Una vez más, monseñor Héctor Aguer arremetió contra los derechos de género. Esta vez lo hizo contra el  decreto 903/15 que reglamenta el artículo 11 de la ley 26.743 que establece el acceso gratuito a un sistema de salud integral para personas trans y travestis en el ámbito de la nación. Dicho artículo se refiere a las intervenciones quirúrgicas totales y parciales y/o tratamientos integrales hormonales.

La repetida moralina de Aguer se expresó en su más reciente columna de opinión publicada por el diario El Día (4/10/16) y volvió a exhibir todo su oscurantismo al atacar una de las pocas leyes progresivas del Estado en materia de derechos para el colectivo trans y travesti, que además plantea una reparación histórica. La argumentación de Aguer se basa en el supuesto despilfarro económico que genera esta ley para cubrir una aberración contra la “naturaleza de los hijos de Adán” (sic) destinada a una “una ínfima minoría de la población". El monseñor no advierte que, mientras esboza estos razonamientos, se otorgan millones de pesos en subsidiar a la iglesia católica y todo su sistema corporativo de escuelas y universidades privadas.

El colectivo trans y travesti de La Plata, a través de la campaña por la implementación del cupo laboral trans y travesti, en la actualidad se organiza para asociarse con el movimiento de trabajadores estatales mediante la lucha por el cumplimiento de la Ley 14.783 para que el Estado otorgue el cupo en la administración pública.

Las compañeras trans y travestis junto a las luchadoras de ATE debemos reforzar esta pelea.

Sin embargo, el pasado 28 de septiembre los secretarios generales de ATE nacional, provincial y de la CTA Autónoma mantuvieron una reunión “estratégica” con Aguer, que es la máxima autoridad de la iglesia católica de La Plata.

La CTA de “Cachorro” Godoy y del “Colo” Isassi (ATE-provincia) viene operando con la iglesia desde la marcha de San Cayetano, junto al Movimiento Evita y la CTEP. De hecho, a las últimas movilizaciones de ATE el grueso de las columnas provino de las barriadas en las que estos sectores tienen peso, más que de los propios estatales.

Se trata de los tejidos del “degenarismo” en un nuevo intento recalentado de otro armado político del centro izquierda. En un comunicado oficial del gremio, “Cachorro” Godoy llama a tomar la iniciativa de “acciones comunes como lo indica el papa Francisco”. El centro-izquierda intenta un pacto de “amplio” espectro con sectores que van desde el kirchnerismo hasta lo más oscurantista de la iglesia católica.

En simultáneo las compañeras de ATE organizaban en La Plata la lucha por los derechos trans y travestis y la campaña por el derecho al aborto de cara al Encuentro Nacional de Mujeres del próximo fin de semana. Evidentemente, existe una contradicción flagrante entre la base de ATE y su conducción.

Es necesario romper el pacto con el oscurantismo clerical de la conducción de nuestro gremio. Sólo la independencia política y de la Iglesia hará avanzar todo derecho de género.

Es necesario organizar y fortalecer en un frente único la lucha de la mujer bajo el programa del clasismo.

Por una nueva conducción en nuestra ATE, vamos a Rosario.