Juventud

16/3/2022

“Volvé a estudiar”, el cinismo de Alberto Fernández frente a la pobreza y la crisis educativa

Un bono miserable en medio del descalabro inflacionario.

Imagen: Página 12.

El presidente del país, Alberto Fernández, acaba de anunciar el programa “Volvé a estudiar”. El mismo consiste, según Fernández, en facilitarle a los beneficiaros del Potenciar Trabajo las oportunidades para que terminen los estudios secundarios. La “ayuda” es entregarle un bono de $6 mil pesos que llevaría el Potenciar a $22.500. Con bono y todo, lxs trajadorxs desocupados permanecen cobrando la mitad del salario mínimo que esta ubicado en $33 mil pesos, mientras la canasta básica alimentaria de indigencia es de $34.624. Sumado a que la inflación galopante pulveriza los ya derruidos programas sociales.

Naturalmente, “Volvé a estudiar” es una farsa total. El cinismo de Alberto Fernández sobrepasa varios límites. Hablar en defensa de la educación pública, utilizando frases pomposas como “cuando hay una necesidad, nace un derecho” y en pose maestro Ciruela mandar a los trabajadores desocupados y precarizados a estudiar en momentos donde, por las políticas de ajuste de su gobierno, se hunden en la pobreza e indigencia teniendo que recurrir a comedores populares para poder subsistir, es un acto repudiable en sí mismo.

Para que los trabajadores desocupados puedan proyectar finalizar sus estudios, emprender nuevos desafíos educativos y lograr lo mismo para sus hijes, necesitan ser reinsertados al mercado laboral mediante la creación de trabajo genuino, con derechos laborales plenos y salarios mínimos que equivalgan a la canasta familiar y un seguro universal al desocupado que cubra la canasta básica.

Otro problema que Fernández omite

El presidente Fernández omitió deliberadamente una problemática crucial: la deserción estudiantil en el secundario que se desarrolla en tiempo real, bajo las narices de él, Jaime Perczyk y todos los funcionarios del Ministerio de Educación. Es de público conocimiento que bajo la pandemia fueron millones les pibes que dejaron de cursar. La responsabilidad es del gobierno que con un enorme ajuste educativo fue incapaz de dar respuestas frente a la falta de conectividad de la inmensa mayoría de estudiantes de las barriadas. Pero los problemas no empiezan ni terminan con el fin de la virtualidad y la vuelta a la presencialidad plena. Les jóvenes secundarios prácticamente no obtienen ayuda del Estado para finalizar sus estudios. Lo único que se les entrega -a les que tienen entre 16 y 17 años y cumplen una serie de requisitos excluyentes- es la beca Progresar que equivale a $3.600 mensuales, una cifra sumamente miserable que de ninguna manera alcanza a cubrir ni la mitad de los costos de estudiar. Ni hablemos del estado calamitoso de los comedores escolares, con raciones de alimentos cada vez más chicas y de menor valor nutricional.

Si de verdad el gobierno nacional está preocupado por la educación pública, debería inmediatamente avanzar en obras de infraestructura en los colegios que se caen a pedazos, brindar conectividad para todes les estudiantes y docentes que no tengan acceso a la misma, aumentar los salarios docentes que están muy por debajo del costo de vida, universalizar la beca Progresar para el conjunto de estudiantes secundarios, de la escuela primaria e incluso el Pre escolar y elevar su monto mensual a, por lo menos, $15 mil. Nada de eso hacen porque el plan económico del gobierno es el ajuste que dicta el pacto con el FMI, que tiene el achicamiento del gasto social como uno de sus principales objetivos.

La respuesta de les pibes

En el medio de la pandemia, con la juventud del Polo Obrero a la cabeza, miles de estudiantes provenientes de las barriadas de la provincia de Buenos Aires y capital se movilizaron masivamente y ocuparon el Ministerio de Educación nacional exigiendo respuestas a esta realidad que asfixia a la juventud. Reclamaron por todas las reivindicaciones mencionadas en este artículo. La respuesta del gobierno fue ignorar el reclamo y demonizar a les pibes en los medios de comunicación oficialistas y opositores.

En las jornadas de ayer y hoy que protagonizó la Unidad Piquetera, acampando en la 9 de Julio en las puertas de Desarrollo Social, fueron miles les pibes que participaron, mostrando que la organización de la juventud de las barriadas sigue creciendo.

Impulsar una nueva movilización nacional de la juventud, con eje en los reclamos educativos, encabezada por la juventud piquetera que ocupo palacio Pizzurno y sumando a los centros de estudiantes que estén dispuestos a luchar es una enorme tarea que tenemos por delante.

Este próximo 24 de Marzo será una demostración de fuerzas de la lucha de la juventud trabajadora contra el pacto del gobierno y el FMI.

Desde la juventud del Polo Obrero y la UJS, tomamos el desafío.