Ayelén fue asesinada el 12 de mayo de 2017 y su cuerpo fue hallado en las tribunas del Club Lawn Tennis, ubicado en el Parque 9 de Julio.

La joven había vuelto de Buenos Aires en octubre del año anterior. Estuvo refugiada en la capital del país luego de haber denunciado a policías de la Seccional II por detención y violación. Pero, como sucedió con Paola Tacacho y cada una de las denunciantes de violencia contra mujeres y LGBT+, la causa quedó archivada. Recibió amenazas y decidió ocultarse porque temía por su vida.

Este lunes comenzó el juicio de forma abreviada, con un único acusado: Adrián “Bandera” Miranda. Se esperaban dos días de desarrollo del mismo, pero en horas de la mañana, Miranda se declaró culpable de homicidio simple y, en acuerdo entre la fiscalía y la defensa se pidió 12 años de prisión, a ser considerado por el tribunal.

La familia considera que esto es un primer paso en la búsqueda de justicia, sin embargo, no es suficiente. Según el ADN realizado (solicitado en 2017 y dilatado su resultado) existe una persona más que habría participado en el crimen y exigen se continúe investigando las responsabilidades. Con Miranda preso, esta línea de investigación sería continuada.

Se reclamó además por la falta de respeto a la identidad de la víctima por parte de la justicia. Tampoco fue tomada en consideración la violencia estructural a la cual Ayelén y el colectivo trans de Tucumán son sometidxs diariamente, que perpetúan su opresión: constantemente son vulneradxs por la policía, son privadxs del acceso a la salud, la educación y el trabajo, y esto, indefectiblemente, es una sentencia por parte del Estado.

Quedamos a la espera de la sentencia, denunciando a la policía y la impunidad reinante en la provincia. Por Ayelén y todas las víctimas del sistema transodiante ¡Justicia!