Dos parejas de lesbianas fueron atacadas por un hombre que les arrojó una molotov en su cama en un conventillo en el barrio de Barracas en CABA. Según informó el periodista Franco Torchia una de ellas, Pamela Cobos, ya falleció mientras A. A. tiene 75% del cuerpo quemado, Mercedes Figueroa el 90 % y Sofía Castroriglos bastante menos.

Los crímenes y ataques de odio hacia la comunidad LGBTI+ están teniendo un aumento exponencial. Fomentados desde el propio Estado y el gobierno nacional. Recordemos que la canciller Mondino comparó la homosexualidad con tener una infección de piojos o que la vicepresidenta Villarruel cuestionó la pertinencia del matrimonio entre personas del mismo género.

Este episodio no es un hecho aislado, hace décadas que la población LGBTI+ es víctima de este tipo de ataques. Sin ir más lejos, hace pocos días se dio a conocer el resultado de la autopsia de Sofi Fernández, una mujer trans que fue hallada muerta en la dependencia policial 5ta de Presidente Derqui, y se conoció que fue torturada y asesinada de la manera más cruenta en ese lugar. Actualmente hay 10 policías de la Bonaerense de Kicillof acusados en la causa. También tuvimos en septiembre el crimen de Lautaro, cuya familia continúa exigiendo que se caratule como crimen de odio.

El discurso contra “la ideología de género” ha cobrado un gran peso en la población desde que es el propio presidente de la nación el que lo lleva adelante. El gobierno, que ya ha demostrado que de liberal no tiene nada, realiza abiertamente una campaña contra la educación sexual integral y contra todos los derechos de las mujeres y de las personas LGBTI+, tratando de instalar que nuestros derechos son “curros” o “negociados” de determinado sector político y no una conquista necesaria luego de años de luchas.

Esta idea es reproducida en los medios de comunicación diariamente. La semana pasada tuvimos que escuchar a Nicolás Márquez, biógrafo de Milei, decir abiertamente y sin interrupciones en el programa de Ernesto Tenembaum que la homosexualidad es “una conducta insana y autodestructiva”. El mes pasado, el twittero Manuel Jorge Gorostiaga (@GordoDan_), que forma parte del equipo de comunicación de la presidencia, fue condenado por ejercer violencia y hostigamiento digital contra una activista trans; días antes a esa condena había sido invitado al programa de Rebord, supuesto opositor, en el Día Internacional de la Mujer Trabajadora.

Esta política igualmente no queda solo en el discurso, las áreas de género sufren un ajuste aún mayor (en un 7%) al resto de las áreas del gobierno. Los despidos en el sector público han hecho retroceder los pocos puestos conquistados por el cupo laboral travesti trans, dejando compañeres nuevamente en la calle. Se han desmantelado programas enteros de contención y ayuda para víctimas de violencia de género.

No casualmente la pareja de mujeres atacadas se encontraba viviendo en un conventillo, sin acceso a una vivienda digna, compartiendo habitación con otras dos mujeres que también resultaron heridas. El hombre que llevó adelante el atentado se encuentra detenido pero aún no se le han atribuido los cargos por el crimen de odio.

Exigimos justicia por este hecho y basta de crímenes de odio. Es necesario organizarse contra esta avanzada reaccionaria. Hay que frenar de conjunto este plan de ajuste que licua también nuestros derechos y libertades.

Despidos en el Estado: el 10% de lxs contratadxs por cupo TTNB fueron despedidxs

85 personas TTNB despedidas en las últimas dos semanas. –

prensaobrera.com