En un anuncio dramático pero sereno, Hugo Chávez designó a Nicolás Maduro, el canciller, como su sucesor eventual en la presidencia. Con Diosdado Cabello, en la presidencia de la Asamblea Nacional (AN), Ramírez en PDVSA, Giordani y Merentes en Economía y María Cristina Iglesias en Trabajo, la digitación de Maduro consolida a la derecha endógena junto a infinitos cargos dirigidos por militares, como la Corporación Guayana y el IVSS. El sector militar chavista ha copado más de la mitad de los candidatos a gobernadores para las elecciones del 16 de diciembre mientras otros muchos candidatos civiles del ala derecha del oficialismo se pliegan con el mismo fin. Para darle mayor cabida al sector castrense a nivel gubernamental, se ha creado la Operación Eficiencia o Nada para justificar el empleo de un inmenso contingente de parásitos. La "contraloría social" termina siendo sustituida por la militar en sus intereses más concretos. La derecha endógena del chavismo no se diferencia en mucho de la ‘exógena' -agrupada en la Mesa de la Unidad Democrática (MUD).

Para 2013, la situación no puede vislumbrarse más negra para los trabajadores. Ya fue anunciado que tendremos que pagar más por los precarios servicios de agua, luz y teléfonos. Una nueva devaluación del bolívar se hará antes o después de las elecciones municipales de 2013, lo que implica una desvalorización inmediata de nuestros salarios. El decreto anual de inmovilidad abre la posibilidad de reducciones masivas de personal en las misiones o en el sector público -en el sector privado los patronos despiden con o sin inmovilidad. El fin justifica los medios: el Estado debe cancelar al capital financiero internacional 15.000 millones de dólares en concepto de servicio de la deuda, tan sólo en 2013. Para qué recurrir al FMI si, a nombre del socialismo, un paquetazo bolivariano se prefigura en el horizonte.

Maduro fue el creador de la Central Bolivariana de Trabajadores para desviar sus luchas, derrotarlas y hasta reprimirlas de la mano de sus bandas armadas, como la Muralla Roja de Andrés Escalona o el Movimiento 21 en Guayana. Un nuevo aniversario con la contratación colectiva vencida cumplirán los empleados públicos y los del sector salud; las de los trabajadores del sector eléctrico y en las empresas básicas de Guayana continúan siendo postergadas; la tercerización y la precarización laboral seguirán siendo la forma esencial de contratación en el sector público; los trabajadores petroleros terminan recibiendo menos beneficios por prestaciones sociales que los que establece la para nada revolucionaria Ley Orgánica del Trabajo -sin contar que a ellos y a los eléctricos, como a los de las universidades, se le desconoce su contratación colectiva.

Nicolás Maduro es el promotor de la burocracia sindical que somete al movimiento obrero al paquetazo bolivariano, cuando los conflictos obreros y sociales cunden por doquier al cierre de 2012.

• Por la independencia de clase del movimiento obrero.

• Basta de tercerización laboral y de trabajo precario.

• Por la admisión de quien no lo tiene y por la inmediata discusión de los convenios colectivos.

• Por la inmediata disminución de la jornada laboral.

• Por un aumento general de salarios de acuerdo con el valor de la canasta básica familiar.

• El gobierno de los trabajadores es el primer paso hacia el socialismo.