Después de la asunción de Sergio Massa como el flamante ‘’superministro’’ de Economía, el mismo dio a conocer un paquete de 10 medidas económicas que implican un reforzamiento del ajuste para cumplir con el acuerdo con el FMI. Una de las centrales es el ‘’reordenamiento’’ de los planes sociales en los próximos 12 meses, que no es otra cosa que un recorte masivo, mientras la mitad del país se encuentra bajo la línea de pobreza. Para instrumentar esto el Estado va a realizar una auditoría para evaluar la continuidad de los planes en cada caso, que va a estar en manos de las universidades nacionales. Lo dejaron en claro: quienes no la cumplan, van a recibir la suspensión de los planes. ¿Qué significa esto? Buscan que las universidades, con la estructura de sus facultades y el conocimiento adquirido de sus estudiantes, actúen como vigilantes del FMI contra lxs que menos tienen.

Esta estrategia viene siendo preparada desde el 14/07, en un acto de los Ministerios de Desarrollo Social y de Educación, donde firmaron un convenio que establece que, desde las Universidades, “se promoverá la finalización de los estudios obligatorios, la formación laboral y la certificación de competencias a beneficiarios del Programa Potenciar Trabajo.” Allí estuvieron presentes las autoridades de la Universidad de San Martín (Unsam), Moreno (UNM), Hurlingham (Unahur), Avellaneda (Undav) y José C. Paz (Unpaz), entre otras.

La participación directa de las gestiones de estas universidades no es casualidad. Muchas de estas ofrecen contrataciones precarias para organismos estatales o sindicatos relacionados con los distintos barones del conurbano. La Undav, por ejemplo, creó una tecnicatura junto al Smata. Es explícita la relación entre las universidades de la provincia, las burocracias sindicales y los barones del conurbano. Pretenden pasarle el control de los planes a las intendencias de forma indirecta, para recuperar el monopolio estatal sobre las asistencias y profundizar la política punteril en los barrios, tal cual lo pedía hace semanas la vicepresidenta Cristina Kirchner contra el avance de las movilizaciones y el plan de lucha de la Unidad Piquetera, que de forma independiente todas las semanas salen a la calle por trabajo genuino y vivienda.

Los mismos jóvenes, que en su mayoría cobramos salarios entre $50 mil y $70 mil, lo que no nos permite hacer compatible sostener un alquiler y tener las herramientas necesarias para estudiar, lxs que acabamos de sufrir un tarifazo del 40% en trenes y colectivos que va a dificultar que podamos viajar hacia nuestras facultades, ¿podemos permitir que el Estado nos pida ser los contadores de costillas de los más pobres?

Quienes estudiamos en la universidad pública tenemos que organizarnos para rechazar esto de forma contundente. La juventud universitaria pelea todos los días por una perspectiva completamente opuesta de la Universidad. Peleamos para que las universidades estén al servicio de las necesidades del pueblo, que son antagónicas a las auditorías y al recorte de las ayudas sociales como reclama Massa, el FMI y la propia vicepresidenta ‘’nac&pop’’ Cristina Fernández.

Al contrario, los recursos universitarios deberían estar puestos al servicio de relevar cómo el ajuste del Estado agrava las condiciones habitacionales, la falta de trabajo, las necesidades de los comedores y todos los padeceres de las familias trabajadoras, y no como herramienta de los intereses del capital financiero internacional que hunden al país en la miseria y que profundizan la deserción de lxs estudiantes y las políticas de privatización y arancelamiento de nuestras carreras.

Las demandas de la juventud van de la mano con los reclamos populares en defensa del salario, el trabajo, la vivienda y la educación. Para hacerle frente a la crisis hay que poner de pie una salida propia, para romper con el FMI y el ajuste de los Massa y los Fernández, y que apoyan los derechistas de Juntos por el Cambio y Milei. Aportemos a la construcción de un movimiento popular con banderas socialistas dirigido por las y los trabajadores. Sumate a debatir en el Congreso de la UJS y la JPO el próximo 10 y 11 de septiembre.

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