Sobre el cierre de esta edición, llega desde Chile la noticia de que la luchadora mapuche Patricia Troncoso levantó su huelga de hambre. Tomó esa decisión luego de que el gobierno aceptara todas sus demandas sobre la situación de los presos políticos del régimen.

Patricia, que llevaba 112 días de ayuno, está condenada a diez años y un día de cárcel, en una causa armada con auxilio de la "ley antiterrorista" de Augusto Pinochet.

Los carceleros de Patricia la mantenían amarrada a una cama en el hospital de Chillán, y le suministraban por la fuerza un suero que cubría las necesidades de su metabolismo básico pero no el deterioro producido por casi tres meses de huelga.

Patricia está detenida por su defensa de los derechos de los mapuche, que luchan por sus tierras.

El 3 de enero, en una protesta de los mapuche del fundo Santa Margarita, fue asesinado por los Carabineros el joven indígena Matías Catrileo.

Un informe reciente de la Asamblea Nacional por los Derechos Humanos denuncia que "el pueblo nación mapuche vive bajo una situación que replica las prácticas de la dictadura de Augusto Pinochet Ugarte. La lógica del estado de sitio y la militarización se impuso en las acciones del Estado frente a la demanda mapuche. La presencia permanente de Carabineros de Chile en tenida de combate, el uso de armas de alto calibre y de guerra, la impunidad del abuso de autoridad en la zona, son variables que influyeron directamente en el homicidio por la espalda del estudiante mapuche Matías Catrileo".

Contra ese estado de cosas se alzó la voz de Patricia y sus compañeros. La huelga de hambre consiguió que se revieran las condiciones de detención infrahumanas en que se tenía a los presos políticos mapuche. Corresponde una campaña internacional por su libertad y en solidaridad con las demandas de ese pueblo, reprimido a ambos lados de los Andes por carabineros y gendarmes.