Tal como se anunció al finalizar la actividad del 1º de abril realizada en la peatonal de Florencio Varela por la Comisión por la Memoria (de la cual dimos cuenta en Prensa Obrera), se realizó una asamblea con familiares perjudicados por la acción policial y judicial en el distrito. La misma tuvo lugar en la plazoleta situada frente a la comisaría 1º. Atrajo la presencia de doscientos participantes, en su mayoría familiares y amigos de víctimas del gatillo fácil, de los narcos protegidos por jueces, fiscales y policías, presos con causas montadas con falsos testimonios, asesinados y desaparecidos recientes, etc. Estuvieron presentes, por otra parte compañeros del Partido Obrero y el Polo Obrero, del MST, Izquierda Socialista, PTS y del MTR Histórico y la Red de Organizaciones Comunitarias Monseñor Enrique Angelelli.

En la asamblea tomaron la palabra familiares de Ezequiel Ledesma, asesinado hace dos meses por un narco, que salió libre al día siguiente. Los familiares denunciaron que el tráfico de drogas se realiza con la vista gorda de la policía. Acusaron al juez de la causa Marcelo Villagrán de haber ordenado la libertad del asesino, con todas las evidencias en su contra, y a la seccional tercera del Km 26 de haber cajoneado la denuncia. También tomó la palabra una familiar de los presos en la comisaría 4º de Bosques (Hernán Agustinione, Ezequiel Agustinione y Facundo Blanco), acusados sin pruebas de haber incendiado varias unidades de colectivos de la empresa Misión Buenos Aires. Aún permanecen presos aunque se carece de evidencias y los fiscales de la causa han anunciado que estarán 8 meses más, mientras dure el proceso. En rigor, la principal sospechosa es la empresa debido a que cobraría una jugosa suma de dinero que le asegura la póliza de seguros. En esta causa, curiosamente, también interviene el mismo juez Villagrán, según denunciaron las familiares.

También hablaron la madre y hermana de Lucas Escalante, joven al que hizo desaparecer hace cuatro meses la bonaerense, junto a Lautaro Morello, asesinado luego de la desaparición de ambos. Ellas, del mismo modo que la abuela y la madre de Lautaro, oradoras en la asamblea, denunciaron el maltrato de Berni, y el ocultamiento y prepotencia del comisario Argañaraz de la comisaría 4º. Un dato significativo es que el nombrado comisario es el mismo que tiene presos a los jóvenes acusados del incendio de los colectivos. Las familias de Lucas y Lautaro denunciaron que el hijo y el sobrino del comisario Centurión continúan en el penal de Florencio Varela, donde están alojados en una situación de privilegio y a pocas cuadras de su vivienda. Cabe decir que el comisario mencionado cuenta con considerables lazos con el personal jerárquico del penal perteneciente al Servicio Penitenciario, razón por la cual han reclamado el traslado a otra cárcel. Esta solicitud no ha sido satisfecha aun por el juez Busteros.

Estuvieron presentes también con sus carteles los familiares de Sabrina Barrientos, una de las chicas víctimas del múltiple asesinato de seis años atrás de varias adolescentes en la calle Senzabello, a pocas cuadras de la comisaria tercera, luego de salir de un boliche bailable. Esta causa se mencionó en la asamblea, se está reabriendo, luego de haberse mantenido dormida durante más de un lustro, no sin haber antes intentado impedir una verdadera investigación mediante la acusación a un adolescente de 14 años, inexperto en el manejo de armas, luego de que las pericias pusieron en evidencia que allí actuó un experto tirador. Se sospecha, no sin fundamentos, que dicha verdadera masacre está vinculada al tráfico de drogas en el local bailable Santa Diabla, donde concurrían las chicas víctimas, cuyo propietario es un tal Faldetta, reconocido empresario de la localidad, muy vinculado al poder político y judicial, y desde luego a la policía.

Finalmente se adoptó una resolución práctica consistente en una movilización el martes 11 de abril a la mañana a las puertas de la fiscalía demandando la libertad de los jóvenes falsamente acusados del incendio de los colectivos de la empresa Misión Buenos Aires. Muy importante resolución, que expresa la unidad de las víctimas de la violencia institucional, sobre la base del concepto de que si tocan a uno, tocan a todos, algo que en el transcurso de la asamblea quedó absolutamente claro.

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