Protestas populares y represión en Angola

Un aumento en los combustibles desató las movilizaciones.

La represión dejó casi 30 muertos

El aumento de un tercio en los precios del diésel por parte del gobierno de Joao Lourenco, a comienzos de julio, desató un gran malestar popular en Angola. El lunes 28, en coincidencia con un paro de 72 horas de los taxistas (convocado  por la organización Anata), que repudió la decisión oficial, estallaron protestas en Luanda y otros puntos del país, que fueron duramente reprimidas por las fuerzas de seguridad. El último balance de la Policía Nacional arroja un saldo de 29 muertos, 250 heridos y más de 1.500 detenidos.

El gobierno de Lourenco inició, en 2023, un proceso de reducción de los subsidios en los combustibles, siguiendo las directivas del FMI. Ese año, la represión de las protestas dejó 15 muertos. A pesar de que los precios de los combustibles se duplicaron, el organismo internacional siguió presionando, por lo que se adoptaron las nuevas medidas.

La suba en los combustibles repercute en un aumento del transporte público y los alimentos, en una nación que ya afronta elevados niveles de inflación y desempleo. Un artículo del portal Folha 8, titulado “Luanda en llamas, estómagos en lucha”, destaca, polemizando con el discurso oficial sobre supuestos actos de vandalismo, que los saqueos que se produjeron estos días se dirigieron a los supermercados, un indicio del problema del hambre.

Lourenco pertenece al Movimiento Popular de Liberación de Angola (MPLA), la fuerza que domina el país desde la independencia de Portugal, en 1975. El MPLA viene sufriendo un retroceso sostenido en el apoyo popular en los últimos veinte años, que se verifica en una caída en la participación electoral y de la votación al oficialismo, que pasó del 80% en 2008 al 50% en 2022, año en que Lourenco consiguió la reelección. Ese descrédito es explotado por la Unita, los herederos de la organización armada -respaldada por el imperialismo- que se enfrentó al MPLA durante la guerra civil (1975-2003). En los comicios de 2022, ese partido logró el 43% de los votos.

El ajuste fondomonetarista del gobierno de Lourenco exige una salida de los trabajadores.

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