Libertades democráticas
25/4/2025
Jujuy: el intento de desalojo a la comunidad Cueva del Inca anticipa una ofensiva general contra los territorios y comunidades
El desalojo fue derrotado por la heroica resistencia de la comunidad.

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Imagen: Corresponsal.
El martes 22 tuvo repercusión nacional el desalojo fallido a la comunidad Cueva del Inca en Tilcara, ordenado por la jueza Lis Valdecantos Bernal, que terminó con una brutal represión y dos detenidos. La resistencia de la comunidad (mayoría mujeres) y presentaciones legales obligaron suspender el desalojo por 48 hs por lo que continúa la vigilia y el reclamo por la definitiva anulación y el cierre de la causa.
Los intereses hoteleros detrás del desalojo
La causa judicial que conlleva el desalojo fue realizada por Carlos Vázquez y Natividad Cruz, propietarios del hotel Canto del Viento, uno de los tantos que rodean a la comunidad. Las cadenas hoteleras de la zona hace años vienen hostigando a la comunidad y el propio Carlos Vásquez fue denunciado en 2018 por atacar con piedrazos a Javier Mamani, integrante de Cueva del Inca.
Los dueños hoteleros aducen haber comprado los territorios en 1917, pero la comunidad es preexistente y tienen personería jurídica y carpeta técnica del Inai (Instituto Nacional de Asuntos Indígenas) con la delimitación precisa del territorio comunitario.
El empresario hotelero cuenta con el apoyo del Estado jujeño en su conjunto, que ya con la reforma constitucional pretenden avanzar contra las comunidades y sus territorios para negocios mineros, turísticos e inmobiliarios. No es casualidad que el Secretario de Turismo quien da curso y garantiza estos negociados sea de apellido Valdecantos, curiosamente mismo apellido que la Jueza que ordena el desalojo.
A su vez, Carlos Vásquez, dueño del hotel, fue funcionario radical en la Ciudad de Susques.
Al ser ilegal por la Ley de “Patrimonio y Avasallamiento a los Derechos de la Comunidad” Art. 75 el ingreso de fuerzas de seguridad a territorios comunitarios, el hotel, el gobierno y la Justicia dirigieron la causa a Don Javier Mamani para sortear las leyes. Sin embargo, las fuerzas de seguridad fueron contra la comunidad porque no existen títulos individuales en Reteci (relevamiento territorial de comunidades indígenas), solo títulos comunitarios.
Las abogadas defensoras presentaron una denuncia federal a la policía y el Municipio de Tilcara por involucrar al Juez de Paz y haber ingresado por la fuerza a un territorio considerado patrimonio arqueológico y cultural ya que a 300 metros hay andenes de cultivos ancestrales.
Un conflicto irreconciliable: organicemos una lucha unitaria de todas las comunidades
Estamos ante una avanzada de fondo del Estado capitalista contra las comunidades originarias. Para el capital y su Estado los pueblos preexistentes son un bloqueo a la expansión de grandes negocios mineros, turísticos e inmobiliarios. Con Milei están envalentonados. En diciembre, el presidente derogó la ley de “Emergencia Territorial Indígena” y el “Registro Nacional de las Comunidades Indígenas”, dándole vía libre a los desalojos en todo el país. En Jujuy la reforma constitucional de Morales y el PJ refuerza el conflicto en el mismo sentido.
Son las familias de la oligarquía jujeña que también avanzan contra las comunidades para hacer grandes negocios inmobiliarios. Los apellidos tradicionales del peronismo están presentes, como Martiarena el año pasado en los Nogales, Jenefes en Guerrero y hay conflictos abiertos con comunidades a lo largo y ancho de la provincia. Es el caso de la comunidad de Chucalezna que enfrenta un proyecto inmobiliario Muskuy o las comunidades cercanas a los salares de Olaroz y Cauchari que se quedan sin agua por el avance de las mineras extranjeras del litio.
Es fundamental el apoyo de la población jujeña y los trabajadores al reclamo histórico de las comunidades. La alianza estratégica de los trabajadores y las comunidades es la única manera de derrotar a los gobiernos capitalistas del saqueo y el ajuste.
No hay solución posible para el reclamo histórico de los pueblos originarios bajo el capitalismo. Es una conclusión tajante, pero justa. La necesidad del Capital de superar su declinación histórica y el lucro privado como ordenador de un régimen social inevitablemente lleva a avanzar contra los territorios y los bienes comunes naturales.
Para armonizar la producción y el desarrollo nacional con las tierras y los bienes comunes es necesario una reorganización social dirigida por los trabajadores que termine con la explotación capitalista.

