Libertades democráticas
7/3/2025
Emocionante declaración de Natalia, hija del compañero Juan Carlos Interlandi, detenido desaparecido en el ex centro clandestino “1 y 60”
En el marco del juicio por los crímenes de lesa humanidad. Juan Carlos era militante de Política Obrera (hoy Partido Obrero) y trabajaba en la fábrica Alpargatas.
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Juan Carlos.
En el marco del juicio por los crímenes de lesa humanidad cometidos en los centros clandestinos de detención y exterminio de la sede central del Cuerpo de Infantería, en el predio contiguo del Regimiento de Caballería de la Policía de la Provincia de Buenos Aires (ubicado en la capital provincial en la calle 1 entre 59 y 60, junto con en el Regimiento de Caballería en 60 entre 1 y 115) y en la Comisaría 8ª de La Plata (ubicada en la avenida 7 y esquina 74, en Villa Elvira), prestó declaración testimonial Natalia, hija de Juan Carlos Interlandi, una de las víctimas detenidas-desaparecidas en cuyo caso hay genocidas acusados.
En medio de una concurrida sala de audiencias, Natalia relató lo que supo a lo largo de los años sobre la primera desaparición de Juan Carlos, ocurrida el 29 de marzo de 1976. En aquel momento, Juan Carlos era militante de Política Obrera (organización antecesora del Partido Obrero) y trabajaba en la fábrica Alpargatas. Junto a su hermano Hugo, con quien estudiaba la carrera de arquitectura, se había incorporado al PO de La Plata, cuyos responsables eran Sergio Villamil y Fernando Sánchez (quien fue secuestrado el 23 de septiembre de 1978, pasó por el Centro Clandestino El Atlético y la Escuela de Mecánica de la Armada, y permanece desparecido).
Luego de varios días desaparecido, Juan Carlos fue liberado y tuvo que exiliarse en Córdoba, como varios compañeros y compañeras del PO. Volvió a ser secuestrado y torturado en el '82 . Luego de su liberación continuó su militancia hasta su fallecimiento (23 de agosto de 1992), ocurrido en un accidente con su moto cuando volvía de trabajar.
Natalia denunció que antes que ella había sido convocado como testigo su tío Hugo, quien falleció durante la pandemia. Otro familiar que no llega a declarar ni a presenciar el juicio por los crímenes de lesa humanidad a sus allegados, el cual se desarrolla a 49 años de los hechos. Garantizan así la impunidad biológica de los represores, ya que la causa llegó a tener más de 30 imputados pero al día de hoy 14 fallecieron y 3 están sobreseídos por incapacidad sobreviviente.
Cerró su declaración exigiendo justicia por Juan Carlos y por los 30.000, la necesidad de que se investigue qué pasó con los más de 400 bebés apropiados en dictadura que continúan sin aparecer y que se abran los archivos de la dictadura.
Sin dudas su declaración fue un enorme homenaje a Juan Carlos y a todos los compañeros y compañeras que sufrieron el terrorismo de Estado en la última dictadura cívico-militar-eclesiástica, y cuando nos enfrentamos a un gobierno negacionista y apologista de la dictadura como el de Milei, que derrotaremos en las calles.
Cárcel común, perpetua y efectiva para todos los genocidas.
¡No olvidamos, no perdonamos y no nos reconciliamos!

