La represión en la Explanada de las Mezquitas dispara la tensión en Israel

Las fuerzas israelíes ingresaron ya seis veces al lugar

En el marco del Ramadán, mes sagrado para los musulmanes, más de 100 mil personas pasaron por la Explanada de las Mezquitas este viernes 22 para orar. La peculiaridad de la jornada fue el profundo malestar hacia las fuerzas de seguridad israelíes, que en lo que va del mes incursionaron seis veces en el lugar para practicar detenciones de fieles y reprimir con gases lacrimógenos y balas de goma. A la par, han cubierto el desfile provocador de los colonos de ultraderecha, que este año pudieron ingresar al sitio en el número récord de 4.600 (Times of Israel, 21/4).

Las tensiones en Jerusalén Este se incrementan por el cumplimiento del primer aniversario de los bombardeos israelíes sobre la Franja de Gaza, que dejaron más de 250 palestinos muertos. Abril siempre es un mes caliente en Palestina y esta vez viene precedido por una serie de ataques de “lobos solitarios” contra ciudadanos y policías israelíes, con más de una decena de víctimas como saldo. Por su parte, el sionismo acentuó su despliegue represivo y 14 palestinos fueron asesinados el mes pasado.

En medio de esta suba de la temperatura política y social, desde la Franja de Gaza se disparó un misil hacia Israel, que ni Hamas ni la Jihad Islámica se autoadjudicaron. Tel Aviv respondió con una serie de ataques aéreos contra objetivos de la milicia que gobierna el enclave palestino. De acuerdo al sitio Middle East Eye (19/4), Estados Unidos y la Unión Europea estarían promoviendo algún tipo de mediación, ante el temor a una nueva guerra que desvíe la atención del conflicto en Ucrania.

Apartheid

El Estado de Israel no ceja en su política de apartheid contra el pueblo palestino. Un reciente informe del Laboratorio Internacional de Derechos Humanos de la Facultad de Derecho de la Universidad de Harvard describe con gran detalle la opresión que se vive en Cisjordania. Allí se mencionan la administración del lugar vía órdenes militares, las detenciones administrativas (sin orden judicial ni revelación de los cargos a los apresados), la tortura y malos tratos en las prisiones, el cepo a las movilizaciones (se condicionan las reuniones de más de diez personas y la ostentación de banderas) y la proscripción de todo tipo de organizaciones políticas (se puede consultar más información en un artículo de Steve France, reproducido por Estación Finlandia).

En tanto, el parlamento israelí ratificó recientemente una legislación que niega la ciudadanía a extranjeros que se casen con personas israelíes, una norma dirigida esencialmente contra los palestinos. Adicionalmente, la ley impide el casamiento de ciudadanos israelíes con habitantes de “Estados enemigos”, como Líbano, Siria e Irán. La ministra del interior, Ayelet Shaked, dijo que la convalidación representa un triunfo del “Estado judío y democrático” frente al “Estado de todos sus ciudadanos” (agencia EFE, 11/3). En 2018, el parlamento había aprobado ya una norma que define a Israel como “Estado Nación del pueblo judío” y establece al hebreo como la única lengua oficial, pese a que más del 20% de la población es de origen árabe.

Política exterior

En paralelo con la acentuación de la represión y discriminación contra el pueblo palestino, Israel acaba de acoger una cumbre de seguridad con Marruecos, Egipto, Bahréin y los Emiratos Arabes Unidos, en la que participó el secretario de Estado norteamericano Antony Blinken, concebida como “el embrión de una ‘OTAN’ regional”, según el diario madrileño El País (28/3). Esta alianza, que tiene su antecedente en los acuerdos de Abraham de 2020, por los que algunos Estados árabes normalizaron relaciones con Tel Aviv, busca reforzar la cooperación militar y de inteligencia.

En materia de política exterior, sin embargo, Israel vive una serie de disensiones con Washington, su principal aliado. Ocurre que el presidente norteamericano Joe Biden explora un relanzamiento del acuerdo nuclear con Irán, que había sido abandonado por su predecesor en el cargo, Donald Trump. Tel Aviv siempre se opuso a ese pacto, y su nueva alianza con las burguesías árabes es, en cierta medida, un intento de aislar a Teherán, por más que Blinken haya participado en el foro.

Por otro lado, Israel votó en contra de la invasión rusa contra Ucrania en la asamblea general de la ONU, pero intenta no romper lazos con Moscú, dado que el Kremlin tiene una fuerte injerencia en Siria y le permite al sionismo realizar ciertas incursiones militares para atacar objetivos de la milicia chiíta Hezbollah. En una incómoda posición, el primer ministro Naftali Bennett trata de mediar entre Kiev y Moscú para llegar a un alto al fuego.

Palestina única, laica y socialista

Las grandes movilizaciones del pueblo palestino de comienzos de 2021 y la histórica huelga general conjunta en los territorios y Jerusalén Este contra los bombardeos sionistas, mostraron un salto en la resistencia contra la ocupación sionista. Al mismo tiempo, desenmascararon el colaboracionismo de la Autoridad Palestina con Israel.

La agudización de la represión que se vive por estos días puede provocar un relanzamiento de las manifestaciones.

Abajo el Estado sionista. Por una Palestina única, laica y socialista. Por una federación de Estados socialistas de Medio Oriente.