí.
En torno a este triste caso, el sionismo y los grandes medios de comunicación lanzaron una nueva campaña de demonización contra los palestinos que tiene el propósito de legitimar una nueva fase de agresiones contra la Franja de Gaza. En la Legislatura porteña y el Concejo Deliberante de Rosario, se han presentado, inclusive, proyectos legislativos para quitarle el nombre a las calles “Estado de Palestina” y “Palestina”, respectivamente.
Israel, cabe señalar, viene incumpliendo puntos del acuerdo de cese al fuego, como puede apreciarse en la suspensión del ingreso de ayuda humanitaria. Hasta continuó las operaciones militares, como en el caso del asesinato de tres policías palestinos en Rafah. Paralelamente, las Fuerzas de Defensa Israelíes (FDI) desplegaron tanques en Cisjordania por primera vez en más de dos décadas, después de destruir el campamento de refugiados ubicado en la localidad de Jenín.
Ocultar el genocidio
¿En qué consisten las tergiversaciones y mentiras promovidas por el gobierno israelí? En primer lugar, en una doble vara escandalosa que ignora los miles de menores palestinos que fueron asesinados en el curso de las operaciones de las FDI. Con nombre y apellido, la cadena Al Jazeera reporta 16.800 casos. Esto no podría ser de otro modo, dado que Israel atacó en forma sistemática los campos de desplazados, las escuelas y los hospitales.
Para todo ello, la excusa fue la presencia de “terroristas”. Pero, a esta altura, Israel ve en cada palestino a un terrorista o un potencial terrorista. Quien lo dijo con todas las letras, y su sinceridad le costó el puesto, fue el ex vice de la Daia, Sergio Pikholtz, quien declaró en X, en enero de 2024, que “no hay inocentes civiles en Gaza, tal vez los niños de menos de cuatro años”, discurso que legitima la limpieza étnica.
Para quien crea que pudo tratarse de un exabrupto individual, puede cotejarlo con las declaraciones que hacen en forma cotidiana los ministros israelíes, empezando por el propio primer ministro, Benjamin Netanyahu, quien amenazó recientemente con desatar el “infierno” sobre Gaza, o el exministro de Defensa, Yoav Gallant, que pocos días después del 7 de octubre de 2023 anticipó un bloqueo draconiano (que no dejaría pasar combustibles, agua, medicinas ni alimentos) porque “estamos tratando con animales”. Esta jerga deshumanizadora es característica de los regímenes que propugnan una política de genocidio y colonización territorial.
La misma doble vara rige para la cuestión del tratamiento de los cautivos. Los grandes medios de comunicación sencillamente ignoran, o relegan a un segundo plano, las terribles historias de los palestinos recientemente liberados, que en algunos casos debieron ser trasladados de urgencia a hospitales debido a su deterioro de salud. Hay más de 10 mil presos políticos palestinos, la mayoría de los cuales sufre el régimen de detención administrativa, por el cual Israel los mantiene confinados sin cargos en su contra.
Manipulaciones
Pero las muertes en la familia Bibas presentan otro aspecto de discusión. ¿Fueron asesinados por las organizaciones de la resistencia palestina, como afirma Israel? Esto aún no ha sido esclarecido. El 29 de noviembre de 2023, Hamas informó que la familia Bibas murió como resultado de uno de los indiscriminados bombardeos israelíes sobre Gaza, y ofreció la entrega de los cuerpos, un entendimiento que el gobierno de Netanyahu, cebado en su ofensiva criminal, rechazó.
La hermana de Yarden, Ofri Bibas, criticó la difusión de información sobre el caso por parte del gobierno israelí como “un abuso contra una familia que ha pasado 16 meses de infierno y todavía tiene lo peor por delante”. En el reciente funeral de Shiri y de los niños fallecidos, reclamó al gobierno una investigación sobre el tema y consideró que las muertes eran evitables. “Podrían haberlos salvado, pero prefirieron venganza. Perdimos. Nuestra imagen de triunfo nunca se hará realidad. Nuestra lucha contra los enemigos será eterna”, lamentó.
Con independencia de lo que haya ocurrido específicamente con la familia Bibas, que debiera ser objeto de una investigación seria e independiente de las manipulaciones del gobierno sionista, la cuestión de los rehenes merece una reflexión de orden más general.
El gobierno israelí ha instrumentalizado este tema desde el primer día. Netanyahu sostuvo en más de una ocasión que el eje de la invasión consistía en aplastar a Hamas. Y otro ministro de su gabinete, Bezalel Smotrich (del Partido Sionista Religioso), puntualizó ante una consulta periodística que la devolución de los rehenes “no es lo más importante. ¿Por qué hacer un concurso? ¿Qué importa ahora? Hamas debe ser destruido”. Smotrich pertenece a un bloque político que alienta expresamente la recolonización de Gaza, como se planteó en un acto de enero de 2024 en que participaron grupos de colonos, once ministros y quince diputados.
No olvidemos que los familiares de los rehenes denunciaron al gobierno de Netanyahu y se manifestaron en reiteradas oportunidades para demandar un acuerdo de intercambio de rehenes por prisioneros políticos palestinos, acusando al gobierno de torpedear las negociaciones con ese propósito. Ahora, el gobierno israelí amenaza con romper el acuerdo alcanzado en enero, lo que no solo devolvería a Gaza al infierno sino que prolongaría el drama de los cautivos en el enclave costero.
La segunda fase del acuerdo al cese al fuego establece, nada menos, que la liberación del resto de los rehenes y la retirada definitiva de Israel del enclave costero. El ministro Smotrich, al que ya hemos mencionado, reclama expresamente que se retomen las operaciones, a sabiendas de sus consecuencias.
En la propia vorágine criminal contra Gaza, las Fuerzas de Defensa Israelíes (FDI) admitieron haber matado “por error” a tres rehenes israelíes por disparos de sus soldados, en diciembre de 2023, y en septiembre de 2024, las FDI reconocieron que otros tres rehenes, cuyos cadáveres fueron encontrados en el sur del enclave, murieron “muy probablemente” como consecuencia de un ataque aéreo israelí.
Como elemento adicional, vale recordar que dentro de las FDI rige el protocolo Hannibal, según el cual, para evitar rehenes, ante una potencial captura se recomienda la auto-inmolación del soldado, o bien su liquidación por parte de sus compañeros. Una investigación de una comisión de la ONU determinó que Israel aplicó esta directiva el 7 de octubre de 2023, con el saldo de 14 israelíes muertos.
Barbarie
El factor de propulsión de la barbarie en Medio Oriente no es el pueblo palestino sino el sionismo. Su política de colonización territorial ha llevado al desplazamiento de millones de personas desde 1948. Desde octubre de 2023, además de los bombardeos en Gaza, Israel invadió Líbano y Siria, aprovechando el desenlace de la guerra civil en este último país para incrementar su dominio territorial.
El gobierno sionista aplaudió las amenazas del presidente estadounidense Donald Trump de ocupar el enclave, desplazar a su población y crear un mega-emprendimiento turístico, motivo que inspiró también un repugnante video elaborado con inteligencia artificial en que se ve al magnate junto a Netanyahu bebiendo junto a una piscina de lujo, en una Gaza convertida en un polo turístico.
Repudiamos las instrumentaciones mediáticas y ratificamos nuestro compromiso con la lucha del pueblo palestino contra la ocupación sionista. La paz de la región requiere la perspectiva de una Palestina única, laica y socialista, como parte de una federación socialista de pueblos de Medio Oriente.
