Crimen contra Pablo Grillo: el informe balístico destroza la defensa de Bullrich y compromete al cabo Guerrero

La trayectoria del proyectil confirma un disparo directo contra los manifestantes.

Crimen contra Pablo Grillo.

El peritaje de la división balística de la Policía de la Ciudad sobre la brutal represión del 12 de marzo confirmó lo que denunciamos desde el primer día: el cabo de Gendarmería, Héctor Guerrero, disparó de forma ilegal contra los manifestantes, hiriendo gravemente a Pablo Grillo.

El informe, ya en manos de la jueza Servini, descarta que se haya tratado de un “accidente”. Según el manual de uso del arma aportado por la propia Gendarmería, las granadas deben dispararse en ángulo ascendente de 45° o descendente entre 30° y 45°. Guerrero, en cambio, disparó en forma horizontal y directamente hacia los manifestantes que se encontraban en Hipólito Yrigoyen, lo que explica que el proyectil terminara impactando en la cabeza de Pablo.

La reconstrucción pericial demuestra que:

  1. El disparo salió desde el cordón de gendarmes donde estaba Guerrero.
  2. No se siguieron los protocolos de seguridad establecidos en el manual.
  3. La trayectoria del proyectil confirma un disparo directo contra los manifestantes.

Este resultado pulveriza la defensa que montó Patricia Bullrich, quien salió a blindar al gendarme asegurando que había actuado “según los manuales”. Las cámaras de los alrededores del Congreso ya habían mostrado lo contrario desde las horas posteriores a la represión, y ahora la pericia oficial lo corrobora: el accionar de Guerrero constituye un caso claro de tentativa de homicidio agravado.

Mientras tanto, Pablo Grillo sigue internado en el Hospital Ramos Mejía, atravesando cirugías y con una prótesis craneal, por las heridas ocasionadas en una jornada donde el gobierno de Milei y Bullrich desató una verdadera cacería sobre jubiladxs y manifestantes.

La responsabilidad política es ineludible: Bullrich y Milei son los jefes de una política represiva que busca criminalizar la protesta y aleccionar a quienes se movilizan contra el ajuste y las reformas antiobreras. El ataque contra Pablo no fue un “exceso”, fue parte de una estrategia de terror para desmovilizar.

Desde el movimiento obrero y las organizaciones populares tenemos la tarea de transformar esta causa en una bandera de lucha. Fuera Bullrich. Basta de represión. Juicio y castigo a los responsables materiales y políticos del ataque contra Pablo Grillo.

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