UJS: la lucha por estructurar una juventud revolucionaria de masas junto a la clase obrera para derribar al capital
La vigencia histórica de la fundación de nuestra juventud.
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Campamento 2023.
El 9 y 10 de diciembre de 1972, en Ciudad Universitaria y ante más de mil jóvenes, sesionó el congreso fundacional de la Unión de Juventudes por el Socialismo (UJS). Se trató de una etapa superior en la pelea por estructurar una organización juvenil revolucionaria de masas en nuestro país que se proponía unir, con un programa proletario, antiimperialista y revolucionario, la juventud estudiantil con la juventud obrera. Un año atrás, en noviembre de 1971, tuvo lugar la 1° Conferencia Nacional de la Tendencia Estudiantil Revolucionaria Socialista (Ters), antecesora de la UJS. El folleto de convocatoria a dicha conferencia planteaba, en el apartado sobre juventud estudiantil, que “la capa estudiantil no puede mantener una posición independiente entre el proletariado y la burguesía, entre la juventud obrera y la juventud burguesa. O se integra con la juventud proletaria en la organización revolucionaria de la juventud o se juega por el carrerismo político y profesional de la burguesía para asumir las palancas de comando del orden burgués”.
La fundación de la UJS tuvo como telón de fondo una profunda radicalización en la conciencia de la juventud y un ascenso en la lucha contra el capitalismo imperialista y contra la burocracia estalinista. El mundo atravesaba convulsiones y asistía a un viraje histórico abierto por el Mayo Francés, la Primavera de Praga, la guerra en Vietnam, la revolución cubana, la revolución boliviana, etc.
Del Cordobazo a la lucha contra el “GAN”
En el plano nacional la situación política estaba “enteramente determinada por el ascenso obrero y la radicalización de las masas explotadas de nuestro país en el periodo abierto por el Cordobazo”. En este cuadro, la UJS hará su debut peleando por separar a la juventud proletaria y estudiantil de las garras del peronismo que tenía, como orientación, la de su máximo líder, Perón: el “Gran Acuerdo Nacional” con la burguesía gorila y golpista en función de desactivar el ascenso obrero.
La UJS hizo un llamado a organizar un “Frente Único Antiimperialista de la Juventud, dirigido por la clase obrera, para combatir por la independencia política del movimiento obrero, contra los planes de ‘unión nacional’; la tarea central es la construcción del partido obrero revolucionario en función de superar la crisis de dirección revolucionaria de la clase trabajadora.
Desarrollo en el movimiento estudiantil y el golpe del 76
Pese a tener pocos años de existencia, la Ters-UJS rápidamente logró organizar núcleos militantes de jóvenes secundarios y universitarios, sobre todo en CABA, Córdoba y en la provincia de Buenos aires. Nuestro compañero Pablo Rieznik, en 1972, fue elegido como parte de la junta ejecutiva de la Federación Universitaria Argentina (FUA). La UJS enfrentó a la dictadura militar y junto a Política Obrera continuó, pese al terrorismo de Estado y el pase a la clandestinidad, un trabajo de agitación política contra la dictadura. Nuestro partido se destacó por impulsar la pelea por las libertades democráticas y denunciar tempranamente los desaparecidos a manos de la dictadura. Para eso impulsamos el frente único con organizaciones de derechos humanos internacionales y familiares de víctimas en sus primeros pasos. Hemos tenido compañeros torturados, asesinados y desaparecidos. El caso de Pablo Rieznik es ilustrativo: Pablo fue detenido y desaparecido en el año 77, claramente por su rol de activista y dirigente estudiantil. Su secuestro “suscitó una intensa movilización no solo nacional sino internacional. Durante los días en los que estuvo detenido tuvieron lugar concentraciones frente a las embajadas argentinas en diversos países de Europa reclamando por su aparición con vida y libertad. En el caso de Francia, los manifestantes conminaron al embajador a que el gobierno argentino diera una respuesta, advirtiendo que, en caso contrario, se verían obligados a ocupar la embajada” (Prensa Obrera). Las acciones internacionales por la aparición de Rieznik fueron llevadas adelante por la unidad del movimiento estudiantil internacional.
La UJS puso gran empeño militante en la reactivación de los centros de estudiantes a partir de 1981. Dicha tarea es, fue y será un sello distintivo de nuestra corriente: la pelea para que los centros de estudiantes, es decir los frentes de masas de la juventud estudiantil, tengan direcciones clasistas y revolucionarias.
La Fuba piquetera, hija del Argentinazo
La crisis nacional del 2001, que tuvo su punto de mayor ebullición en las jornadas del 19 y 20 de diciembre donde la rebelión popular -el “Argentinazo”- echó al gobierno de De la Rúa, impactó de lleno en la subjetividad de la juventud y alteró fuertemente la vida política universitaria.
La UJS fue protagonista de ese proceso que tuvo como punto central la recuperación de los centros de estudiantes de la UBA y luego de la Federación Universitaria (Fuba), que pasaron de estar en manos de los radicales a manos del activismo independiente y de izquierda. La intervención de la UJS tuvo como plafón, por un lado, el llamado a la pelea directa contra el gobierno de La Alianza y por ende contra los centros que respondían a este, y, por el otro, la táctica del frente único de las organizaciones estudiantiles dispuestas a luchar contra el gobierno.
La conducción de la reciente Fuba recuperada tenía profundas contradicciones en su composición política; un reflejo de las tendencias que atravesaban la palestra del activismo. La UJS comenzó siendo una minoría dentro del “Frente 20 de diciembre”. La mayoría la ostentaban los “independientes” encabezados por el TNT, cuyo líder era Kicillof. La lucha política contra la cooptación de la Fuba, por mantenerla en el campo de la independencia política, fue una clave para el desarrollo de nuestro crecimiento y permitió que la federación se gane un lugar de referencia ineludible en la lucha universitaria y popular en general, enfrentando sobre todo a los gobiernos kirchneristas.
Durante esa etapa, la bandera de la Fuba acompañó cuanto conflicto obrero existía. Se involucró también en problemas internacionales, viajando a Honduras a repudiar el golpe del año 2009. La enorme pelea por la democratización de la UBA (2006) sirvió como escuela de lucha para una enorme camada de activistas estudiantiles que por primera vez discutían en asambleas masivas la orientación política y social de la universidad y no solo reivindicaciones puntuales. “Los que durante años -y aún hoy- criticaron al PO por su política en la Fuba siguen ciegos al reconocimiento del acierto estratégico de nuestra acción: golpear juntos contra la derecha y desarrollar la independencia de nuestra juventud revolucionaria y socialista” (Solano, 2011).
Mariano Ferreyra, la juventud militante es la que lucha por el socialismo
En el año 2010, una patota de la Unión Ferroviaria de José Pedraza, en connivencia con el Estado, asesinó a nuestro compañero Mariano Ferreyra, un joven de 23 años, hijo político del Argentinazo y organizador de la UJS, cuando se encontraba movilizando junto a trabajadores tercerizados del ferrocarril Roca. El crimen contra Mariano, al que caracterizamos como un “crimen contra la clase obrera”, suscitó grandes debates en la juventud militante. El kirchnerismo, en aquel entonces, usufructuando la caja del Estado, organizó y mandó a la cancha a La Cámpora, fundamentalmente para disputarle a la izquierda, y en particular a la UJS, la militancia estudiantil.
El congreso de la UJS posterior al asesinato de Mariano tuvo como título “La juventud militante es la que lucha por el socialismo”. De esa forma impulsamos una lucha política tenaz contra la cooptación del kirchnerismo sobre la juventud. A la vez que reivindicamos la lucha socialista de Mariano y resignificamos el rol del militante revolucionario, polarizamos con el rol del peronismo en la juventud, que busca por vía de la cooptación política subordinar a la juventud al Estado capitalista en decadencia.
La pelea por justicia por Mariano produjo un gran impulso en sectores de jóvenes a incorporarse a la militancia de la UJS y del Partido Obrero.
52 años y hasta la revolución
En la actualidad la UJS es, con sus límites y dificultades, una corriente nacional, la principal de la izquierda dentro del movimiento estudiantil, con intervención en casi todas las provincias del país. Con penetración en las universidades (con epicentro en la UBA), con estructuración en terciarios y en secundarios. De la mano de la Juventud del Polo Obrero somos un factor de organización de la juventud barrial, en oposición a la política de los punteros y a los espejitos de colores que venden los liberfachos.
La UJS estuvo en primera línea enfrentando al gobierno de Macri, fue impulsora de la rebelión educativa y la pelea por el aborto legal seguro y gratuito, llamando a pelear desde la dirección de la Fuba. Luego de varios años de pasividad y reflujo del movimiento estudiantil, nos encontramos luchando por organizar una respuesta independiente del movimiento frente al gobierno reaccionario de Milei, que pretende desmantelar la universidad pública y proceder a su privatización completa. La irrupción de la juventud trabajadora y estudiantil en el escenario nacional frente al gobierno libertario nos coloca nuevos desafíos para los cuales repasar nuestra historia, entrelazada hasta la médula en los combates de la clase obrera argentina, nos permite disponer de mejores herramientas para unir a la vanguardia estudiantil con la vanguardia obrera y luchar por una juventud revolucionaria de masas.
Si en el año 1972 la creación de la UJS tuvo como escenario el recrudecimiento de la lucha de clases a nivel nacional e internacional y una tendencia marcada por el ascenso revolucionario; nuestra época se encuentra en los albores de nuevos virajes históricos, más profundos, violentos y con mayores alcances que en el pasado. La guerra imperialista que conmueve el mundo, con epicentros en Europa y Medio Oriente, la heroica lucha del pueblo palestino frente al Estado sionista genocida de Israel, son el caldo de cultivo de próximos estallidos con alcances revolucionarios. La construcción de una juventud antiimperialista y revolucionaria junto a la clase obrera tiene más vigencia que nunca.
Viva la juventud de Fischer, de Bufano, de Pablo Rieznik, de Mariano Ferreyra y de todos nuestros compañeros caídos.
Viva la UJS. Viva el Partido Obrero.