Hoy se cumple ya un año y cuatro meses de la desaparición de Tehuel De La Torre, un caso que puso en vilo al país entero. El joven trans de 22 años salió a buscar trabajo y desde entonces no hay rastro de él. Las últimas dos personas sobre las que hay conocimiento de que lo hayan visto, el mismo 11 de marzo, son Luis Alberto Ramos y Oscar Alfredo Montes, que lo habrían acercado a Alejandro Korn, al domicilio de Ramos, a través de una falsa oferta laboral como mozo. Tehuel, que en ese momento no contaba con un trabajo, se dirigió allí, donde se ubica a los únicos dos detenidos a través de una foto que tomó el mismo Montes.

Una causa llena de irregularidades

La fiscal encargada de llevar adelante la investigación es Karina Guyot, conocida por sus implicancias en el caso de Diana Colman, desaparecida hace 7 años, cuestionada por la Asociación Judicial Bonaerense por persecución a una trabajadora que sufría violencia de género, y el más reciente caso del asesinato de María Rosa Ferreira, de 18 años.

A su vez, el juez Martín Rizzo, durante el mes de noviembre aceptó, sin ningún tipo de prueba, sólo un retazo de tela que se identificó como parte de la campera de Tehuel, partes de su celular roto y sangre en una casa que fue derrumbada al poco tiempo, el cambio de carátula de “averiguación de paradero” por “homicidio agravado doblemente por orientación sexual e identidad de género”. A través de un reclamo por el que luchó el colectivo LGBT+, es decir, el reconocimiento legal de los crímenes de odio, el poder judicial buscó enterrar el caso Tehuel y darle un cierre a su búsqueda.

Ya había denunciado su padre, Andrés de la Torre, que el Ministerio de Seguridad había tardado más de tres meses en activar una alerta naranja de búsqueda de personas. También que, al mes de su detención, la DDI y su grupo de psicólogos estaban listos para que Ramos y Montes declaren, acción clave que fue trabada por un recurso por parte de sus abogados, y que tuvo el visto bueno de la justicia. Fue Andrés el que presentó la tesis de que Tehuel pudo haber sido víctima de una red de trata, sobre la base de que en medio de la investigación se depositaron 100 mil pesos en la cuenta de Ramos y no se investigó la procedencia del dinero. Aún así, estuvieron meses enteros sin decir una palabra sobre Tehuel. (Anred, 11/11/2021)

Sin embargo, la lucha incansable de familiares, amigues y el activismo, que se moviliza todos los meses para reclamar por su aparición con vida, obligó a la Fiscal Guyot y al Juez de Garantías a desdoblar la causa, reabrir el expediente de averiguación de paradero y “seguir con la búsqueda”. Demagógicamente, el mismo mes que la causa fue desdoblada, el Ministerio de Seguridad Nacional, “recordó” a la población que existe una recompensa de 5 millones de pesos por “datos que ayuden a encontrarlo”. Le tiran la pelota a la sociedad, mientras se lavan las manos.

De más está decir que la justicia y las fuerzas de seguridad, con el ministro estrella de Kicillof, Sergio Berni, sólo hicieron algunos rastrillajes dudosos en lugares que ya habían sido investigados. No aparece en ningún lado la búsqueda con presunción de vida a pesar de los pedidos de la propia familia.

El autoencubrimiento del Estado

Decir que a Tehuel no lo buscan simplemente porque es un varón trans, se queda corto en explicaciones. El gobierno municipal y de la Provincia de Buenos Aires buscaron desde un primer momento cerrar el caso, en primer lugar, dilatando los rastrillajes, y luego, buscando toda forma de eliminar la presunción de que Tehuel se encontrara con vida.

Tehuel es un caso testigo del conjunto de la población trans, que expone su vida todos los días en búsqueda de un trabajo. Los enormes índices de desocupación de la comunidad TTNB dan cuenta del fracaso del gobierno “gay friendly” a nivel nacional y provincial, que no puede atender al problema del trabajo genuino para un sector históricamente marginado. En un año convulsionado por el hambre y la miseria a la que el gobierno, el pacto con el FMI y la oposición patronal arrastran a lxs trabajadores, buscaron tapar el sol con la mano aprobando el cupo laboral travesti trans en el Congreso Nacional. Pero lejos está de implementarse el mísero 1% de los puestos que promete la ley, sino que, por lo contrario, los gobiernos lo utilizan de manera punteril en puestos ultraprecarizados. En la provincia de Buenos Aires, la misma está aprobada desde 2015. Si el Estado hubiera querido, Tehuel y todxs lxs Tehueles, hubieran tenido un trabajo en planta estatal hace ya muchos años. Ser trans y de la clase trabajadora es una condena desde el Estado a transitar el circuito del trabajo no registrado, la prostitución y todas las violencias que eso conlleva.

No abandonar las calles hasta que aparezca con vida

La intervención del gobierno nacional y sus organizaciones fue en pos de sacar movimiento LGBT+ de las calles y que nuestra comunidad dejara de pedir por la aparición con vida de Tehuel. Si bien es cierto que esta idea caló en un gran sector, el reclamo nunca pudo ocultarse. Ni los familiares de Tehuel ni todo un gran sector del activismo dejó de exigir su búsqueda con presunción de vida. Mes tras mes, en distintas convocatorias, activistas se reúnen frente a distintos organismos del poder político por detrás de ese reclamo.

Desde la Agrupación 1969 y el Partido Obrero, en conjunto con activistas y organizaciones, convocamos el día de hoy a una asamblea abierta frente a la Casa de la Provincia de Buenos Aires a las 17 hs, para trazar un plan de lucha y exigirle al Estado que busque a Tehuel con vida e implemente, de manera efectiva y con trabajo genuino, el cupo laboral travesti trans.

Queremos a Tehuel con vida YA. El Estado es responsable.

https://prensaobrera.com/lgbti/presentan-en-la-legislatura-portena-un-proyecto-para-el-cumplimiento-del-cupo-laboral-trans