Como en una película de ciencia ficción, el sistema financiero norteamericano está al borde de confiscar los depósitos de la gente en los bancos.

Jaime Rojkind, presidente de la Cámara de Comercio argentino-estadounidense del medio oeste, declaró a Clarín (2/10): “Aquí existe un corralito de facto, disfrazado. Hoy, si alguien va al banco y se quiere llevar 100.000 dólares de su cuenta, no se lo dan. Le piden que vuelva la semana que viene, le dicen que la situación está difícil y le dan mil vueltas”.

La hipótesis de una confiscación de los ahorros de pequeños ahorristas se refuerza con la anexión al plan de rescate, por parte del gobierno Bush, de un incremento (de 100.000 a 250.000 dólares) de la garantía estatal de los depósitos bancarios. La pregunta es: ¿por qué el Estado tiene que garantizar los depósitos de los ahorristas? ¿Acaso el sistema financiero en su conjunto es insolvente? ¿Se viene el “corralitou”?