Medio millón de estudiantes y trabajadores, según los organizadores, se movilizaron en 175 ciudades de Francia contra la reforma laboral del gobierno socialista de Francois Hollande. Dicha reforma establece, entre otros puntos, la derogación de hecho de las 35 horas de trabajo semanales y el abaratamiento de las indemnizaciones por despido (PO 1402).

Las movilizaciones fueron precedidas por cientos de asambleas en institutos y universidades. En París, los estudiantes hicieron piquetes en el acceso a treinta liceos. La juventud se ve particularmente afectada por el proyecto de reforma laboral, la precarización laboral y el desempleo, que trepa al 21% (el doble de la media nacional).

Las gigantescas movilizaciones coincidieron con paros exitosos en el subte y los ferrocarriles.

Repercusiones

Ante la magnitud de las protestas, el gobierno anunció un par de modificaciones cosméticas, pero manteniendo el espíritu flexibilizador del proyecto, que acompañan también la cámara patronal Medef y la oposición derechista (Los Republicanos de Sarkozy e inclusive el Frente Nacional de Le Pen, que considera necesaria una profunda reforma laboral).

En definitiva, la irrupción de las masas ha puesto en crisis el proyecto, cuya presentación debió ser dilatada hasta el 24 de marzo. Así las cosas, en el gobierno se han repartido las tareas: “mientras (los ministros) Valls y Macron hacen de policías malos, Hollande hace de bueno. ‘Escuchar a los sindicatos’ o ‘hay que estar abiertos al diálogo’ son las frases que reitera estos días”. (El País, 10/3). El diálogo es el eufemismo para buscar un acuerdo con la burocracia sindical que permita hacer pasar la reforma.

La rebelión estudiantil profundiza la crisis en el Partido Socialista. Muchos de los jóvenes que salieron a las calles son defraudados votantes de Hollande. La Unión Nacional de Estudiantes de Francia (Unef) ha convocado una nueva movilización para el 17 y forma parte de las organizaciones convocantes al paro del 31 de marzo.

Un manifestante resumió el objetivo de las manifestaciones del siguiente modo: “el retiro sin condiciones del proyecto de ley y la preservación del código laboral, centro de todos los logros de los trabajadores en Francia”. (Página 12, 10/3).