“Un genocidio de manual”

Israel continúa con los bombardeos y cerca la Ciudad de Gaza

Los bombardeos ya dejaron más de 9 mil muertos

Los bombardeos masivos de Israel contra la Franja de Gaza ya dejaron más de 9 mil muertos. Los ataques aéreos no se detienen ante nada: incluyen campos de refugiados, escuelas y las inmediaciones de los hospitales, que son presionados para que evacúen. El bloqueo terrestre y marítimo llevó al enclave a una situación humanitaria catastrófica: “el agua está siendo utilizada como un arma de guerra”, denunció Juliette Touma, portavoz de la agencia de Naciones Unidas para los refugiados palestinos. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ratificó este viernes 3 que no permitirán el ingreso de una gota de combustibles, que son vitales para abastecer los generadores de los centros sanitarios, y que se usan como alternativa ante la falta de energía eléctrica.

Los combates

Con este dramático telón de fondo, el norte de la Franja de Gaza es escenario de enfrentamientos entre las fuerzas israelíes, que iniciaron el fin de semana pasada la invasión terrestre del enclave costero, y milicianos de Hamas y la Jihad Islámica. El vocero del ejército israelí, Daniel Hagari, asegura que sus tropas cercaron la Ciudad de Gaza. Fuentes periodísticas indican que los efectivos israelíes habrían cortado a la mitad el territorio. La infantería israelí avanza junto a los “bulldozers” (topadoras) que van demoliendo viviendas y edificios previamente bombardeados por la aviación sionista.

El avance de las tropas israelíes se complica cuanto más se adentra en las áreas pobladas. Videos que circulan por las redes sociales muestran a combatientes de Hamas y la Jihad Islámica emergiendo de la profusa red de túneles que tiene el enclave para atacar objetivos israelíes y retornar al laberinto. Tel Aviv reconoce la muerte de unos 24 soldados y más de 200 heridos.

El rol del imperialismo

En este escenario, el titular del Departamento de Estado, Antony Blinken, llegó a Israel por tercera vez desde el 7 de octubre, fecha del ataque de Hamas. Estados Unidos ha brindado un apoyo directo a los ataques israelíes. De hecho, aportó más de mil bombas inteligentes. Son las bombas que caen sobre los centros de refugiados y que han matado a más de 3 mil niños.

Algunos medios han intentado presentar como un “giro” norteamericano una declaración del presidente Joe Biden: “creo que necesitamos una pausa”. En rigor, este planteo no incluye ni siquiera un cese al fuego, como se preocupó expresamente de aclarar John Kirby, director de comunicaciones del Consejo de Seguridad Nacional, según informa el corresponsal argentino en Washington de La Nación (3/11). Se trata de “pausas humanitarias”, como las que reclamó la Unión Europea, para el ingreso de camiones con ayuda desde Egipto y, sobre todo, como condición de posibilidad para la liberación de rehenes extranjeros. Aun así, la propuesta de Blinken fue rechazada este viernes 3 por Netanyahu, quien exige la liberación incondicional de los rehenes (Hamas ofrece un canje por los 5 mil presos políticos palestinos) y dice que la ofensiva no se detendrá hasta propinar una derrota de alcance histórico al pueblo palestino.

Ha circulado un video que muestra la presunta presencia de marines estadounidenses en Israel, pero esto fue refutado por la agencia AP, que informó que se trata de una grabación vieja y de otro país (Rumania). Un comandante del ejército iraní, Gholam Ali Rashid, aseguró, por su parte, que Teherán cuenta con informes de inteligencia que indican que hay comandantes del ejército y la armada yanqui en Tel Aviv, en una base subterránea, supervisando y dirigiendo la ofensiva contra Gaza (La Nación, 1/11). Tampoco se puede dar por segura esta versión. No obstante, los propios funcionarios estadounidenses admitieron que desde el 7 de octubre reforzaron su presencia militar en el Mediterráneo y el Medio Oriente, como un espaldarazo a Israel.

Al mismo tiempo, la Casa Blanca propone un paquete de ayuda militar por 14.300 millones de dólares para Israel, integrado en un megapaquete por 100 mil millones que incluye fondos para Ucrania e incluso Taiwán, que es rival de China. Ese paquete, que debería empezar a discutir el Congreso estadounidense, ya encuentra un primer obstáculo: el nuevo titular de la Cámara de Representantes, el republicano Mike Johnson, lo condicionó al retiro de una cantidad equivalente de fondos para el Servicio de Impuestos Internos.

Estados Unidos defiende en forma cerrada a Israel, pero teme una regionalización del conflicto que lo obligaría a involucrarse más en el terreno, distrayendo sus esfuerzos de la guerra en Ucrania, en la que ya han gastado decenas de miles de millones de dólares y las tropas de Zelensky no han podido avanzar demasiado con su contraofensiva.

Este temor a un incendio generalizado del Medio Oriente es el que llevará a Blinken a Jordania, a la que no le quedó más remedio que retirar a su embajador en Israel, debido a la masacre en curso. Bahrein, uno de los países que normalizó relaciones en 2020 con el Estado sionista, llamó a consultas al representante diplomático israelí, en medio de protestas populares de solidaridad con Palestina. Como ya se sabe, los bombardeos sobre Gaza pusieron en el congelador el proceso de normalización de vínculos entre Tel Aviv y Arabia Saudita.

Blinken tiende lazos con las naciones árabes y la Autoridad Palestina para mantener algún mecanismo de contención que evite que estalle todo por los aires. En esa línea, dijo que compartía el ataque contra Hamas, pero había que añadir una salida positiva, que para él sería la “solución de dos Estados”, una tentativa que ha quedado completamente inviabilizada por la propia colonización sionista. En estos días, mientras el ejército israelí devasta la Franja de Gaza, las bandas de colonos armados acentúan sus ataques criminales contra las aldeas palestinas en Cisjordania. Ya hay más de medio millón de colonos en este territorio.

El viaje de Blinken coincidió con un esperado discurso del máximo dirigente de Hezbollah, Hasan Nasrallah, quien sostuvo que “hay una posibilidad realista” de una “guerra amplia” y “es algo que debe ser tenido en cuenta por el enemigo” (Israel y Estados Unidos). Nasrallah aseguró también que el ataque del 7 de octubre fue “100% palestino”, desestimando una participación de su milicia. Hezbollah incrementó el lanzamiento de cohetes a suelo israelí desde que empezó la ofensiva terrestre sionista. En su discurso, Nasrallah advirtió a Israel que no se atreva a lanzar un ataque preventivo sobre el Líbano, porque lo lamentaría. Del otro lado, Israel ya había hecho una amenaza similar: que la milicia chiíta no abra un segundo foco en la frontera compartida, porque la respuesta sería demoledora. Es un escenario tenso, de amenazas recíprocas, que se completa con el lanzamiento de misiles desde Yemen por parte de las milicias hutíes, contra objetivos israelíes, en solidaridad con la causa palestina.

“Genocidio de manual”

Craig Mokhiber, director de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en Nueva York, quien acaba de renunciar a su puesto, calificó en su carta de despedida lo que está ocurriendo en Palestina como “un genocidio de manual”. En su esquela, afirma que “como abogado de derechos humanos con más de treinta años de experiencia en este campo, soy muy consciente de que el concepto de genocidio ha sido a menudo objeto de abusos políticos. Pero la actual matanza del pueblo palestino (…) no deja lugar a dudas ni debates. En Gaza, hogares, escuelas, iglesias, mezquitas e instalaciones médicas están siendo atacados sin motivo y miles de civiles están siendo masacrados. En Cisjordania, incluida la Jerusalén ocupada, las viviendas son confiscadas y reasignadas únicamente en función de la raza. Además, los pogromos violentos perpetrados por los colonos van acompañados de unidades militares israelíes. En todo el país reina el apartheid”.

Y añade que “el proyecto colonial europeo y etnonacionalista de colonización en Palestina ha entrado en su fase final, hacia la destrucción acelerada de los últimos vestigios de la vida palestina autóctona en Palestina. Lo que es más, los gobiernos de los Estados Unidos, el Reino Unido y gran parte de Europa son totalmente cómplices de este horrible asalto”.

Las voces que denuncian que está en curso un genocidio se extienden cada vez más en el mundo, que asiste horrorizado a los crímenes del Estado de Israel.

Tenemos que multiplicar la solidaridad y la movilización de repudio. Cese de los bombardeos a Gaza. No a la invasión. Abajo el Estado sionista. Por una Palestina única, laica y socialista. Fuera el imperialismo de Medio Oriente.

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