Hace dos años, la patronal de BSH Electrodomésticos despidió 111 trabajadores. Se trató de una clara medida antisindical, para enfrentar el proceso de sindicalización que se había desarrollado un año antes en torno al sindicato SITOB. Esto quedó evidenciado porque la mayoría de los despedidos eran afiliados al sindicato, entre los que estaban sus dirigentes gremiales, y porque al mismo tiempo la patronal contrató 100 nuevos trabajadores.

A través de la acción gremial se logró una resolución ministerial que intimaba a la patronal a reponer a los despedidos a su puesto de trabajo y pagarle los salarios caídos en ese período. Entre reincorporaciones y otros compañeros que prefirieron (seguramente acosados por la crisis social) desvincularse, quedaron al momento actual 6 compañeros aún en la calle, todos ellos parte del SITOB.

Al cumplir este segundo aniversario, el SITOB ha lanzado una campaña de solidaridad para mantener viva esta lucha, hasta la reincorporación total de los despedidos y obtener el pleno derecho a la actividad gremial.

El SITOB ha sido uno de los sindicatos que constituyo el año pasado una Comisión intersindical contra los ceses que vino apoyando mutuamente diversos conflictos contra los despidos, con plantones (concentraciones y piquetes) en la puerta de las empresas en conflicto.

Es una de las iniciativas que se está gestando desde abajo para superar la pasividad de la burocrática central obrera (CGTP).

Este duro y tenaz reclamo, ¿será parte del surgimiento de una nueva generación de activistas obreros que renueve con planteos de independencia de clase al movimiento sindical?