Caso Facundo Castro: la Bonaerense y Berni cada vez más comprometidos

A 3 meses, exigimos aparición con vida de Facundo Castro. El Estado es responsable

Hace 110 días que Facundo Astudillo Castro está desaparecido. La última vez que se lo vio con vida fue en un patrullero de la Bonaerense. La aparición, el último fin de semana, de un cuerpo en la zona de Villarino, y que se sospecha puede ser el de Facundo, puso más el foco en la responsabilidad de la Bonaerense en la desaparición del joven de Pedro Luro.

Los abogados de la madre de Facundo, querellante en la causa, consideran que el cuerpo habría sido plantado por la misma policía (que ya habían rastrillado la zona sin resultados). Como señala tanto Cristina, la mamá de Facundo, como sus abogados, hay una imposibilidad de llegar hasta ese lugar caminando por sus propios medios, debido a que es de muy difícil acceso. Por eso, desde las huellas de un vehículo por identificar en la zona hasta la aparición allí de una zapatilla, como la que llevaba Facundo, prácticamente intacta, mientras el cuerpo -del que se esperan los resultados del peritaje para la semana próxima- está en estado de descomposición, reafirman las denuncias de la querella, mientras el fiscal se desentiende de estas evidencias.

Desde el momento de la desaparición, la familia y los abogados han denunciado irregularidades, atropellos y maniobras de encubrimiento por parte de la policía local, el intendente Carlos Bevilacqua (Frente de Todos) y el ministro de Seguridad, Sergio Berni, lo que obligó a que, en julio, la Bonaerense fuera separada de la investigación por obstaculizar el avance de la causa.

En los últimos días se encontraron nuevos elementos que implican directamente a la policía de Berni como la responsable directa de la desaparición forzada. “Bueno, quedate tranqui, Janita, nadie sabe que fuimos nosotros, aparte es como dice el jefe: nosotros hicimos nuestro trabajo”. Esto le dijo el policía Mario Gabriel Sosa a su par de la Bonaerense, Jana Jennifer Curuhinca, el 3 de julio, cuando la desaparición de Facundo ya había llegado a los medios. A los pocos días se encontró una foto del DNI de Facundo en el teléfono de la misma agente Curuhinca, y de fondo, un patrullero. Dentro de las incongruencias en las declaraciones y en la misma investigación, González, oficial de Teniente Origone, dijo que Facundo “se encontraba indocumentado”.

El martes 18, el excuñado relató cómo un grupo de agentes de la Bonaerense de Mayor Buratovich lo intimidó para que falseara su testimonio sobre el paradero de Facundo: “Querían desviar la investigación para Bahía Blanca”. Fue encerrado en un cuarto de la subcomisaría del pueblo y reveló que había efectivos de otras localidades; la amenaza de golpes y la presión para instalar una hipótesis que le servía a la fuerza sospechada. El hombre tuvo que mudarse ante las intimidaciones policiales.

Fuera Berni

Cristina Castro, con la evolución de los hechos, ha sacado la conclusión y reclamó públicamente la renuncia de Sergio Berni y del intendente Bevilacqua. El papel del encubrimiento del secretario de Seguridad, y responsable de la Bonaerense, es clara. En la última declaración pública de Berni en los medios, dijo que no habría “vínculos concretos” de su policía con la desaparición de Castro. El operativo de encubrimiento abarca también al conjunto del poder político, empezando por el gobernador Axel Kicillof y continuando con el gobierno nacional, que no abren la boca a pesar de las denuncias.

La defensa de Berni a la Bonaerense y del conjunto del poder político al propio Berni es, en realidad, la defensa de una política de represión que parte del “empoderamiento” de las fuerzas represivas y que tiene su expresión más espeluznante en el gatillo fácil y los abusos policiales con  la excusa de defender la cuarentena. Desde marzo de este año se reportaron -de acuerdo a Correpi- 92 muertes a manos de integrantes de las fuerzas estatales, 42 de los cuales fueron en la provincia de Buenos Aires. Córdoba se encuentra movilizada por el caso de Blas Correas, otra víctima de gatillo fácil de una policía que ya se cobró varios casos, también en lo que va del año. A esto se suman centenares de otros ataques, como las violaciones y torturas a jóvenes Qom en Chaco.

El “empoderamiento” de las fuerzas represivas durante la pandemia en Buenos Aires, entonces, no es un hecho aislado. Está inscripto en la política del mismo gobierno que alienta el accionar represivo y el gatillo fácil con la militarización de las villas y la represión de los reclamos populares.

La función que cumple el despliegue las fuerzas represivas es ahogar los reclamos obreros (trabajadores de Penta, UTA en Córdoba, mineros de Andacollo) y de la juventud ante la inminente crisis económica y social. Ante el nuevo acuerdo con los bonistas y el próximo arreglo con el FMI, se profundizará la miseria, a la vez que la orientación represiva de este gobierno, que busca que los trabajadores paguemos la crisis.

En este sentido, encontramos una continuidad con la “doctrina Chocobar” impulsada por Macri-Bullrich, y las lamentables coincidencias con el caso de Santiago Maldonado. Los intentos por parte del gobierno de encubrir a Berni, de su propio riñón, son absolutos. “Muchas veces ha habido intentos con el tema de Facundo de querer equipararlo al caso de Santiago Maldonado y la verdad que más allá de las miserabilidades de la política, creo que hay que tener en claro que en este caso, al revés de lo que sucedió con Santiago”, hay un gobierno que “ha articulado todo para la búsqueda”, sostuvo Máximo Kirchner en una entrevista radial. Los atropellos contra la familia e implantes de pruebas y testigos falsos también remiten a una “equiparación”, que dista de ser miserable. La madre de Facundo, Cristina Castro, pidió la renuncia de Sergio Berni, como en su momento Sergio Maldonado, pidió que se vaya Patricia Bullrich.

Por estos motivos planteamos que se vaya Berni. El valor de la consigna ¡Fuera Berni! es que sirve para organizar una lucha que apunta al corazón de la política represiva de conjunto.

Organicemos la lucha

La lucha por la aparición con vida de Facundo Castro está indisolublemente ligada al “Fuera Berni” y al desmantelamiento de la “maldita policía” responsable de su secuestro.

Frente a esta situación represiva crece la indignación popular y se desarrollan movilizaciones y reclamos de familiares y amigos, junto con las organizaciones de derechos humanos, políticas y sociales, que rechazan la represión y la persecución.

A los pronunciamientos de las organizaciones estudiantiles, sindicales, políticas y de derechos humanos se sumaron las concentraciones convocadas por el Polo Obrero y el Frente de Lucha Piquetero. Este jueves 20, a las  15.30 horas, nos movilizamos en la Ciudad de Buenos Aires, junto con Memoria, Verdad y Justicia. La consigna “aparición con vida de Facundo Castro”, unida a “El Estado es responsable, fuera Berni”, da cuenta de la responsabilidad política que le cabe a Kicillof por permitir su continuidad.

El reclamo popular por la aparición de Facundo Castro es fundamental para superar las maniobras de encubrimiento por parte de la policía y el poder político en su conjunto. Si Berni cae como consecuencia de la movilización de la juventud y los trabajadores, estaremos en mejores condiciones para avanzar en la lucha por el desmantelamiento de la Bonaerense.

Redoblemos la organización y avancemos en la campaña por un plenario nacional contra la represión, para unir todas las luchas contra el gatillo fácil y la represión policial y estatal.