Durante la mañana, y hasta pasado el mediodía del 18 de marzo, decenas de familiares y amigos de Lautaro Morello, asesinado el 9 de diciembre de 2022, y Lucas Escalante, desaparecido ese mismo día, luego del encuentro entre las selecciones argentina y holandesa se movilizaron a la sede del Tribunal Oral N° 2 en el Barrio La Esmeralda para reclamar justicia y celeridad en el proceso judicial.

Por este crimen está preso el comisario mayor, Centurión, como así también su hijo y su sobrino, dos comisarios más, y nueve integrantes de la bonaerense. Cabe señalar que el mencionado comisario ha sido jefe de Interpol en Argentina hasta el momento en que fue encarcelado, y era comisario de la seccional 4º de Bosques, calificada como una de las más corruptas del conurbano.

La razón de la convocatoria a la que hacemos referencia era la presentación de pruebas ante el Juzgado Criminal Nº 2, en el que se realizará el juicio oral, cuyo inicio tendrá lugar el 24 de abril, una fecha que fue adelantada luego de la lucha llevada a cabo por los familiares, ya que pretendían postergarlo hasta septiembre.

En el transcurso de la concentración, y mientras se esperaba que el secretario del mencionado tribunal atendiera a una delegación de familiares de las víctimas, se realizó una radio abierta. Durante la misma hablaron la abuela de Lautaro, una de las hermanas de Lucas, y también la hermana de Josué, quien junto con Paloma fueron asesinados recientemente en Bosques en un sitio muy próximo a la Comisaría 4º de Bosques, como así también una vecina de las victimas de este asesinato.  

Luego de la entrevista de los familiares con el secretario del tribunal, en el que los familiares demandaron la presencia en el desarrollo del juicio, se cerró la actividad con una breve asamblea con un informe sobre lo sucedido, cuya característica fue la ratificación de los familiares de mantenerse firmes en la lucha por prisión perpetua para los asesinos.

Aunque sea alentador que Centurión este preso, ya que su poder en la bonaerense había tenido una considerable magnitud, y que la fiscal Dongiovanni haya sido desplazada de la causa por su complicidad con la fuerza policial, del mismo modo que el juez Busteros, la razón fundamental de estas renuncias residen en la firmeza de los familiares que no han cedido a las maniobras judiciales  y policiales.

Lo cierto es que estos asesinatos y desapariciones revelan la naturaleza de las fuerza policial, que tanto bajo la dirección de la gobernadora Vidal, como la de Scioli o la de Kiciloff ha sido el instrumento del ataque a las lucha obreras y populares, al mismo tiempo que una banda delictiva metida hasta el caracú en el trafico de drogas, prostitución (el caso Zisuela es paradigmático), etc.

La bonaerense ha demostrado ser irreformable, del mismo modo que el conjunto del aparato policial de todas las provincias, la de CABA y la Federal, como así también  el conjunto de las fuerzas represivas.

El estado burgués la necesita, como el cuerpo humano necesita el corazón, sin el cual muere. Abrigar una ilusión en una democratización policial es un callejón sin salida.

En el camino de la lucha por la disolución del aparato represivo y policial, los familiares de las victimas de estos asesinatos, y tantas otras, deben sacar conclusiones prácticas.  Los vecinos de los barrios en los que han ocurrido estos hechos deben actuar para intervenir en las comisarías, reclamando la investigación y apertura sobre los libros de guardia, e ir organizando una fuerza independiente de seguridad ciudadana integrada por las organizaciones de lucha de los barrios, los familiares de las víctimas de la represión policial , y de su accionar delictivo.   

La movilización popular y la represión criminal de Milei-Bullrich

Editorial de Gabriel Solano en 14 Toneladas Temporada 2 Episodio 6. -

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