¿Cómo era hacer política durante la dictadura?

Compañeros nos cuentan sus testimonios.

Dictadura militar.

A 47 años del último golpe de Estado, el Partido Obrero moviliza con el Encuentro Memoria Verdad y Justicia, contra un gobierno que continúa criminalizando la protesta social, reprimiendo a quienes salen a la calle y persiguiendo a quienes luchan para hacer pasar el ajuste, todas políticas de una democracia heredera de la dictadura. Te dejamos algunos testimonios de compañeros que te cuentan como era militar en esa época, sobre todo formando parte del activismo y de la vanguardia del movimiento obrero organizado, que es con lo que el golpe de Estado había venido a barrer.

Roberto Gellert, haciendo memoria de su desempeño como delegado, contó: “Yo estaba en la clandestinidad porque la triple A me había amenazado de muerte y fui sostenido financieramente por colectas de los compañeros, que me pegaban las quincenas en aquella época. En abril de ese mismo año sufrí un secuestro y fueron los compañeros quienes me salvaron de la muerte, luego de haber sido llevado por un grupo de tareas a la comisaría de Villa Martelli, los compañeros pararon la fabrica, tomaron de rehenes a los jefes de la empresa, formaron comisiones y recorrieron comisarias, cuarteles, etc., lo que me salvó la vida. Esto también desmiente que el golpe se haya dado contra las organizaciones armadas, las víctimas fueron obreros de vanguardia, activistas, delegados.”

Rafael Santos, dirigente nacional del Partido Obrero, hizo memoria de cómo era organizar la actividad militante con la dictadura encima: “el 23 de marzo fui a ver a Sergio Riveros y le di una lista de compañeros de fabricas metalúrgicas y activistas que esa noche no tenían que dormir en su casa porque no sabíamos si iba a ser algo sangriento o iba a ser una represión que iba a ir aumentando. A partir de ahí fuimos armando también el criterio de trasladar a los compañeros más quemados y que tenían una presencia pública, en muchos casos que renunciaran a la fábrica y trasladarlos de una zona a otra. Néstor vino de Córdoba a Buenos Aires. Aplicamos métodos de clandestinidad, el periódico se repartía en bolsitas, se hacían agitaciones de tipo relámpago (tiraban volantes al aire en la puerta de las fábricas y se iban).”

Néstor Pitrola, dirigente nacional del Partido Obrero, sostuvo: “viví el golpe militar y todo el proceso previo como delegado bancario en Córdoba. En el 1975 mi banco fue a la huelga general, nuestra coordinadora de delegados clasistas dirigía el gremio contra la burocracia y esta fue una reacción contra las burocracias fabriles frente a lo que se llamó el Rodrigazo, meses antes del golpe. Esto sucedió porque hubo un proceso de lucha contra el pacto social de Perón y contra la burocracia sindical por parte de la clase obrera que terminó en esta huelga. El gobierno de Perón, y luego de Isabel y Lopez Rega, trató de conjurar ese gran proceso político con las Triple A, los grupos de choque que matarona miles de militantes en todo el país tratando de cumplir la función que después cumpliría la dictadura.”

Nora Biaggio, docente en aquel entonces, explicó cómo se forjó la dictadura y la organización obrera de aquel entonces: “La burguesía necesitaba imponer a sangre y fuego una derrota a la clase obrera mediante el golpe, para desvalorizar la fuerza de trabajo, atacando directamente lo que eran las conquistas obreras, ingresando en forma directa a las fábricas más importantes y sindicatos. Yo trabajaba como docente del General Sarmiento, en la zona norte del Gran Buenos Aires y a nosotros nos tocaba formar parte de los plenarios de las mesas de gremios en lucha, que fueron resolviendo acciones sumamente profundas que era el levantamiento de una fabrica, que levantaba a otra a lo largo de la panamericana, y así se iban generando los procesos de huelga general, que no convocó la CGT sino que fue impuesta de prepo”.

Hoy como entonces, luego de 40 años de democracia, llegamos a un nuevo aniversario del 24 de marzo en el marco de un brutal ajuste y una avanzada contra las libertades democráticas, como fue el caso de la provincia de Mendoza, que no deja de ser un globo de ensayo en la agenda de la burguesía en relación a la prohibición y represión de las manifestaciones de protesta. Este 24 de marzo nos plantea una acción de lucha, independiente de todos los políticos capitalistas, por el ayer y por el hoy.