Se calienta el ballotage ecuatoriano

Pachakutik emprende una movilización denunciando fraude.

Los movimientos indígenas emprendieron este miércoles una movilización desde el sur del país para denunciar un fraude electoral que apuntaría a dejar al candidato Yaku Pérez, de Pachakutik, fuera del ballotage presidencial de abril. En la primera vuelta de los comicios, desarrollada el 7 de febrero, el conteo preliminar del Consejo Nacional Electoral había colocado al candidato de esta fuerza en segundo término, apenas por encima del candidato de la derecha, Guillermo Lasso, lo que le aseguraba el ingreso al segundo turno. Sin embargo, en un sospechoso giro, el banquero pasó luego al segundo lugar.

El malestar de la coalición indigenista, que obtuvo casi el 20% de los votos, se agigantó tras la última reunión del Consejo Nacional Electoral, que no dio curso al pedido de un recuento masivo de votos que había solicitado Pérez. Dicho recuento había sido acordado por el candidato de Pachakutik con el propio Lasso, pero el banquero rápidamente se echó atrás e instó al CNE a proclamar los resultados. Esta proclamación tendría lugar el próximo fin de semana. El organismo electoral dice que Pachakutik podrá reclamar luego las revisiones que crea convenientes, pero lo cierto es que solo se habilitarían revisiones puntuales.

Las controversias sobre la elección parecen haber roto un potencial acuerdo entre Pérez y Lasso para el ballotage, con el propósito de derrotar a Andrés Arauz, el candidato del correísmo que triunfó en la primera vuelta. Pérez anticipó que no votaría esta vez por Lasso para un segundo turno, a diferencia de 2017, cuando llamó a acompañarlo argumentando que era preferible un banquero a una dictadura, en referencia al correísmo. Pérez incluso ha denunciado un pacto entre el correísmo y Lasso para sacarlo del medio; un desplazamiento que favorecería no sólo al banquero sino también a Arauz, en tanto le quitaría un rival que en algunos aspectos lo corre por izquierda, permitiéndole armar en cambio una polarización más cómoda con la derecha.

Arauz en Estados Unidos

Mientras tanto, Arauz viajó a Estados Unidos para hacer campaña entre los emigrantes y, sobre todo, para reunirse con las autoridades del Fondo Monetario Internacional (FMI). El gobierno saliente de Lenín Moreno suscribió un acuerdo con el organismo que puso en agenda una serie de medidas brutales de ajuste (aumento del IVA, reducción salarial de los empleados públicos, etc.) que condicionarán al próximo gobierno. Si bien el correísmo ha criticado este acuerdo, y demanda una renegociación, el candidato de la Unión por la Esperanza está buscando una aproximación con los Estados Unidos.

“Nuestra relación con Estados Unidos va a ser excelente, especialmente ahora, con la administración del presidente (Joe) Biden” (Infobae, 8/2), dijo hace algunos días Arauz. Esto fue respaldado por Rafael Correa en un reportaje con La Nación (10/2). El excanciller Guillaume Long, que acompaña a Arauz en la gira por Norteamérica, asegura que ya se han abierto algunos “canales no oficiales” con la administración Biden, dado que ésta daría por descontado que el correísmo ganará el ballotage (Página 12, 18/2).

La candidatura de Yaku Pérez

Las elecciones ecuatorianas tuvieron como uno de sus datos más sobresalientes el derrumbe del gobierno de Lenín Moreno. Tras un mandato de ajuste, represión y desmanejo de la pandemia, ni siquiera se pudo postular para la reelección. La candidata más afín, Ximena Peña, apenas superó el 1,5% de los votos.

El otro punto fue el enorme salto dado por Pachakutik, el brazo político de la Conaie. Su votación es un eco de la rebelión de octubre de 2019 contra la anulación de los subsidios al combustible, aunque su candidato Yaku Pérez desenvolvió en la campaña una línea conciliadora.

Pérez rechaza cualquier avance hacia la expropiación del capital. “Vamos a necesitar de empresarios honestos y del sistema financiero. Lo único que les vamos a decir es que paguen los impuestos” (El Universo, 14/1), afirmó. Defiende la dolarización, no descarta un acuerdo comercial con Estados Unidos (“no es una idea descabellada”, dice), e incluso rechaza investigar a los responsables de los crímenes durante la represión al levantamiento de 2019 (“nosotros no actuamos con venganza o persecución”, argumenta).

Su punto fuerte es el planteo de prohibir la minería metálica en los cursos de agua y los páramos, aunque anticipa que no tocará los contratos vigentes. En cuanto al petróleo, promueve controles sociales y ambientales.

La Conaie y Pachakutik enfrentaron durante mucho tiempo, correctamente, las políticas favorables a los pulpos mineros y petroleros por parte del gobierno de Rafael Correa, así como la regimentación de las organizaciones gremiales. Pero han tendido hacia acuerdos con la derecha, como el mencionado apoyo a Lasso en el ballotage pasado. Pérez también expresó públicamente su satisfacción ante el golpe en Bolivia (lo que le provocó un conflicto con otros sectores del partido y la Conaie), algo que quedó registrado en un video que el correísmo está haciendo ahora circular profusamente para desacreditarlo.

Los próximos días

La movilización indígena arribará a Quito la semana próxima. El planteo que está haciendo Pachakutik de un recuento de votos es justo. Son más que conocidas las maniobras fraudulentas que caracterizan a la democracia burguesa.