Cuando cientos de trabajadores de reparto se concentraban en las puertas de la Legislatura porteña para rechazar la modificación de la ley vial, impulsada por el jefe de Gobierno Horacio Rodríguez Larreta y que implica un régimen de mayor precarización para los repartidores, estos fueron agredidos brutalmente por una patota del sindicato ASIMM (Asociación Sindical De Motociclistas Mensajeros Y Servicios) con chalecos con el lema “Marcelo Pariente Conducción”.

El hecho sucedió a horas del mediodía mientras los repartidores se manifestaban ante las puertas del recinto, hasta que fueron increpados por la patota de Asimm con la orden de que se retiraran del lugar. Ante la negativa de los trabajadores fueron agredidos con golpes de puños, empujones y perseguidos varios metros.

 

Otra de las agredidas por la acción de esta patota fue la periodista Mercedes Ninci, quien fue objeto de distintas amenazas proferidas por este grupo y a la cual le intentaron sustraer el celular cuando registraba la persecución de los agresores contra los trabajadores.

La Policía Metropolitana, que se encontraba en el lugar de los hechos, asistió impávida a los acontecimientos, permitiendo el accionar de estos elementos hostiles. A poco de cumplirse 10 años del asesinato de nuestro compañero Mariano Ferreyra, las fuerzas policiales vuelven a allanarle el camino a las patotas sangrientas para que estas actúen sobre el movimiento obrero.

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El propósito de la burocracia de ASIMM, con su secretario general Marcelo Pariente a la cabeza, era suprimir la acción independiente que los trabajadores se encontraban impulsando, como una torpe respuesta al movimiento que los repartidores vienen poniendo en pie desde las bases. Recordemos que el sindicato en cuestión no participó de ninguna de las acciones impulsadas por los trabajadores, entre ellas cuatro paros nacionales e internacionales.

Pariente es tributario del gobierno de Alberto Fernández y su sindicato integra la CGT alineada detrás del pacto social con los empresarios y el Estado. Su presencia en las puertas de la Legislatura porteña, para “repudiar” la regulación impulsada por Juntos por el Cambio, esconde su adhesión al proyecto regulatorio del ministro de Trabajo nacional, Claudio Moroni, el cual coloca a los repartidores por fuera de la Ley de Contrato de Trabajo.

La agresión de esta patota se inscribe en el propósito de regimentar un movimiento en ascenso, que no ha podido ser encorsetado en los estrechos márgenes de la burocracia sindical y que pone en riesgo un negocio millonario en manos de las apps de reparto.

Exigimos la inmediata identificación de los responsables materiales e intelectuales de este ataque contra los trabajadores y su detención, empezando por el líder de la patota, Marcelo Pariente. Así como también las responsabilidades policiales y políticas, tanto del Gobierno de la Ciudad, como del nacional, que permiten el accionar impune de estos grupos.

Abajo la reforma antiobrera de Larreta. Viva la lucha de los trabajadores de reparto. Fuera las patotas del movimiento obrero.

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