Caso Facundo Castro: nuevas pruebas refuerzan la hipótesis de desaparición forzada seguida de muerte

Continúa la lucha contra la impunidad. ¡Fuera Berni!

En los últimos días se dieron a conocer nuevas pruebas en la causa que investiga la desaparición forzada seguida de muerte de Facundo Astudillo Castro, relacionadas a la zona donde hallaron su cuerpo, las pericias a la piedra de turmalina que llevaba puesta y a los celulares de los cuatro policías bonaerenses que tuvieron contacto con el joven el último día visto con vida.

Junto a los testigos de la causa, el Ministerio Público Fiscal realizó un nuevo reconocimiento en el lugar donde fue hallado el cuerpo de Facundo, un cangrejal en la localidad de Cerri. Las características específicas del suelo y las mareas de la zona hacen descartar cualquier posibilidad de un accidente, que es lo que sostienen la jueza Marrón y el ministro de Seguridad Sergio Berni, en un acto de encubrimiento hacia la propia Bonaerense.

Durante el reconocimiento de la zona, uno de los testigos de la causa, un pescador local dijo: “Podés caminar hasta la vera del agua sin enterrarte, sólo te vas a embarrar”, describió. Y agregó que “tendrías que ingresar más de diez metros a la ría para que el agua te llegue a la altura de la rodilla”. Sobre el lugar específico en donde se encontró el cuerpo, el pescador reconoció también que, cuando la marea sube, sólo queda cubierto por unos pocos centímetros de agua (AndarAgencia, 12/7).

La única prueba que sostiene la jueza para justificar la hipótesis de “accidente” era un informe del Instituto Argentino de Oceanografía (IADO) que, sin ningún tipo de rigor científico, sostiene que Facundo recorría el río y murió ahogado -accidentalmente, a 20 cm de profundidad. Una verdadera impostura.

En segundo lugar, los informes periciales constataron que existen coincidencias entre el trozo de piedra de turmalina secuestrado en el puesto policial de Teniente Origone y el encontrado en un patrullero de la policía local de Bahía Blanca. Estos trozos de turmalina fueron encontrados por uno de los perros rastreadores que intervinieron por parte de la querella.

Por último, se dio lugar al pedido de la querella de secuestrar y peritar de los teléfonos celulares de los cuatro policías mencionados en la causa como sospechosos, Alberto González, Gabriel Sosa, Xiomara Flores y Jana Curuhinca. No hubo mucho material que pudiera recuperarse, ya que había sido eliminado por los policías, incluso dada de baja las líneas telefónicas que le pertenecían. Todavía restan los peritajes sobre los últimos teléfonos secuestrados en el allanamiento a la casa de Flores y Sosa (AnRed, 16/7).

Como denuncia sistemáticamente la mamá de Facundo, Cristina Castro, la jueza a cargo de la causa, no investiga el crimen y bloquea sistemáticamente los planteos de la querella, que debe recurrir a la cámara federal de Bahía Blanca para cada medida que plantea. El resultado de esta obstrucción sistemática de la investigación es que sigue habiendo pericias reclamadas hace meses que recién ahora se están llevando adelante.

Cristina declaró, hace unas semanas, sobre la impunidad que recubre a la Bonaerense que desapareció y asesinó a su hijo: “Visitamos la Casa de Gobierno, nos reunimos con el presidente y el gobernador. El rol del Estado fue siempre bancar a Berni, que nos amenazo públicamente. El ministro, a los pocos días de la desaparición de Facundo se presentó en Villarino abrazado con distintos personajes de la política local. Es un atropello a los derechos humanos en toda su expresión”.

El accionar de las fuerzas de seguridad no se puede escindir del Estado al que representa. El gobierno de Alberto Fernández ha profundizado una orientación represiva, de amedrentamiento y persecución a la juventud, de violencia y revictimización hacia las mujeres.

Sigue vigente en el campo independiente de las organizaciones políticas, sociales y de derechos humanos salir a luchar exigiendo justicia por Facundo y que se vaya Berni. Contra el manto de impunidad que protege a Berni, la Bonaerense y la represión y persecución de lxs trabajadores y la juventud como política de Estado.