Internacionales

12/11/2024

Una movilización a la embajada de Estados Unidos denunciará el aval yanqui al genocidio de Israel en Gaza

Viernes 15, a las 17hs desde Plaza Italia.

Ya hay más de 43 mil muertos en Gaza

El Comité Argentino de Solidaridad con el Pueblo Palestino, integrado por organizaciones de la comunidad árabe y palestina, judía, organismos de derechos humanos, partidos políticos y organizaciones sociales, se movilizará  el viernes 15 desde Plaza Italia a la embajada de Estados Unidos para repudiar el genocidio en curso contra el pueblo palestino, que cuenta con el aval del imperialismo europeo y sobre todo norteamericano, que proporciona a Israel las bombas que caen sobre la Franja de Gaza.

Las principales consignas de la jornada son dos: basta de enviar armas al Estado genocida de Israel y cese de la agresión sionista-imperialista contra Gaza, Líbano, Siria, Yemen e Irán.

¿En qué condiciones se desarrollará esta nueva manifestación? En primer lugar, el cambio de inquilino en la Casa Blanca, donde Donald Trump se prepara para reemplazar a Joe Biden, no cambia la orientación del imperialismo de apoyo irrestricto a Israel. Si Biden supo decir, tras el ataque israelí contra Irán, que avala “totalmente” a su socio en Medio Oriente, Trump llegó a amenazar con la deportación de los estudiantes universitarios extranjeros que se sumaran a protestas en apoyo a Palestina. Por eso, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha recibido con optimismo la victoria del republicano.

En segundo lugar, Israel continúa su ofensiva en la región. En las últimas 48 horas hubo decenas de víctimas en Gaza y Líbano como resultado de los bombardeos sionistas. En el caso de la Franja, los muertos ascienden ya a más de 43 mil desde octubre de 2023, y en la nación de los cedros a más de 3 mil. 

Israel está concentrando sus operaciones sobre Gaza en estas últimas semanas en el norte y centro del enclave, tratando, además, de forzar el desplazamiento de cerca de 200 mil personas establecidas en la zona. Este lunes, los tanques israelíes ingresaron en el campamento de refugiados de Nuseirat, uno de los ocho que existen en Gaza, “causando pánico entre la población”, según agencias de prensa internacionales (La Nación, 12/11). Naciones Unidas asegura que la mayoría de los últimos ataques se dirigieron contra edificios residenciales y que el grueso de las víctimas fueron mujeres, adultos mayores y personas con discapacidad. Simultáneamente, las fuerzas israelíes ordenaron la evacuación de tres hospitales de la zona norte, algo que las autoridades sanitarias resisten porque no quieren abandonar a sus pacientes. Israel no se privó tampoco de agredir a funcionarios del Departamento de Defensa Civil palestino, dificultando sus tareas de rescate. 

En cuanto al bloqueo que acompaña la invasión, también según datos de la ONU (cuya oficina para refugiados será expulsada de Israel el año próximo), el 83% de la ayuda alimentaria destinada al enclave desde octubre de 2023 no pudo ingresar al territorio. Si, antes de esa fecha, entraban hasta 700 camiones por día, hoy no llegan a 40 como máximo (Al Jazeera, 12/11). Todos estos elementos indican que Israel lleva a cabo una operación de características genocidas y practica una limpieza étnica en la zona. A pesar de ello, la resistencia se mantiene activa en Gaza y Hezbollah no ha detenido el lanzamiento de cohetes desde el Líbano hacia el país vecino.

Al interior de Israel, el primer ministro Benjamin Netanyahu llevó adelante algunas refacciones en el gabinete para reforzarse políticamente. Eyectó de su cargo al ministro de Defensa, Yoav Gallant, que también pertenece al Likud pero mantenía agrias diferencias tácticas con él. En lugar de Gallant asumió Israel Katz, hasta ahora ministro de Exteriores. El cargo que dejó vacante este último fue ocupado por Gideon Sa’ar, de Nueva Esperanza-Derecha Unida, fuerza que cuenta con cuatro diputados. Con los cambios ministeriales, Netanyahu ensancha su base de sustentación parlamentaria, que no obstante sigue siendo ajustada: 68 legisladores sobre 120. Se divide del siguiente modo: el Likud tiene 32, los ultraortodoxos 19 (de los cuales, 11 pertenecen a Shas, 7 a Judaísmo Unido por la Torá, y uno al Noam), el Partido Sionista Religioso tiene 7, Poder Judío 6, y los cuatro diputados flamantes de Nueva Esperanza. Salta a la vista la dependencia de Netanyahu respecto a los ultraortodoxos, sin los cuales debería adelantar elecciones o reformular completamente su coalición de gobierno. Esto ayuda a entender también el despido de Gallant, quien era partidario de intensificar el reclutamiento de jóvenes ultraortodoxos para el ejército, hoy por hoy virtualmente exentos.

Tras la muerte del jefe político y militar de Hamas, el gobierno estadounidense, especulando con un debilitamiento de esa organización, desempolvó un plan para un acuerdo de cese al fuego que incluyera la permanencia de las tropas israelíes en Gaza y una administración internacional del enclave. Pero Hamas ratificó el reclamo del retiro de las tropas y, en estos momentos, parecen congeladas las negociaciones patrocinadas por Qatar y Egipto.

Tenemos que seguir desarrollando la movilización global. No al genocidio. Cese de la agresión sionista contra los pueblos de la región. Apoyo a la resistencia del pueblo palestino. Por una Palestina única, laica y socialista, como parte de una federación socialista de pueblos de Medio Oriente.

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