Ensenada: un barrabrava funcionario corrió a la policía y el municipio dice que “les faltó huevos”

El secretario de Seguridad de Secco disimula y pide mano dura.

Martín Slobodian, secretario de Seguridad de la intendencia de Mario Secco en Ensenada,​ ganó los medios regionales al tildar a los policías del distrito​ de “cobardes” y  “faltos de huevos” y les reclamó no haber usado escopetas​ y postas de goma para defenderse de la paliza que recibieron​ a manos de un barrabrava del club Cambaceres de apellido Guzmán.​

Se trata de una puesta en escena por parte de​ Slobodian, para ocultar la responsabilidad del municipio. Como se ve claramente en los videos,​ Ariel Guzmán, que había sido denunciado por su pareja por violencia de género y violación de la perimetral, se fugó “tranquilamente” después de haber golpeado a los efectivos policiales.​

Pero, ¿quién es Ariel Guzmán?​ La impunidad con que se manejó​ ​dice mucho de los vínculos que tiene ​con el poder. El​ “Leyo”, como se lo conoce en la ciudad​, era jefe de la barrabrava de​ Cambaceres ​y tuvo una larga actuación como patovica​ de la Uocra y​ fuerza de choque de la burocracia. Con varias denuncias por robos e ilícitos, ya que manejaba importantes negocios de los barras,​ el patotero Guzmán se desempeñaba como profesor de kickboxing en el Polideportivo Municipal. Ni Slobodian ni​ Mario Secco pueden desconocer el prontuario de este lumpen todo servicio,​ cuando las actividades del polideportivo son monitoreadas directamente por funcionarios de la Secretaría de Deportes de la Municipalidad.​

​El supuesto “exabrupto” del secretario de Seguridad​ es un disimulo para ocultar la​ responsabilidad que le cabe a​ la intendencia, que no solo no garantizó la protección de la expareja de​ Guzmán sino que tenía a este ​delincuente a su servicio. Al mismo tiempo, la pose de​ Slobodian​ forma parte de un lobby para dar carta blanca y vía libre a la prepotencia policial contra los trabajadores y la juventud, mientras simula ponerse duro con los Guzmán que son conchabados por el poder.

Este discípulo de Berni se sube al caballo de una escalada represiva que montó un cerco policial en el Barrio Cabezas, en el límite entre Ensenada y Berisso, cuando se convirtió en un epicentro de los contagios de coronavirus; y cuando se sigue encubriendo la desaparición forzada de Facundo Castro, secuestrado por la Bonaerense que protege el gobierno de Kicillof.​

Ensenada tiene una larga historia de “mano dura”​ y de movilizaciones contra la represión policial, como las que se produjeron el año pasado en Punta Lara tras las denuncias contra el comisario y efectivos de la comisaría de la localidad por torturas a un joven estudiante de una escuela del distrito.​

El affaire Guzmán puso al descubierto los lazos del municipio y la burocracia sindical con las patotas y los barras. Exigimos la investigación de estas complicidades, y denunciamos todo intento por empoderar a la policía como fuerza de represión contra los trabajadores. Reclamamos la apertura de los libros de las comisarías al control popular y el desmantelamiento de la maldita Bonaerense.

¡Fuera Berni! Vamos por un plenario nacional antirrepresivo para votar un plan de lucha contra la represión, el gatillo fácil y la impunidad.​