Con motivo de la elevación a juicio de la causa que armó la Daia contra el dirigente del MST y exdiputado Alejandro Bodart, se realizó una reunión en el salón Jauretche de la Legislatura porteña. El equipo legal, constituido por María del Carmen Verdú e Ismael Jalil de Correpi, dio un informe de la situación. Representantes del MST como Pablo Vasco y Celeste Fierro plantearon iniciativas para luchar contra esta persecución judicial y pelear por la absolución. Numerosas organizaciones se solidarizaron y comprometieron a participar (Partido Obrero, PTS, Izquierda Socialista, Barrios de Pie, Fidai, Judíes x Palestina, entre otras).

La Daia busca criminalizar dos tuits publicados por Bodart del 2022. El 11 de mayo de 2022 mostró una foto de la periodista palestina Shireen Abu Akleh denunciando su asesinato con la leyenda “sionistas = nazis”. Días después, el 15 de mayo de ese año, al cumplirse los 74 años de la Nakba, Bodart tuiteó contra el ”Estado sionista y genocida de Israel”, y en defensa de la causa palestina. El sionismo opera constantemente para arrogarse la representación del pueblo judío, igualando sionismo a judaísmo. Con esta maniobra, igualan cualquier expresión antisionista con antisemitismo.

Como se señaló en la reunión, la Daia lleva años de lobby, buscando colonizar el Poder Judicial. Mediante distintas presiones y la complicidad de todos los sectores políticos patronales, consiguieron que la Legislatura porteña adhiriera a la definición de “antisemitismo” aprobada por la Alianza Internacional para el Recuerdo del Holocausto (IHRA, por sus siglas en inglés). Sobre esta base legal, adosando este concepto erróneo de antisemitismo a la ley antidiscriminación, se tramita el juicio en la Ciudad de Buenos Aires.

La definición de la IHRA no es jurídicamente vinculante según su propio preámbulo. Además, de once ejemplos que se mencionan, siete no son sobre la discriminación judeófoba, sino sobre el Estado de Israel. Existe, en cambio, la Declaración de Jerusalem de Antisemitismo (JDA) una definición mucho más seria, respaldada por centenares de académicos judíos, estudiosos del holocausto y de la historia de Medio Oriente, que justamente apunta a evitar la instrumentalización del antisemitismo como arma de censura por parte de Israel y sus cómplices.

Con esta herramienta, diversas organizaciones sionistas en todo el mundo censuran y judicializan a todo aquel que pronuncie posiciones antisionistas. De modo muy similar a la acusación contra Bodart, Vanina Biasi fue denunciada penalmente por el fiscal Carlos Stornelli, también por cuenta y orden de la Daia. Buscan amedrentar y silenciar a todo un movimiento de solidaridad con el pueblo palestino por la vía de atacar a quienes alzan la voz.

El 12 de agosto, día del inicio del juicio, se realizará una radio abierta frente a los Tribunales de la Ciudad de la calle Suipacha. Numerosas personalidades y organismos de derechos humanos, organizaciones sociales y políticas se harán presentes también para asistir a las audiencias judiciales.

Desde el MST impulsan un petitorio para solidarizarse, al cual invitamos a adherir. Ya firmaron Adolfo Pérez Esquivel (Premio Nobel de la Paz, Serpaj), Laura Alché (Apemia); Norman Briski (actor); Herman Schiller (periodista), Carlos “Sueco” Lordkipanidse (Encuentro Militante Cachito Fukman); Carlos Aznárez (periodista); Eduardo “Negro” Soares (abogado); Gabriel Solano (diputado porteño), Myriam Bregman (diputada nacional, mc), Tilda Rabi, presidenta de la Federación de entidades argentino – palestinas, y muchas personalidades y organizaciones más.