Reconocimiento del Estado palestino: triunfo de los pueblos y maniobra imperialista

Protesta propalestina en Australia

La realización de la sesión plenaria de las Naciones Unidas (ONU) se está realizando en el marco del 80° aniversario de su fundación (octubre 1945). Creada –según las potencias imperialistas fundadoras- para “mantener la paz mundial”, no solo ha fracasado, sino que enfrenta alrededor de 56 conflictos armados activos en el mundo, la cifra más alta desde la Segunda Guerra Mundial. Con una evolución creciente hacia una tercera guerra mundial imperialista. La ONU ha sido en estos 80 años transcurridos una tapadera de las intenciones guerreristas del imperialismo, especialmente de Estados Unidos y la Otan contra los pueblos del mundo (Corea, etc.).

En su discurso, el presidente yanqui, Donald Trump, declaró sin ambages y en forma provocadora, haberse transformado en ‘señor de la guerra y la paz’, decretando la inutilidad de la ONU: “entonces me pregunté: ¿cuál es el propósito de las Naciones Unidas?”. Reivindicó su apoyo al genocidio que acciona el gobierno de Netanyahu y su accionar guerrerista. Ya el Che Guevara, hace 60 años (11/12/1964), en un célebre discurso en una asamblea de la ONU, había denunciado el rol jugado por esta institución bajo dominio imperialista, en el asesinato del líder de la revolución congoleña: “¿Cómo olvidar la traición a la esperanza que Patrice Lumumba depositó en las Naciones Unidas? ¿Cómo olvidar las maquinaciones y maniobras que siguieron a la ocupación de ese país por las tropas de la ONU, bajo cuyos auspicios los asesinos de este gran patriota africano actuaron con impunidad?”. Para lanzar una frase que se volvió icónica: “No se puede confiar en el imperialismo ni tantito así”.

La invasión a Gaza

Se cumplen dos años de los ataques sionistas-imperialistas contra el pueblo de Gaza que ya lleva más de 65 mil muertos y 170 mil heridos. Trump bombardeó con las bombas más poderosas existentes (antes de la bomba atómica) a Irán, de lo cual hizo alarde público en la ONU. Su peón en Medio Oriente, el régimen sionista de Netanyahu, tiene vía libre para bombardear Irán, Siria, Líbano, Yemen y ahora Qatar. Ahora Netanyahu ha iniciado una invasión directa sobre Gaza, para expulsar dos millones de palestinos, destruir todas las edificaciones existentes y preparar las condiciones para una recolonización sionista-imperialista del área “desértica”. Está ejecutando una nueva Nakba como la realizada en 1948 con la expulsión militarizada de casi un millón de palestinos del territorio donde se instalo el nuevo estado sionista de Israel.

La resistencia palestina

La denodada resistencia del pueblo palestino ha despertado la solidaridad activa de grandes masas en todo el mundo, que se ha ido extendiendo especialmente hacia la juventud y la clase obrera. En Italia, acaba de realizarse este lunes 22, una jornada nacional de movilización y huelgas que abarcó alrededor de un millón de participantes, bloqueando puertos, con el reclamo de cortar el apoyo del gobierno de Meloni al gobierno de Netanyahu (boicot al envío de armas, ruptura de relaciones comerciales y diplomáticas, etc.). Esto se extiende en el mundo: manifestaciones multitudinarias en Gran Bretaña, Francia, Alemania, EEUU, Grecia, etc., chocando con los gobiernos imperialistas. Todos ellos han apoyado activamente (envío de armas, asistencia militar directa, comercio, etc.) al régimen sionista en su carnicería genocida contra los palestinos.

Reconocimiento del Estado palestino

Iniciada la invasión terrestre de Gaza por los tanques sionistas, un conjunto de países imperialistas han declarado reconocer la necesidad de un Estado palestino. El domingo 21 lo hicieron Gran Bretaña, Australia, Canadá y Portugal y otros. El lunes 22, se realizó en simultáneo a la asamblea de la ONU, otra cumbre convocada por Francia y Arabia Saudita que reunió a los gobiernos de la Liga Arabe y parte de los integrantes de la Unión Europea. Ese día, el presidente Macron de Francia (que está siendo asolado por una ola de huelgas y bloqueos en su país) anunció su reconocimiento de un Estado palestino. Hay que aclarar que esto significa prácticamente poco. Porque la resolución aprobada por esta cumbre plantea que previamente Hamas, el gobierno resistente de Gaza, debe desarmarse por completo y rendirse en forma incondicional. En momentos en que el pueblo palestino está siendo salvajemente masacrado, pedir el desarme unilateral, significa que se entreguen voluntariamente al verdugo que los va a aniquilar. Un hipotético futuro Estado palestino sería “garantizado” por una fuerza de ocupación internacional de la ONU y los reaccionarios gobiernos proimperialistas árabes, que vienen colaborando con el Estado sionista y el imperialismo. En él tendría una participación simbólica la Autoridad Palestina instalada luego de los Acuerdos de Oslo (1993), que ha actuado como una policía “colaboracionista” en los territorios ocupados de Cisjordania.

Trump y Netanyahu se oponen a este “plan de pacificación” de los imperialismo “aliados”, porque propugnan la salida radical del genocidio o la expulsión de los palestinos de Gaza y su asimilación al Estado sionista o un gran protectorado. Ya Trump había declarado que piensa convertir Gaza en una “Riviera Mediterránea”, un gran emprendimiento turístico donde algunos palestinos podrían trabajar “en paz” (con bajos salarios, por supuesto).

Macron declaró explícitamente, que cuando Hamas entregue sus armas y cese total y definitivamente su resistencia, “en este marco podré establecer una embajada en Palestina”.

Ambos bloques imperialistas convergen en apoyar la ofensiva genocida de Netanyahu.

El reconocimiento de estas potencias del Estado palestino no ha significado que le quiten el apoyo económico-militar a Netanyahu. Si bien algunos países vienen de anunciar algún tipo de bloqueo al envío de armas, las denuncias se multiplican: una cosa son sus declaraciones y otra su accionar concreto. Prácticamente todos los países imperialistas lucran con el apoyo al genocidio sionista contra los palestinos. En la última edición de En Defensa del Marxismo hemos republicado una nota donde se denuncia el lucro que obtienen las potencias de su apoyo al ejército sionista. Algunos que habían anunciado bloqueos parciales al envío de armas, lo siguen haciendo semiclandestinamente. Los trabajadores de Petrobras denunciaron que el gobierno de Brasil sigue enviando petróleo a Israel, transbordándolo en pleno océano para ocultar su procedencia.

Las potencias que vienen ahora a anunciar su reconocimiento a un Estado palestino, son partidarias de mantener al Estado sionista. Propugnan una “solución” de “dos Estados”. Pero esto que surgió como resolución de la ONU en 1948 y fue reiterado una y otra vez (Acuerdos de Oslo 1993, etc.) ha demostrado su inviabilidad. El Estado sionista quiere la expulsión total del pueblo palestino y formar un Gran Israel ocupando no solo Gaza, sino toda la Cisjordania y Jerusalén y partes de Líbano y Siria. El Estado sionista es un emprendimiento colonialista apoyado por el imperialismo como una avanzada militar imperialista en la importante y convulsiva zona de Medio Oriente.

La consigna histórica de la resistencia al sionismo ha sido la lucha por una Palestina única nica y laica en todo el territorio histórico de Palestina, “desde el río hasta el mar”.

El reconocimiento del Estado palestino tiene un componente contradictorio. Por un lado, es producto de las crecientes movilizaciones mundiales de los pueblos que obligan a los gobiernos a maniobrar. Es un triunfo (muy parcial) de los pueblos que han salido a luchar contra el genocidio sionista y que aísla, aún más, al gobierno de Netanyahu. Por el otro, es una maniobra no solo para contener las movilizaciones en sus países, sino para participar de la repartija imperialista de Palestina que están preparando Netanyahu y Trump. Francia, Gran Bretaña, Alemania y otros quieren participar del desguace de Gaza (y Cisjordania).

Hasta hace una semana ya el Estado palestino había sido reconocido por 147 de los 193 países que integran la ONU. Con el agregado de este fin de semana son 157: una amplísima mayoría. Lógicamente, EEUU e Israel reniegan de la propuesta de un Estado palestino, a pesar de que en 1993 firmaron los acuerdos de Oslo. Una votación llamó a un cese del fuego, pero… fue vetada por los EEUU. Un estudio de la ONU declaró que estamos ante un genocidio en desarrollo por parte de Israel contra los palestinos de Gaza. La Corte Penal Internacional procesó a Netanyahu como genocida y llamo a detenerlo.

La perfidia de los gobiernos árabes

Los gobiernos árabes y musulmanes hablan de la solidaridad con el pueblo palestino, pero actúan en colaboración con el Estado sionista y el imperialismo. Egipto cerró su frontera con Gaza reforzando el bloqueo sionista que impide el ingreso de alimentos y medicamentos. Jordania actúa como fuerza militar aliada a Israel para detener los cohetes de respuesta de Irán, Líbano y Yemen contra las bases militares sionistas que bombardean a sus pueblos. Los trabajadores y explotados de los países árabes deberán enfrentar a sus gobiernos entreguistas para salir en defensa de los palestinos y para encarar la lucha contra la explotación a la que están siendo sometidos.

Gaza resiste con escasísima ayuda. La sostiene fundamentalmente la voluntad de lucha de su pueblo y la creciente movilización mundial de solidaridad y apoyo. La bandera central de la movilización en este momento es el cese de la invasión sionista a Gaza y de los bombardeos, el retiro de las tropas sionistas y la libertad de los miles de presos/rehenes palestinos en las cárceles de Netanyahu. Bloqueo de toda ayuda económica y militar a Israel. Ruptura de relaciones diplomáticas. Detengamos el genocidio fascista del pueblo palestino.