Sofía Fernández murió en una celda de la comisaría 5° de Presidente Derqui mientras estaba detenida. Fue arrestada por la Bonaerense el 8 de abril en Villa Rosa por un supuesto robo, y llevada al calabozo de la comisaría, donde permaneció incomunicada hasta el 10 de abril, cuando la policía le comunicó a la familia que se había suicidado.

Sofía apareció asfixiada con una prenda de ropa interior y un pedazo de goma espuma de un colchón atascado en la tráquea. La familia denuncia y asegura que no se suicidó. “Nosotros no tenemos dudas de que la mataron y quieren ocultar todo”, señaló Mabel, su hermana. Además de ser docente, Sofía tenía planes a futuro como comenzar con una nueva carrera.

A más de 20 días de su muerte, la familia no pudo acceder al expediente completo que se encuentra en la UFI 4 de Pilar. Este organismo no imputó todavía a los policías que estaban en la comisaría al momento del siniestro. La única respuesta que recibieron los familiares fue la de funcionarios municipales y de la Secretaría de Políticas contra la Violencia de Género del distrito; les pidieron a los hermanos de Sofía que no hablaran con las organizaciones sociales ni partidos políticos y les dijeron que se harían cargo de los costos de su sepelio.

A pesar de este bochorno, el pasado viernes 28 de abril, la familia, en búsqueda de justicia, decidió realizar una movilización en conjunto con diferentes organizaciones a la fiscalía de Pilar. Desde el Partido Obrero nos acercamos a llevar nuestra solidaridad y apoyar el reclamo de justicia, dejamos en claro que esto no fue un suicidio sino un travesticidio, y que la investigación se debe llevar hasta el final, hasta que caigan los 10 policías responsables que están implicados en la causa pero que continúan en función y también el fiscal que estuvo de turno cuando murió Sofía.

El gobernador Axel Kicillof y su ministro de Seguridad, Sergio Berni, son responsables de esto. Por otro lado, la situación de la población trans es dramática, el ajuste brutal del gobierno y el FMI, que recae sobre la clase trabajadora, la afecta particularmente. Además, sufre la persecución y represión policial.

El caso de Tehuel es un claro ejemplo de esta situación de violencia, que desapareció luego de dirigirse a una entrevista de trabajo informal (al que accede la mayoría de las diversidades). Berni, en vez de llevar adelante una búsqueda a fondo de Tehuel, estancó la investigación.

Nos mantenemos en estado de alerta y movilización. Exigimos el urgente esclarecimiento. Justicia por Sofía Fernández.

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